Estimado lector, el día de hoy, esperando que tengas un descanso adecuado o bien el tiempo de reflexión que es propio de estos días, me gustaría comentar dos puntos, el primero de ellos es el reclamo, al que me uno, que cada vez más actores del país tienen hacia la mal llamada Reforma Fiscal.
La reforma de las reformas para el Secretario Videgaray, la que traería el crecimiento del país que estábamos esperando, no fue más que la aplicación inmediata de un freno de mano y querer arrancar con el mismo freno puesto.
Las grandes corporaciones han aplicado el freno a las inversiones que estaban programadas para realizar este año, y esto ha impactado de forma negativa la economía, ya que no hay el movimiento esperado.
Los pequeños contribuyentes que realmente lo eran, están preocupados, ya que las nuevas reformas que fueron “perdonadas” por este año, implican hacerse totalmente transparentes, la incompetencia tecnológica que tanto hemos platicado del SAT también ha hecho que muchos hayan dejado de percibir sus ingresos debido a que fue imposible facturar.
Las voces del sector empresarial a través de la COPARMEX Nacional y del Consejo Coordinador Empresarial tanto nacional como local, han ido en el sentido de que se dé marcha atrás en esta reforma que ha afectado la economía de TODOS los mexicanos. No sólo los que más percibían pagan más impuestos, sino que también ocurre eso con todos los mexicanos. Muchas personas perciben menos dinero cada quincena, debido a los impuestos que tienen que pagar y esto se refleja en menos ahorro, menos consumo y, por tanto, una semi-paralización de la economía.
Podrá presumir Videgaray muchos premios a su desempeño como secretario de Hacienda, pero los premios no hacen que la economía funcione. El objetivo de la reforma era conseguir una mayor recaudación, y la realidad el primer trimestre (sin contar las declaraciones anuales) ha caído, las políticas restrictivas de deducibilidad de las prestaciones sociales así como la eliminación del régimen de consolidación fiscal y los preferentes que existían, en lugar de haber empujado a un mejor panorama económico, nos ha dado con la realidad de una mini recesión.
Si los objetivos de la reforma no se han cumplido ¿Qué esperan para hacer cambios? Ya, se me olvidaba que el presidente Peña prometió “certidumbre” a los inversionistas y que no habría cambios fiscales en su sexenio. Entonces ¿Hasta cuándo se darán cuenta? Cuenta de que su reforma además de recesiva es intimidatoria y criminaliza a todos los que se dedican a dar empleo en el país. Es más grave evadir impuestos que vender droga, según parece.
¿Hasta cuándo? Dios esta semana santa, haznos el milagro y que volteen a ver el estado del país y recapaciten.
El segundo punto es recomendar un libro que llegó a mí gracias a un regalo de mis amigos, la familia Baltazar y Nungaray, escrito por Lourdes Mendoza y que se llama Mi palabra es mi compromiso.
Es un libro un tanto coloquial y desenfadado sobre la historia de la Bolsa Mexicana de Valores desde su fundación, allá por el año 1894, un 31 de octubre en la calle Plateros en el número 9, hasta nuestros días.
Ustedes podrán comentarme, ¿y qué tiene de extraordinario un libro de historia?
Pues simple y llanamente que esta escrito con las entrevistas a muchos de los que crearon la Bolsa, sobre todo en esta etapa de modernidad, los vericuetos y problemas, así como se fueron forjando grandes fortunas en este país derivado de la transacción de acciones e instrumentos financieros.
Para muchos estas mini vacaciones de semana santa, nos encanta porque sirve de reflexión y como compañía tenemos un buen libro, esta puede ser una opción para leer. Y qué mejor si aprovechamos que tenemos dos nuevas compañías que venden libros en Aguascalientes, una que a nivel nacional se ha hecho famosa a través de sus eslogans y espectaculares amarillos, la otra, no es conocida y tiene como traducción “Libros y tazas”.
Sin más, espero que descanses, lector, que en mi caso aprovecharé para leer y tomar un respiro, no sé si es merecido el descanso, pero sí necesario.
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