Estimado lector, con el pesar de ver nuestra capital secuestrada por marchas, desventuras, faltas de voluntad y el músculo de unos miles contra el de millones (la que ya hemos bautizado como la tiranía de la minoría), no podemos dejar de lado la problemática coyuntural que estamos viendo en estos momentos en el país y en el mundo. Los tiempos de las reformas deben ser exactos, no forzados, por más que el mismo presidente Peña en su discurso del día 2 menciona que si las reformas salen adelante, se recordará el año de 2013 como uno de los mejores en la historia de México.
Actualmente, se ha visto como la desaceleración de la economía mexicana ha estado cada vez más fuerte y pronunciada. Todo comenzó con el gran problema que se causó con el quebranto que tuvieron las grandes constructoras de vivienda del país, como GEO y Homex. Quizá el lector dirá, ¿y eso que tiene que ver? Desafortunadamente, las grandes constructoras a través de la construcción de la vivienda sobre todo, dan empleo directa e indirectamente a por lo menos el 20% de las industrias del país. Esto debido a que se necesitan pinturas, herrajes, varilla, block, ladrillos y muchos otros insumos que permiten que siga la economía funcionando adecuadamente.
Si a esto le sumamos las condiciones de incertidumbre que los mismos americanos están creando en el mundo con la velada amenaza de dejar de lado los estímulos fiscales y de liquidez que tiene la economía americana y por otro lado, con la posible guerra en Siria que desembocaría en una mayor revuelta en oriente medio y en los países petroleros de la OPEP (baste recordar que la última gran guerra donde estuvo Siria involucrada fue la de Yom Kippur en la década de los setentas que desembocó en un embargo petrolero) que pudiera llevar a un incremento en los precios del petróleo. Este incremento en los precios del petróleo no afectarían tanto a los Estados Unidos, quizá hasta lo beneficiaría, a quien perjudicaría enormemente son a los países que no tiene acceso rápido y fácil al petróleo, sobre todo a la única economía mundial que ya demostró que es un tractor y que puede sobre llevar todas las problemáticas de un continente como lo es Alemania. A Estados Unidos no le conviene una Alemania fuerte y sólida, por tanto, esta guerra quizá es parte de un plan más grande de los americanos.
Independientemente, esa situación afectará a México. Por un lado, ayudará a las finanzas del país un precio del petróleo más alto (o eso se piensa, baste recordar a Vicente Fox que tuvo excedentes petroleros importantes pero que no se reflejaron en la economía, si acaso se reflejaron en la construcción del Centro Fox) pero con la nueva tendencia a quitar el subsidio a las gasolinas, el incremento mensual será mayor al actual y eso también llevará a una mayor recesión industrial, ya que las materias primas se encarecerían simplemente por el hecho de los fletes que tendrían que subir.
Y si a eso le aumentamos la reforma que tanto estuvimos esperando, y que ahora que vemos su contenido le tememos y la rechazamos, la reforma hacendaria y fiscal, no me queda más que pensar que el 2014 será un año recesivo otra vez y que quizá ahora el país ya no aguantaría.
El aumentar las tasas impositivas a un promedio de 37%, quitar deducciones a los ingresos para que sea mayor el pago de impuestos y sobre todo, el aumento de dos impuestos que son para todas las personas iguales como lo es el IVA al 18% sin exenciones y el impuesto a la propiedad raíz, es decir el predial, llevarán a que las personas tengan cada vez menos dinero y por tanto, se deprimirá el consumo interno que es una de las formas en que las economías se recuperan. El gobierno federal le apuesta a las exportaciones y sí, ese es uno de los motores para el crecimiento económico, pero el consumo interno es vital, como ya se dieron cuenta los Chinos. La propuesta del gobierno estatal de “revisar” con inspectores las fincas y como dice el comercial “sin fines recaudatorios” no se las cree nadie. En Aguascalientes está el plan piloto para los incrementos del impuesto predial en todos los estados.
Insisto, si vamos a pagar más impuestos, entonces el gobierno debe gastar menos. El gasto corriente del gobierno federal es asquerosamente alto. Los sueldos y sobre sueldos que tienen los funcionarios es verdaderamente irresponsable.
Así que señor secretario Videgaray, ¿quiere que paguemos más impuestos? Pues primero deje de gastar lo que no tiene y lo que tiene gástelo de forma responsable.
El país no está para otra recesión. Evitemos la guerra civil, o el fracaso del estado mexicano a través de un estado fallido.
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