Desde la perspectiva de Othón Téllez como artista plástico y ex director de La Esmeralda, los políticos han dejado de cumplir con las funciones básicas de la verdadera política, “no deberían cobrar un sueldo para entender así sus pasiones, nosotros que nos dedicamos al arte lo hacemos por ‘amor al arte’ y lo hacemos con mucho gusto”.
Calificó como terrible la actual situación que se vive al interior de la política, porque esta pérdida de personajes se ha dado precisamente a raíz de que ya no hay quien tome en consideración los verdaderos valores sobre este ámbito del ejercicio público, que es fundamental para el desarrollo de las sociedades.
El otro aspecto que abordó fue el de la economía, el país atraviesa efectivamente un momento muy difícil en este rubro, pero tampoco hay una dirección muy adecuada de hacia dónde deben realmente encaminarse los recursos, para Othón, el país no ha invertido en lo que realmente debería hacerlo, que es educación y salud.
En el pasado mes de abril, él dejó apenas la dirección de una de las escuelas más importantes a nivel nacional en lo que se refiere a la plástica, que es La Esmeralda, y su visión del proceso vital de esta institución, es que ha vivido un proceso de transformación y crecimiento que ha ido de la mano de la evolución de los propios profesores y los alumnos, que son obviamente un pilar muy valioso.
Durante la gestión de Othón Téllez al frente de la institución, tuvo como una de sus acciones principales poner en sintonía el plan de estudios con el devenir del arte contemporáneo y fue una experiencia muy enriquecedora, donde le quedó claro que a estas alturas de la historia, es muy importante incluir en la formación de las nuevas generaciones el concepto de transversalidad.
“Es necesario que haya transversalidad en el pensamiento de un artista” y para incrustar esto que mejor lugar que la misma escuela, donde los jóvenes estudiantes pueden sostener discusiones sobre qué es la transversalidad, cómo incorporas los nuevos saberes al fenómeno del arte y al mismo tiempo cómo romper la estructura de creer que la formación artística es sólo aprender una técnica.
“Lo que más me preocupó fue hacer entender al estudiante de arte que debe también tener un campo conceptual técnico muy fuerte, pero sobre todo, un campo interpretativo y creativo permanente”.
Haber integrado estos conceptos a la formación de las nuevas generaciones y propiciar discusiones en torno de estos temas que son trascendentes para la creación artística, son un elemento dentro del proceso de crecimiento que vive de hace tiempo la escuela nacional La Esmeralda, y que continuará con la integración de nuevos lenguajes y propuestas creativas.
