Varias obras en el tintero en el mes de julio y agosto, algunos acontecimientos que comentar; inicio con una comercial: ¡Qué rico mambo!, considerado el musical mexicano, aunque yo difiero en esto, ya que hay varias producciones que ya se jactan del mismo mote y fueron antes que esta producción de Darío de León. La historia se desarrolla en los años 60, en aquellos salones donde este ritmo era el de moda. Se basa en anécdotas del cubano Dámaso Pérez Prado. Vedettes, comediantes y grandes orquestas hacían aquellas noches a quienes acudían a bailar o deleitarse al ver a estos artistas que, por cierto, algunos de ellos llegaron a ser protagonistas de algún proyecto de la pantalla grande.
¡Qué rico mambo! es una obra que nos traslada por este mágico mundo de las rumberas y el sabor del teatro de revista, donde se amenizaban diversos cuadros con baile, actuación y música. Tuvo sus asegunes, ya que las fallas técnicas se dejaron ver en la primera función y, en consecuencia, la segunda inició con retraso, pero aun así los comediantes y las dos orquestas: La Sonora Santanera de Carlos Colorado y la Orquesta de Freddy y Los Villanos, junto con el ballet de Edgar Alí, fueron del gusto de los asistentes. Entre los comediantes se encontraban: Ricardo Hill, El Teacher; Carlos Eduardo Rico; Nora Velázquez Chabelita; Jaime Rubiel y Benny Ibarra.
En la parte teatral: Maribel Guardia, Aleida Núñez, Yamilén y Cynthia, acompañadas por Carlos Bonavides y los galanes Sergio Sendel y Daniel Arenas. La historia algo trillada: la estrella del lugar conoce a su hija que le arrebataron hace tiempo cuando era pequeña, y el padre de la pequeña también se involucra en este drama familiar. Las actuaciones planas, ocasionando que el espectáculo bajara la calidad en momentos, lo que lo salvó fue la música en vivo y las ocurrencias de los sketchs de los cómicos, además de las coreografías.
Lo que cabe resaltar aquí es la asistencia del público, en su mayoría fueron adultos y personas de la tercera edad, y eso da gusto, que de vez en cuando se den la oportunidad de brindar estos espectáculos a este sector, un tanto descuidado por los profesionales del arte. Buena audiencia, y a esperar otro evento más: Perfume de gardenias, del estilo de ¡Qué rico mambo!
Ciclo de teatro en La Saturnina
El concepto de teatro-bar ya era un tanto olvidado; resurgió con gran fuerza en los 90 y se fue diluyendo hasta que nuevamente fue retomado por los nuevos espacios culturales y no culturales como cafés, bares y restaurantes. Esto ha derivado en la oportunidad que se le ha brindado a varios espectáculos de presentar sus trabajos de danza, música y teatro. Con respecto al arte escénico, el Restaurante La Saturnina, en su segunda temporada, abre la cartelera teatral con tres obras de género de comedia y melodrama: Memorias de Habacuc, Entre nosotras y Pareja abierta.
Se realizó una rueda de prensa para presentar a estos tres grupos: Proyecto 5, Anónimo Teatro y la compañía de Fernando López, todos con amplia experiencia en el terreno actoral. Dos de las obras ya fueron presentadas en otros espacios, es el caso de Memorias de Habacuc, a inicios del año en el Foro Al Trote; Pareja abierta fue estrenada hace 10 años con gran éxito, recibiendo algunos premios y buena aceptación del público, haciendo buena mancuerna Beto Béjar y Alexa Torres. El estreno lo constituye la obra Entre nosotras, adaptación de la obra comercial Entre mujeres, dirigida por David Nava.
En rueda de prensa los protagonistas comentaron del acercamiento del público al teatro por medio de este concepto de teatro-bar o restaurante: “comes rico y ves un buen espectáculo a la vez”, rompiendo un poco la formalidad de estar sentados en una sala, en silencio, aquí el público está más cerca de los artistas, sintiendo más la trama de la historia y, en ocasiones, interactuando con ellos. Otra novedad: además de la obra hay un entremés musical y poético, lo cual se incluye en obras como Pareja abierta y Memorias de Habacuc.
Está funcionando bien el concepto teatro-bar; el público está agotando las localidades que en el espacio son de aproximadamente 50 personas. No se aburra en casa y si va a cenar, vaya a La Saturnina que le recibirá con un premio extra: el teatro a su mesa. ¡No se pierda estas tres obras!
Develación de la placa El maravilloso viaje de Dorothy Oz
25 funciones cumplió la obra El maravilloso viaje de Dorothy Oz en la Escuela Fernando Wagner, montaje dirigido por Omar Pacheco e Iris Flores. Una obra adaptada del cuento de El Mago de Oz. Este musical ha sido caballito de batalla de muchos grupos, ya que quien lo monta, éxito seguro por su historia, su música y los personajes que son el encanto de chicos y grandes.
Acerca de la obra: es un libro de literatura infantil escrito por Lyman Frank Baum e ilustrado por W. Denslow, publicado inicialmente por la George M. Hill Company de Chicago en 1900. Desde entonces, El mago de Oz ha sido uno de los libros más editados tanto en Estados Unidos como en Europa. La historia: se presentan las aventuras de una niña llamada Dorothy Gale en la tierra de Oz, arrancada de su hogar en Kansas por un tornado; la pequeña Dorothy aterriza en un lugar desconocido junto a su perro Toto. La única persona capaz de devolverla a casa es el Mago de Oz, que vive en la Ciudad Esmeralda. Así empieza la travesía de Dorothy por un país maravilloso, una aventura plagada de obstáculos y peligros en la que contará con inestimables aliados: un espantapájaros sin cerebro, un león sin coraje y un hombre de hojalata sin corazón.
Una versión libre de este clásico de la literatura y el cine, adaptada al teatro musical. La dirección escénica es de Omar Pacheco. El Elenco está conformado por: Omar Pacheco jr., como León cobarde; Diego Pacheco como el Espantapájaros y Paulina Saucedo como Dorothy, entre otros.
Develaron la placa Manuel Ruiz, conductor del programa Lavando ajeno de Radio Grupo y su servidora, que de antemano agradece la invitación y solamente recomendarla para su segunda temporada.
