- Carecen de equipos de supresión de fugas y así ponen en riesgo a las personas
Unas 15 gaseras “patito” distribuyen mensualmente en Aguascalientes alrededor de mil 600 toneladas de gas no controlado e inseguro, al carecer de equipos de supresión de fugas, operar clandestinamente y arriesgar a la gente.
Así lo estableció para La Jornada Aguascalientes Salomón Gutiérrez Mayorga, director general de Central de Gas, al señalar inconsistencias en la revisión de instalaciones gaseras, que pueden provocar siniestros como los ocurridos en los últimos dos meses.
Después del estallido de un tanque de gas de 30 kilos en Ojocaliente III y de un tanque estacionario que destruyó parcialmente la Casa Terán, no se sabe de operativos de revisión de tanques estacionarios.
Entrevistado al respecto, Gutiérrez Mayorga, el también presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco Servytur), consideró importante que los usuarios conozcan las reglas de operación del suministro de gas, tanto portátil como estacionario.
Cada empresa distribuidora de gas debe tener su equipo de supresión de fugas y personal técnico para la revisión de las instalaciones, y el consumidor debe darse cuenta con qué tipo de empresa distribuidora de gas adquiere su combustible, dijo.
“Debe asegurarse el usuario de tratar con una empresa distribuidora de gas seria, debidamente registrada ante las instancias oficiales correspondientes, y no con una empresa gasera ‘patito’, advirtió el dirigente del comercio organizado local.
Puntualizó que el consumidor debe tomarse la molestia de asegurarse de adquirir su gas con cualquiera de las ocho empresas distribuidoras de gas establecidas.
Ante la duda acerca de la empresa distribuidora de gas, Gutiérrez Mayorga recomendó llamar a la Profeco y solicitar saber si, por ejemplo, “la gasera La Pantera es una empresa autorizada. En la dependencia van a consultar sus listas y, al no tenerla registrada, le informan al consumidor”.
Explicó que en Aguascalientes operan ocho empresas distribuidoras de gas debidamente establecidas y por lo menos unas 15 “gaseras patito” que, obviamente, al no estar oficialmente registradas pueden no tener equipo de supresión de fugas y lo peor, poner en riesgo la seguridad de muchas personas.
Mensualmente se suministran a la población 8 mil toneladas de gas para uso doméstico e industrial, 40 por ciento del cual (unas 3 mil 200 toneladas) es para los tanques estacionarios; de aquel total, se calcula que un 20 por ciento (unas mil 600 toneladas) es distribuido por las “gaseras patito”, señaló Gutiérrez Mayorga.
Por otra parte, se refirió a la necesidad de que –de acuerdo a la Normas Oficiales Mexicanas correspondiente– se deben revisar, tanto los tanques de gas portátiles como los estacionarios, por parte de usuarios y distribuidores de gas.
“Cualquier usuario puede pedir a la empresa que le suministra el combustible, que le revise su tanque estacionario y si la empresa no tiene el equipo adecuado puede pedirlo a otras empresas. En este aspecto no vemos marca los distribuidores, sino la seguridad de la gente”.
Explicó que la norma establece que cada empresa debe tener su equipo de supresión de fugas y éste, estar capacitado para revisar las instalaciones, domésticas, industriales y comerciales.
“Sin embargo, cuando se presenta alguna situación de esta naturaleza de percepción de fuga, el usuario normalmente debe llamar al proveedor que le suministró el producto. Si por alguna razón no lo localiza, normalmente el gremio de distribución de gas lo apoyamos aunque no sea nuestro cliente”.
Si el usuario no encuentra respuesta, ante la denuncia de una sospecha de fuga de gas, además de su distribuidora de gas, debe reportarlo también a Bomberos y Protección Civil, para que se revisen las instalaciones de gas y se impidan siniestros como los ocurridos recientemente, concluyó Salomón Gutiérrez Mayorga.





