- El libro está compuesto por más de 15 cuentos distribuidos en dos partes: había una vez pero al revés y cuentos de cabeza.
- “Es tan ligero físicamente pero con tanto contenido en su interior” Moisés Ortega, escritor.
- “Para trabajar con niñas y niños, uno debe convertirse en una especie de diosa o mago”
Como una más de las actividades del día que cierra la 45 Feria del Libro, se desarrolló en el foro Anita Brenner del segundo patio de la Casa de la Cultura, la presentación del libro Había una vez pero al revés – Cuentos de cabeza de la autoría de Vivian Mansour, que reúne dos libros en uno y refleja los cuentos clásicos con fragmentos de actualidad, así como narraciones especiales de comportamientos infantiles en adultos.
Teniendo como presentadores a Moisés Ortega, un conocido escritor local que colabora en el tradicional suplemento Guardagujas de esta empresa periodística, así como a Areli Ortega, una pequeña niña entusiasmada por la lectura de los cuentos ahí presentados.
Areli relató a grandes rasgos el contenido del libro y habló de los fragmentos que más llamaron su atención, yendo desde los cuentos clásicos como Caperucita o Blanca Nieves, que fueron transformados por la autora sin perder su esencia, hasta la segunda parte en la que se involucra el comportamiento de los adultos llevados a un imaginario de conductas infantiles, como el llamado 15 pasteles del que dijo, habla acerca de cómo los adultos siempre están presionados por sus trabajos y no tienen tiempo de comerse 15 pasteles.
Por su parte, Moisés relató a manera de prosa el proceso por el cual conoció a Vivian Mansour, y posteriormente destacó los contenidos específicos de la obra, resaltando que “aunque hace muchos años deje de ser niño, el leer estos cuentos fue muy divertido” además explicó acerca de la obra: “es tan ligero físicamente pero con tanto contenido en su interior”
Respecto al libro, la autora Vivian Mansour hizo uso de la palabra para relatar algunos de los cuentos contenidos en éste, entre los que destaca Caperucita Roja, al que llamaría “el cuento más contado”, donde Caperucita abandona la capa por unos pantalones de mezclilla, en lugar de visitar a su abuelita le escribe por el chat de internet, y como no le lleva pastelillos de miel le pide una pizza a domicilio, a lo que comentaría la autora “tantas veces ha sido contado que Caperucita se cansó de ser comida por el lobo”. Además narró Blanca Nieves, que recibiría el nombre de La manzana de los siete enanos, donde Blanca Nieves fuera recibida por los enanos para hacer quehaceres, pero ésta los organizaría para trabajar todos en conjunto, a lo que se sumaría la creación de un huerto de manzanas para crear mermelada y entregarla a niños pobres, por lo que la madrastra al ofrecer la manzana fracasó y en contraparte el príncipe encontró la mermelada y se enamoró de Blanca Nieves.
Además de éste, narró el caso del cuento Cenicienta donde a diferencia del cuento tradicional ésta se casó y tuvo un hijo al cual tuvo que dedicarse, por lo que abandonó las zapatillas de cristal por tenis y los vestidos de tul por delantales, así como también el príncipe dejaría de vivir de los impuestos del reino para dedicarse a la agricultura.
La segunda parte del libro está compuesta por narraciones que dan cuenta de un imaginario donde los adultos se comportan de manera infantil, aquí destacó la pregunta ¿qué sucedería si el Chicharito al jugar futbol corriera a tomar su frazada y se la frotara en la mejilla antes de realizar una jugada? o bien, el caso de un arquitecto que en lugar de poner a construir un edificio a sus trabajadores, los pone a armar una gran figura Lego, entre otros más.
Finalmente la autora del libro realizó una dinámica para regalar un libro para niños y otro para adultos, con lo que llamó la atención el número de niños presentes interesados por la obra y la alta participación de los adultos en familia.
Foto: Roberto Guerra.
