Mientras que en Acción Nacional José Luis Novales, Antonio Martín del Campo y Felipe González González se dan hasta con la cubeta, en el PRI, esclavos de la disciplina partidista prefieren morderse la lengua antes salirse del discurso de que la política tricolor y el proceso de selección de candidatos marchan a la perfección y todo va sobre ruedas.
Atrás quedó el esfuerzo por ganar primeras planas de Guadalupe Ortega con su denuncia contra los delegados federales. En un afán de que se olvide el asunto, lejos de aclarar quiénes fueron los empresarios que denunciaron corrupción en la delegación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el dirigente estatal se ha conformado con aseverar que “el PRI no pierde el tiempo en estériles enfrentamientos internos”. Ajá.
Es cierto que el Revolucionario Institucional ha logrado no hacer públicos sus enfrentamientos, pero en mucho se debe a que los aspirantes no habían considerado empezar a moverse. Ahora que saltan por todos lados para llamar la atención, sobre todo a través de entrevistas de radio, se verán los resultados de la refriega.
Quien llega tarde con sus espectaculares es Alejandro Alba, quien tira rostro en varias calles de la ciudad con el pretexto de anunciar una revista. Dos cosas llaman la atención, la primera el énfasis en destacar que el presidente del patronato de la Feria Nacional de San Marcos es “emprendedor”, como atendiendo el rumor de que toca turno a un empresario más que a un político; esa famosa teoría del péndulo que Felipe de Jesús González Ramírez alguna vez comentó haberle escuchado a Carlos Lozano de la Torre.
El segundo punto que nos brinca de la campaña de Alba Felguérez (que todavía no es campaña, ya sabemos) es que le apueste a la publicidad engañosa de las vallas y espectaculares que bajo el pretexto de anunciar el nuevo número de una revista exponen nombre y rostro de los suspirantes. ¿Qué mente brillante está asesorando al presidente del Patronato?, una que no está analizando cómo le fue a otros aspirantes con la misma estrategia.
Para comprobar que el despliegue de mega rostros en las azoteas es un herramienta inútil a la hora de la hora, basta preguntarle a Antonio Martín del Campo, quien ayer (otra vez) salió a decir sobre la encuesta: al cabo que ni quería; o también se pueden solicitar referencias a los candidatos a diputados del PRI Alfredo González González y Patricia Muñoz, o más reciente a Francisco Guel, quien al final cedió para apoyar desde el Municipio a Roberto Tavarez.
Tampoco le ha funcionado el despliegue de rostro a José Luis Novales Arellano, quien después de un primer round de declaraciones con Martín del Campo, presunto ganador de la encuesta que definiría al abanderado del partido rumbo a la alcaldía de Aguascalientes, anunció que esta mañana dará a conocer el producto de su visita al Comité Ejecutivo Nacional, instancia a la cual recurrió a quejarse porque Jorge López Martín no le entregó la hojita donde pactó con Martín Orozco Sandoval, o que no malinterpretan las encuestas, que en el PAN es básicamente lo mismo.
Seguramente previendo el nuevo escandalito que acompañará la visita de un suspirante al CEN, la dirigencia panista remitió un comunicado para hacer pública su algarabía (borrón y cuenta nueva) por haber gastado quién sabe cuánto dinero en encuestas que al final redujeron a una herramienta más, por supuesto, el boletín tiene su párrafo para leer entre líneas: “Para los panistas es indispensable el involucrar a la militancia en las decisiones de selección de candidatos, además de que a través de estos métodos democráticos, los aspirantes salen fortalecidos y con el respaldo de los miembros que pertenecen a nuestro instituto político”. Es decir, no y no y no a Felipe de Jesús González Ramírez con el argumento con que Novales Arellano lo ha enfrentado siempre: no es panista. Así se dan las coincidencias cuando se tiene un enemigo común.
De regreso a la acera de enfrente. A quien más afecta la tan anunciada convención de delegados priísta es al grupo de Lorena Martínez, porque nadie cuenta con el número de delegados que hoy se deshacen en elogios hacia el primer priísta del estado, éste sería el momento apropiado para realmente actuar como grupo y seguir el ejemplo de su jefa. Es decir, faltan dos segundos para que Roberto Tavarez ceda a la tentación de tirar rostro en espectaculares, de hecho, ya empezó una campaña muy desafortunada (la ilegible y sin sentido pero colorida “¿Sabes cuánto suma 74V4R3Z?”).
Si de sumar se trata, todo indica que es hora para que el ex secretario de Integración Social pida una muestra del respaldo que en reunión privada dicen otorgarle quienes fueran sus compañeros de Gabinete, pero hasta ahora, no se ve que Luis Fernando Muñoz, Enrique Juárez o Francisco Guel estén dispuestos a algo más allá que las palmaditas en la espalda. Si la alcaldesa, con su pronunciamiento sobre las características que debe tener el candidato priísta a la alcaldía y, mal que bien, Tavarez Medina cumplía con el perfil, sus compañeros de grupo no deberían necesitar más señales, ¿o sí?
Y que no le digan, que no le cuenten que se trata de mantener las manos y bocas fuera del proceso electoral, porque todos se las han arreglado para salirse del huacal cuando así a sus intereses conviene, un “todos” que se extiende a todos los priístas, y si no, basta echarle un ojo a la promoción de rumores que los suspirantes desatan a través de los medios, pero quizá más grave, las discusiones en que se montan para hacerse visibles. Se acaba el espacio, así que nomás dejamos el apunte de la inexplicable declaración del secretario de Gobierno, Sergio Reynoso, acerca de que Carlos Lozano no debe presentar ninguna terna para designar al encargado de Seguridad Pública Municipal… y cómo ya algunos comienzan a desgarrarse las vestiduras, como Miguel Ángel Juárez Frías, quien rápido le concedió todos los méritos de la disminución de los índices delictivos al procurador Felipe Muñoz, al mismo tiempo que se anunciaba que quedan impunes el 50 por ciento de los homicidios anteriores al 2011.
La del estribo, ¡ahí vienen los sanjuaneros! Ya es una costumbre el paso de los peregrinos hacia San Juan de los Lagos en Jalisco, al grado que la presentación de programas y medidas para reducir los riesgos de este tránsito de miles ya no es noticia, pero de eso a que lo que más preocupe al encargado de Protección Civil estatal, el siempre ocurrente comandante Ávila Moreno, dicho por él mismo, sea que los peregrinos acompañen su caminata de “bebidas espirituosas” es demasiada chacota, ¿de veras?, una más a la serie de declaraciones desafortunadas.
