El presidente del Confederación Nacional Campesina (CNC), Carlos Estrada Valdez, destacó que en el tiempo de sequías que se ha presentado en este año, se tiene hasta el momento una pérdida aproximada del 60 por ciento de los cultivos a nivel estatal.
Esta situación la consideró como grave y detalló que los principales cultivos que se han visto afectados son el maíz y el frijol, por lo que no descartó que conforme pase el tiempo haya un encarecimiento de los productos básicos elaborados con estos insumos, tal es el caso de las tortillas.
Mencionó que los programas destinados al campo a través del gobierno federal y estatal, en especial de la Comisión para el Desarrollo Agropecuario del Estado de Aguascalientes (CODAGEA) no tienen el impacto necesario para atemperar la crisis actual.
Al exponer que estarían otorgándose recursos hasta por 2 millones de pesos para enfrentar este problema de sequía por parte de la CODAGEA, indicó que no será suficiente, por lo que pidió a las autoridades correspondientes trabajen para que se genere un monto extraordinario destinado a este sector.
A pesar de esta petición, dijo desconocer cuáles son los recursos específicos a los que se pude acceder, así como las cantidades que podrían aterrizar en los campesinos aguascalientenses.
Mencionó que el delegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural Pesca y Alimentación (SAGARPA), Manuel Reed Segovia deberá de enfocarse con mayor ahínco a su labor antes de iniciar con su promoción de escalonar políticamente, pues el funcionario federal ha expuesto días anteriores su interés por ostentar la candidatura a la alcaldía capitalina en el próximo año.
En su participación, el presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Isidoro Armendáriz García dijo que en la entidad hay 160 mil hectáreas utilizadas para el cultivo, “de la cuales solamente la tercera parte, es decir 55 mil hectáreas son de riego y las 105 mil restantes son de temporal”.
Según los datos que sostuvo, la mitad de la superficie del estado se dedica a actividades pecuarias, es decir 275 mil hectáreas, mientras que 90 mil hectáreas al uso forestal. “475 mil hectáreas, es decir 85 por ciento de la superficie total están expuestas cada año a la irregularidad de los ciclos pluviales”.
Enfatizó que ante este número importante de actividades pecuarias y ganadera, debe de redireccionarse una política pública que enfrente la problemática a través de una nueva orientación del gasto en el que se incluyan todas estas necesidades antes mencionadas.
Subrayó que este es un problema cíclico que desemboca en mayor pobreza en las zonas marginadas, por lo que hay una vulnerabilidad más grande para la proliferación de enfermedades, la falta de nutrición y hasta convertirse en un ciclo de pobreza.
Insistió en que el gobierno del estado tiene una visión diferente conforme a los escenarios que se observan en el campo aguascalentense, reiterando que hace falta mayor inversión en el rubro sobre todo en la infraestructura hidráulica que provee a los campesinos del vital líquido.
