- La ley sí prohíbe el sacrificio de mascotas: PVEM
Salvador Cabrera Álvarez, secretario ejecutivo del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), calificó como inhumano haber sacrificado los perros policías Caty y Tedy, y demandó el cese inmediato de Lupina González García, jefa de Control Patrimonial del Ayuntamiento capital.
Indicó que ante este tipo de acontecimientos tanto el reglamento de protección a los animales recién aprobado, así como la ley respectiva, serán letra muerta si no sancionan a los responsables. Acotó que el tipo de mascotas que ya cumplieron con un ciclo de vida a la corporación pueden ser donados a civiles o incluso, entregados a los policías.

Cabrera Álvarez explicó que Gilberto Gutiérrez, regidor del PVEM por el municipio de Aguascalientes, presentó el Reglamento para la Protección y Trato Digno a los Animales del Municipio de Aguascalientes, mismo que fue aprobado hace casi un año, el cual establece en el Artículo 97: el sacrificio de un animal doméstico que no sea de los destinados al consumo, sólo se podrá realizar por razones de enfermedad grave, incapacidad física, vejez o cuando represente un peligro para las personas; previo certificado extendido por un médico veterinario con título oficial, que acredite la realidad del padecimiento o riesgo y la necesidad de que se practique el sacrificio. Las autoridades sanitarias estatales o municipales, podrán determinar los casos en que sea necesario por razones de protección al ser humano, sacrificar animales que deambulen en la vía pública y que no tengan propietario, mediante alguna de las técnicas enunciadas la Ley de Protección a los Animales.
Apuntó que el Artículo 99 señala: el sacrificio de animales domésticos sólo se podrá realizar con anuencia de sus propietarios en razón del sufrimiento que le cause un accidente, enfermedad, incapacidad física o vejez extrema.
Comentó que solicitará al regidor capitalino que en la próxima reunión de la Comisión de Ecología, e incluso, en Sesión Ordinaria, solicite la renuncia de Lupina González García, ya que una servidora pública con esa mentalidad no debe de seguir siendo pagada por el erario público.




