Apelando al metalenguaje mediático de estos tiempos, la cobertura sobre la iniciativa de reforma constitucional a las telecomunicaciones, más que amplia es exagerada en forma, pero débil en fondo.
¿Cuál es la oferta, terminar con el monopolio televisivo, abrir la competencia en materia de radio y televisión?
Al parecer ésa es la idea, el documento señala puntualmente que se impondrán límites a las televisoras abiertas con relación a la concentración de audiencias, con el fin (en teoría) de incrementar la competencia en los mercados de radio y televisión.
Entonces se tendrá que leer como el abaratamiento del mercado, precios bajos para pautas comerciales que apliquen a toda la República, unificación de tarifas para la Ciudad de México y el resto del país, nivelación de sus famosas tarifas “A, AA y AAA” la homologación nacional de los llamados “Primetime”.
Aun para las nuevas cadenas no suena atractivo nivelar tarifas, los beneficiados no somos los espectadores ávidos de propuestas frescas de radio y televisión como se está informando a través de ese metalenguaje que menciono, esta iniciativa no garantiza calidad en contenidos, los verdaderos beneficiados podrán ser los anunciantes quienes encontrarán pautas comerciales baratas, las cuales permitan promocionar sus productos a nivel nacional.
La verdadera reforma se trabajará en los escritorios de las oficinas de ventas de las citadas empresas y no en la de contenidos. “Se solicitan vendedores con o sin experiencia” para posicionar canales nuevos y conocidos.
Aún queda en suspenso la manera en que se licitarán las nuevas concesiones de televisión, pues el documento señala que con dos grupos más se podrá cubrir el 98 por ciento de la población de México, garantizando la sana competencia en el sector.
¿Eso quiere decir que con cuatro cadenas se cubre el 98 por ciento de la población nacional? Cuál habrá sido el criterio para determinarlo, es decir, qué variables tomaron en cuenta, cómo segmentaron el mercado, en fin…
Según la iniciativa, esta responsabilidad le competerá al aún no puesto en marcha Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) quien en su momento tendrá la responsabilidad de publicar las bases y convocatorias para licitar las señales en comento.
Televisión abierta digital (Televisión digital terrestre TDT), abriendo la banda de 700MHz y aprovechar al 100 por cierto la capacidad del espectro, ofreciendo varios canales o multiprogramación. Perfecto, ¿quién paga los decodificadores, habrá un subsidio para adquirirlos, una empresa satélite de las cadenas participantes se encargará de hacer su agosto todo el año con la venta de dichos aparatos?
El tema no es nuevo, de hecho el cambio a “digital” estaba previsto para 2013, sin embargo ahora la fecha límite es 31 de diciembre de 2015. Vaya haciendo sus ahorros.
Con relación a los contenidos, no está de más que revise la Ley Federal de Radio y Televisión que data de 1960 con sus reformas (la última en 2009) y defina para usted qué son “buenas costumbres, difusión y preservación de la cultura, moral” pero sobre todo el elevar el nivel cultural del pueblo. Según los teóricos y estudiosos de estos menesteres dicen que la función social de los medios es Educar, entretener e informar.
Maleducados, mal informados pero bien entretenidos, que razón tiene el maestro Noam Chomsky.
Beneficio concreto a la promoción de cultura para la población, preservación de la pluralidad (del pensamiento creo yo) el fomento de valores de identidad nacional…
No le haga caso a esas pequeñeces, aunque no esté definido el concepto de “identidad nacional”, céntrese en los buenos deseos de “difundir la información de manera imparcial, objetiva oportuna y veraz de los acontecimientos nacionales” la libre expresión, la diversidad de pensamiento, la apertura real de los medios electrónicos.
Que no suene a carta de buenos deseos, que no se corrompa la asignación de las nuevas concesiones, que por el bien de la sociedad tengamos medios responsables, abiertos, divertidos, con forma pero también con mucho fondo, que los contenidos nos hagan reflexionar y sean un apoyo real para hacer crecer nuestra realidad.
Twitter: @ericazocar




