La tan anhelada reforma a la educación por fin terminó el largo camino constitucional cuando el pasado 26 de febrero fue publicada en el Diario Oficial de la Federación la modificación a nuestra Carta Magna para instituir una nueva forma de entender el proceso educativo, trascendente en sí misma por la forma de su aprobación: uno de los primeros grandes logros del Pacto por México, fue impulsada por casi todos los partidos políticos que ven en ella la llave de un nuevo país.
Es necesario, para continuar con esta colaboración, deslindar de una vez y de forma tajante el proceso penal de la hoy ex lideresa del SNTE Elba Esther Gordillo, este caso es judicial y fiscal, en el que se deberán de respetar de manera fundamental sus derechos humanos y que terminará en una sentencia de un juez que fije si existió o no un delito. Los sospechosistas podrán alegar cualquier situación, excepto que hay una presunción de delito corroborada por la autoridad judicial. Para seguir con cualquier análisis de la reforma educativa, un debate propositivo, es necesario poner tierra de por medio entre ambos asuntos.
Los mentores son nuestro mayor activo, lo dijo el presidente de la república Enrique Peña Nieto los “maestros y maestras, son los pilares del Sistema Educativo Nacional”; de la misma forma el señor gobernador Ing. Carlos Lozano de la Torre reafirmó que la reforma en ciernes es con los maestros, no sin ellos: “los acontecimientos que han conmocionado a la opinión pública corresponden a los ámbitos fiscal y judicial. No permitamos, por tanto, que dañen la relación de diálogo y respeto que merecen los maestros de México y de Aguascalientes, cuyas razones serán escuchadas en la elaboración de la Ley para la Evaluación Educativa y en las adecuaciones a la Ley General de Educación”.
A pesar de que tenemos muchos excelentes maestros, hay algo en el sistema educativo que no embona del todo, de otra forma no podría comprender cómo destinando la gran cantidad de recursos se tienen resultados tan pobres. Y aclaro, nunca será suficiente el dinero que se dirige a educación, sin embargo si nos comparamos con otros países en relación costo-beneficio, habrá otras naciones con menores recursos y mejores resultados. Según la OCDE, no obstante que México dedica en promedio el 6 por ciento del PIB a la educación, no hay resultados satisfactorios, pues somos el último lugar de los países de dicha organización en las materias de lectura y ciencias y el penúltimo en matemáticas en el Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA).
Ya en otras ocasiones hemos hablado del documental De Panzazo (La Jornada Aguascalientes, 8 de abril de 2012) dirigido en el año 2012 por el estupendo director Juan Carlos Rulfo; si bien utiliza sus recursos mañosamente, para retratar un funcionario titubeante, ahora una líder impositiva, etc., si bien es maniqueo, subjetivo y con posturas bastante personales, en el fondo hace patente esta enorme incoherencia nacional: dedicar tantos recursos y tener tan bajos niveles en las diversas pruebas y mediciones.
En el tema, aunque si bien aplicado a otra realidad, destaca por lo brillante de su manufactura Waiting for Superman (2010) de Davis Guggenheim, y es que ciertamente De panzazo prácticamente tropicaliza al documental norteamericano. Utilizando nombres concretos, el director (autor de la ganadora del Óscar Una verdad incómoda) gira su análisis en torno a un sorteo que decide el destino escolar de los alumnos, para desenmascarar y hacer patente la podredumbre del sistema educativo del vecino país. El uso de Superman como mito norteamericano, permite al autor referir a una esperanza, tal vez como dice Umberto Eco, el verdadero personaje debió haber sido Clark Kent, que en su vida anónima, esconde el superhéroe que personifica la esperanza.
En el fondo, ambos productos cinematográficos, hacen énfasis en que la educación, frase tan trillada pero cierta, es la base del desarrollo de un país y que tanto Estados Unidos como México, no están haciendo la tarea al respecto, y no se trata significativamente de recursos, sino de la estrategia que se aplique en la materia.
Ahora que viene la verdadera reforma educativa (reglamentar las modificaciones constitucionales) toda la sociedad debemos participar partiendo de una realidad innegable: nuestra educación necesita mejorar. Unidos, participando positivamente, escuchando las voces, podemos ser los héroes (todos) que coadyuven a dar ese gran salto a nuestro país, porque pareciera que, parafraseando al documental, lejos de actuar, esperamos a nuestro héroe, esperamos a Quetzalcóatl.




