Estuvo en nuestras tierras hidrocálidas el maestro e investigador teatral Armando Partida Tayzan, quien recientemente publicó su libro Modelos y Acción Dramática Aristotélicos y no Aristotélicos, editado por la UNAM e ITACA, el cual aborda el asunto de los géneros dramáticos y la falta de nomenclatura que ha ocasionado confusiones académicas. Las definiciones sobre tal o cual género han llegado a resultar más importantes que las propias características dramatúrgicas del drama en cuestión. Esta cuestión ha provocado también serios problemas en un sentido práctico, pues el interesado en una obra temática suele terminar olvidando la especificidad del drama que contribuye a su realización escénica.
El maestro Partida, mediante una argumentación teórica de una investigación doctoral, fundamenta la metodología utilizada que anteriormente ha sido interpretada por algunos teóricos como Rodolfo Usigli y Alfonso Reyes. Partida hace una revisión sobre las diferentes interpretaciones que ha tenido el siglo XX y da una perspectiva diacrónica a partir de la tragedia clásica y las diferentes etapas que ha tenido la dramaturgia.
“Planteo lo que determinó Aristóteles, los componentes (fábula, caracteres, elocución, pensamiento, espectáculo, melopeya), con los cuales se puede hacer una lectura de una obra, por ejemplo, si vemos el teatro poético, muchas veces se considera que éste no tiene acción dramática porque se confunde la acción con una serie de características físicas y por lo tanto se dice que no es teatral, lo debe interesar es la exposición de palabras y el uso de ideas y da un ejemplo, en la obra Doce hombres en pugna, lo que hacen es hablar y hablar, pero eso no significa que no haya acción dramática. Lo que propone es partir del propio texto dramático y detectar si el elemento es dominante para determinar la propuesta de una puesta en escena si están presentes los componentes aristotélicos.
Con relación a los No Aristotélicos, del llamado teatro del absurdo, teatro de Brecht, el cual no sigue de manera cuadrada o dogmática la relación establecida por Aristóteles y sus diferentes componentes del drama. “Yo no he inventado el concepto de modelo aristotélico sino que intento explicarlo y plantear que este teatro no aristotélico existe en los compontes establecidos en la poética de Aristóteles pero estos han sufrido una modificación en su uso y generalmente vemos que la fábula pasa a un segundo término y que los caracteres se manifiestan en diferente manera”.
Desde los últimos veinte años en todo el mundo y en México en particular se conoce como el teatro posmoderno, no es un teatro aristotélico y surge en el momento con el derrumbe de las ideologías, sus elementos: intertextualidad, la reconstrucción y la reescritura. “Yo hago el estudio de la generación intermedia (60), la nueva dramaturgia (70 y 80) y posteriormente la novísima dramaturgia (90), en esta última la visión del mundo es diferente y se hace una interpretación del mundo muy particular que ya difiere de los que surgieron a partir del biberón de la televisión. Estos jóvenes tienen una nueva forma de comunicación, estructura. A ellos les toca el internet, el chateo, el facebook, y todo lo demás, forman parte de una forma de expresión y de concebir el mundo
¿Qué hacer para que no exista el choque de generaciones de público con la dramaturgia joven?
Se dan dos propuestas, aquella que solamente tiene como afán de estar a la moda y no se tiene nada que decir pero está la otra donde se da una autentica necesidad de expresarse debido a que se ha conformado en un medio específico, ahí está la autenticidad y el valor dramatúrgico de la obra para que ésta sea comprendida y cumpla con la función estética que se busca. Ahora pasa lo insólito, raro, bizarro del teatro del absurdo, aunque ya nos estamos acostumbrando y señalar que a los alumnos de preparatoria les gustan mucho estos textos. El teatro del absurdo no tiene que ser novedoso y romper las normas para que sea impactante.
¿Qué podemos hacer para conectarnos con esta nueva dramaturgia?
En la corriente de la dramaturgia del norte o teatro fronterizo hay una identificación de toda una necesidad de expresarse a excepción de Nuevo León, debido a sus características socioculturales, económicas, a ellos no les interesan los problemas de carácter local pero al mismo tiempo los nuevos dramaturgos les interesa la universalidad, aunque muchos siguen escribiendo teatro costumbrista y es paradójico, lo que domina es el carácter de la comedia. En Aguascalientes ocurre lo mismo que en muchos estados, encontramos que no hay una tradición teatral y no hay interés por el teatro y no emerge, no surge, no se desarrolla y no se hace notorio. Debido a la falta de unidad que hay entre los propios exponentes del teatro, los teatreros y sus fines son muy inmediatos, no hay una proyección, sino que hacen fenómenos aislados, esporádicos, esto se debe también a la falta de una educación estética y teatral aunado a las autoridades que consideran que no hay teatro mexicano por lo que no se imparten cursos de actualización a maestros de literatura.
De esta manera se concluye una charla amena, interesante y muy ilustrativa del quehacer dramatúrgico, los modelos teóricos y la visión particular con uno de los más grandes investigadores teatrales que tiene el país, Armando Partida, ahora solamente nos queda tomar en cuenta sus observaciones y por supuesto leer el libro Modelos y Acción Dramática Aristotélicos y no Aristotélicos.
