Del 21 al 24 de Noviembre se efectuó en Oaxtepec Morelos, el 14 Congreso Nacional del PRD y se discutieron temas que tienen que ver con el comportamiento político del principal partido de izquierda en México.
De entrada hay que mencionar que a pesar de haber pasado tanto tiempo de su fundación, en el PRD, se sigue practicando una “democracia salvaje” y una de las causas es que no se ha podido consolidar la vida institucional del partido. Mantiene mecanismos muy frágiles que impiden acatar con normalidad sus reglas internas.
Esta situación ha generado un proceso de profunda insatisfacción y desconfianza entre los dirigentes de las estructuras intermedias y los liderazgos en las regiones y los Estados.
La crítica al modelo de acuerdos cupulares entre los dirigentes de las corrientes estuvo presente, ya que este tipo de prácticas ha ido desplazando poco a poco a los liderazgos sociales y los ha ido sustituyendo por una estructura burocrática que obedece más a los jefes políticos de las corrientes, que a las reglas que rigen la vida interna del partido.
Con un marco tan flexible y carente de reglas claras, no hay quien no salga lastimado y se sienta inconforme con las decisiones que se adoptan, ya que por encima de todo, la negociación política de las corrientes.
Se presentan los dirigentes con una lista de reclamos e inconformidades, y no hay un espacio donde se diriman o atiendan. La respuesta a cualquier demanda de los militantes, está determinada por el acuerdo al que lleguen las corrientes.
Esto ha generado un deterioro de la vida institucional del partido. La desconfianza y el proceso de competencia entre las corrientes, ha ido generando un marco legal sobrerregulado, llenando de cargas y responsabilidades que al final no se cumplen porque nuevamente se sustituyen por acuerdos internos de las corrientes.
He asistido a todos los Congresos Nacionales desde la fundación del PRD, y veo un comportamiento cada vez más alejado de planteamientos ideológicos, y de proyectos de carácter social. La preocupación central de la mayoría de los líderes está centrada en cómo obtener un beneficio personal. Cada corriente se convierte en un grupo de presión al interior del partido en donde trata de extraer el máximo beneficio con el menor esfuerzo.
No quiero ser ingenua o negativa, entiendo que la política opera en función de acuerdos y de construcción de mayorías, el gran problema es la forma como se logran estos consensos. Comparto totalmente la crítica que hace el Ing. Cárdenas a las corrientes internas del partido.
El extremo del pragmatismo es de IDN, la corriente que encabeza René Bejarano y Dolores Padierna, mandan a votar a su gente “con los Chuchos” y en la parte final del Congreso toman la tribuna para manifestar su inconformidad porque el PRD se mantenga en el pacto por México.
Si se toma un acuerdo lo más lógico es sostenerse, pero sacan ventaja de los acuerdos, y al mismo tiempo no quieren pagar el costo político de esos acuerdos, y para mantener su imagen “dura y oposicionista” pretenden que con una serie de acciones bulliciosas, quede oculto como votaron y lo que aprobaron en el Congreso.
Por acciones como éstas es que los ciudadanos tienen tan poco respeto por los políticos y sus partidos. Yo comparto esa indignación y molestia.
Pero junto a estas actitudes, también estuvieron personajes que pretenden mejorar la vida institucional del partido. Destaco los planteamientos del Ing. Cárdenas y de Marcelo Ebrad.
Aunque con temas distintos, fijaron sus posturas en temas que han venido trabajando. El común denominador es que ninguno de los dos buscaba un beneficio personal y su motivación era la preocupación por el futuro de este partido.
El Ing. Cárdenas haciendo un planteamiento y llamado a la defensa del petróleo y convocando a los ciudadanos para que estemos muy pendientes de las decisiones que se tomen en materia energética.
En el caso de Marcelo, una legítima aspiración por conducir los destinos del PRD, intentando aportar su experiencia y visión al partido. Sabe que su posición crítica con relación a las corrientes no va a generar un gran consenso entre ellos, aún así lo planteó, aunque también sabe que el futuro del país se encuentra fuera de los partidos y de cara a la sociedad.
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