- La policía municipal no hacía caso a recomendaciones
- “La corrieron de la CEDH”, acusaría José Luis Alférez
El 23 de febrero de 2010 se llevó a cabo escandalosa protesta contra Omar Williams López Ovalle, en el salón de plenos del Congreso del Estado, cuando rendía su VI Informe de Labores.
Una comisión integrada por el coordinador de la bancada del PRI, Miguel Ángel Juárez Frías, y el vocal de la legislativa Comisión de Derechos Humanos, José Luis Alférez, se reunieron con los líderes de la protesta en el salón Legisladoras, sin que se llegara a ningún acuerdo.
Pero el 8 de marzo siguiente volverían: Líderes de organizaciones civiles se manifestaron esta vez a las afueras de la CEDH, para exigir la renuncia del ombudsman López Ovalle.
En contraste, su antecesor Luis Fernando Jiménez Patiño había emitido 81 recomendaciones en el año 2002; 93 en el 2003; 59 en 2004; y 102 en 2005, para sumar un total de 335. Por su parte, durante 2006 López Ovalle emitió solamente 23 recomendaciones; en 2007, 48; en 2008, 18; y en 2009, 19. En total fueron 108.
En 2011 expidió solamente 18 recomendaciones, una de las cuales fue desoída por el secretario de Seguridad Pública municipal, General Salvador Peña García; y otra, por la jueza Segundo Penal, Ivonne Guerrero Navarro.
“Se rehusaron a acatarlas”, diría en su informe Omar Williams, cuya parte del texto citado no fue leída ante el Congreso. Órganos de seguridad pública, procuración de justicia y sector educativo, aceptaron y atendieron 16 recomendaciones.
Ordenada y pacífica, se llevó a cabo el viernes 16 de marzo la anunciada “Marcha Blanca”, que se desplazó por las principales calles del Centro Histórico de la ciudad, entonó el Himno Nacional al pie del asta bandera de Plaza de la Patria y se plantó frente al Congreso del Estado, donde los diputados se comprometieron ante una veintena de líderes sociales y familiares de presuntos torturados, a evaluar la conveniencia de renunciar a Omar Williams.
Al menos, aquel fue el compromiso del diputado Alférez Hernández, mientras que la presidenta de esa instancia legislativa, Denisse Ibarra Rangel, fue muy clara: “Evaluaremos su desempeño y si no da el ancho, que se vaya”.
Ella reconoció haber trabajado en la CEDH -“de donde la corrieron”, terció Alférez- y se deslindó de cualquier intervención en la demanda de las organizaciones sociales por la renuncia del ombudsman aguascalentense, López Ovalle; sin embargo no ha contestado las preguntas que le hicieran los legisladores en su comparecencia del pasado 23 de febrero.
En aquella reunión reporteros preguntaron si se iría adelante en la denuncia contra el ombudsman, a pesar del fuerte apoyo del diputado Juárez Frías; Ibarra Rangel reiteró que haría su trabajo, lo cual no ocurrió.
Sus compañeros le pidieron a Denisse evitar manipulación de organizaciones sociales, con el afán de pedir la cabeza de Omar Williams y le recomendaron arreglar de manera pacífica los problemas particulares que tenga con el ombudsman, y no aprovechar su curul para echarle más leña al fuego.
Foto: Gilberto Barrón




