Los poderes fácticos. Nada como echar mano de la carta de los poderes fácticos cuando se necesita justificar una decisión de la clase política, y es que por definición, cualquier culpa cabe ahí, Raúl Trejo Delarbre lo explica mejor: “Los poderes fácticos exceden los límites del Estado, su influencia la ejercen precisamente para desplegar sus intereses más allá del interés legítimo que representan o debieran representar las instituciones políticas, se manifiestan por cauces a menudo informales e incluso extralegales, quebrantan cartabones legales y políticos, son incómodos tanto para los gobernantes como para los estudiosos, irritan a los juristas porque atropellan la disciplina de los sistemas legales, importunan a los politólogos cuando se brincan las trancas de los regímenes políticos tradicionales”. Ahora que ha iniciado un tímido acercamiento a los resultados del trabajo de Arturo Solano López al frente del Órgano Superior de Fiscalización y comienzan a surgir los nombres y su relación con las cuentas públicas, no dude que pronto le echarán la culpa a los poderes fácticos del estado de las cosas en materia de dinero público.
Los amigos de la prensa están haciendo la tarea que los diputados de la LXI Legislatura se negaron a hacer al aprobar los dictámenes presentados por el OSF, es decir, los medios de comunicación están leyendo lo que Solano López presentó a la Comisión de Vigilancia. Material hay, y mucho, desde los pagos irregulares a la empleada Cynthia Alejandra Rodríguez Esparza por un monto mayor a los 121 mil pesos, en una observación que el Instituto Aguascalentense de las Mujeres no ha sido capaz de solventar; y que se vuelve grave si se investiga sólo un poco sobre cómo, invariablemente, estas irregularidades muestran el cobre de las relaciones personales de los sujetos que aparecen en las observaciones; en este caso, cómo evitar pensar que atrás del pago a Rodríguez Esparza no hay una recomendación directa del alcalde de San Francisco de los Romo, Francisco Guel Sosa…y el presidente municipal Guel Sosa, quien tiene por solventar más de 35 observaciones; por supuesto
Todo queda en familia… Lo que los medios están viendo y los diputados, con Arturo Robles Aguilar al frente, se negaron a leer, por ejemplo, como informó Luigi Rivera, que los gobiernos estatal y del municipio capital entregan contratos millonarios a empresas de la familia de María del Socorro Tagle Jiménez, directora jurídica de la Oficialía Mayor del Gobierno del Estado, quien también se desempeña como suplente del presidente del Comité de Adquisiciones y Enajenaciones del Gobierno del Estado.
A la reja con todo y chivas… entre los contratos denunciados por el periodista, que están en el dictamen de la cuenta pública que los diputados debieron haber leído, saltan y saltan las irregularidades, en el caso de la familia Tagle Jiménez, contratos todo tipo de servicios, desde chalecos antibalas hasta comida para los internos de los Ceresos. Ahí nomás.
Dieta que no se cobra, ojos que no ven… A excepción hecha de Gilberto Carlos Ornelas, único diputado que voto en contra, el resto de los diputados son cómplices no sólo de lo que la revisión de la cuenta pública 2012 muestra, sino de las irregularidades que se vienen arrastrando desde la administración de Luis Armando Reynoso Femat; para muestra un botón, el préstamo que el Fideicomiso de Inversión y Administración para el Desarrollo Económico del Estado de Aguascalientes (FIADE) hizo a la empresa Canana Holdings en 2009. Traducción: cuando los empresarios aprobaron cumplir el capricho de Reynoso Femat de aparecer como productor de una película y le aflojaron diez millones de pesos a Diego Luna para que filmara Abel.
Mamá prende la video, estoy en Cannes… Al final, quien mayor raja sacó de ese préstamo no fue Diego Luna, sino Víctor Manuel González Esparza, actualmente al frente de la delegación del INAH, quien consiguió pasearse por Cannes presumiendo que era productor de Abel. Sí, en 2010 el verdadero productor Abel, Pablo Cruz, visitó a Luis Armando Reynoso Femat para entregarle un cheque por cerca de 2.5 millones de pesos, por supuesto, el prófugo Armando Jiménez San Vicente aprovechó para tomarse la foto… pero desde entonces, no han abonado nada, por eso aparece en la cuenta pública del 2012, ya que el OSF detectó que “a la fecha se tiene un saldo por $7’044,476.19 (Siete Millones Cuarenta y Cuatro Mil Cuatrocientos Setenta y Seis Pesos 19/100 M. N.), es decir, durante tres años, solo se ha abonado al capital la cantidad de $2’955,523.81 (Dos Millones Novecientos Cincuenta y Cinco Mil Quinientos Veintitrés Pesos 81/100 M. N.)”.
Y aún hay más… Aunado a lo anterior, el FIADE recibió oficio fechado el 15 de octubre del 2012, en el cual indican se les avisa que cesará el pago de regalías procedentes de la explotación de la película Abel “a partir del pasado 5 de octubre del 2012, ya que se ha cumplido con el término del contrato…”, debo no niego, pago… ni yendo a bailar a Chalma, dirá Diego Luna. En ese mismo dictamen, el personal de Solano López se anima a apuntar otro rasgo gravísimo que los diputados no quisieron leer en relación con este préstamo: “el problema fundamental radica en que el FIADE otorgó apoyo a un proyecto no acorde con los objetivos del mismo, comprometiendo recursos públicos bajo la figura de ‘Asociación Empresarial’”. Nada de eso le debe parecer grave a los cinco que empujaron a la LXI Legislatura a bajar la cabeza y no cuestionar las cuentas públicas; van de nuevo los nombres, para cuando vuelvan a pedir su voto, los integrantes de la Comisión de Vigilancia: Arturo Robles Aguilar, Heriberto Gallegos Serna, Jorge Delgado Delgado, José de Jesús Ríos Alba y Arturo González Estrada.
Todos cómplices… De nuevo, a excepción manifiesta de Gilberto Carlos Ornelas, el resto de los integrantes de la LXI Legislatura dejan un cochinero por no querer hacer su chamba, por estar con un ojo al gato y otro a caer parados. Ya mencionamos el deplorable papelazo de José Luis Ramírez Escalera y Alfredo Reyes Velázquez, nos faltó incluir a quien encabeza la lista: Gabriel Arellano Espinosa, quien es evidente que no ha logrado resolver su futuro político e incapaz de mantener el capital político que lo llevó a recuperar la capital del estado para el PRI y despechado por todos los grupos, pero principalmente por el de Carlos Lozano de la Torre, aprovechó la sesión en que se votaron los dictámenes para declarar la guerra a Lorena Martínez Rodríguez, de acuerdo al comunicado de prensa del Congreso estatal, cuando tocó el turno al dictamen de la cuenta pública del municipio de Aguascalientes, obtuvo a favor “la unanimidad de los 25 diputados presentes (ausencia de José Luis Ramírez y Gabriel Arellano)”.
Quien tiene pendiente también algunas cuentas, explicó esa ausencia a Gilberto Sánchez Triana tratando de infundirle cierta dignidad, pero creemos que le salió el tiro por la culata, pues dijo Gabriel Arellano Espinosa que es de los pocos que salió de esa votación con la frente en alto porque él es muy “observador, los otros no se dieron ni por enterado, hay muchas cosas que la verdad no puede ser posible que las estemos aprobando, entonces, mejor me fui a comer unos tacos, estaba comiendo unos taquitos”. Sí, leyó bien: “comiendo unos taquitos”, ese es el nivel. Y lo que falta.
La del estribo. Omar Williams López Ovalle al hacerle referencia de las constantes desacreditaciones de su trabajo incluso por el partido Movimiento Ciudadano, con sonrisa retadora simplemente contestó “hay ocho años alrededor de la comisión de derechos humanos lo cual es un trabajo no fácil de realizar”. Durante la firma de convenios en que participo López Ovalle, todos los discursos fueron notablemente halagadores… ¿dónde están los que se han quejado de que no trabaja? La ausencia de las organizaciones y asociaciones críticas no logran más que hacerle el caldo gordo al ombudsman, peor, alentar que personajes como Martín Chávez del Bosque se pase por el arco del triunfo toda observación de la Comisión.
@PurisimaGrilla
