Dicen los historiadores que en el mes de junio de 1816 la fragata francesa “La Medusa” partió de Rochefort con rumbo al puerto senegalés de San Luis, dicha embarcación comandaba a otras naves en la travesía, pero por tratar de hacer un recorrido en el mejor tiempo posible de viaje, “La Medusa” se adelantó y debido a la poca experiencia de los oficiales al mando la nave encalló en un banco de lodo.
Cuenta la leyenda que la tripulación trató de liberar el barco del banco de arena, pero todos los esfuerzos fueron en vano. Al verse varados en altamar 400 personas, decidieron bajar los botes salvavidas y pudieron acomodarse alrededor de 250 en ellos, entre pasajeros y algunos miembros de la tripulación, el capitán y los altos mandos fueron de los primeros en acomodarse en uno de los botes.
Los demás pasajeros, alrededor de 130, y unos quince miembros de la tripulación que no alcanzaron lugar en los botes salvavidas, se dieron a la tarea de armar con trozos del barco una balsa de veinte metros de largo por siete de ancho. La improvisada embarcación se sumergió parcialmente en cuanto fue lanzada al mar, y aunque el capitán trató de arrastrarla amarrándola a varios de los botes salvavidas, a los pocos kilómetros las amarras se soltaron o fueron cortadas por miembros de la tripulación.
Los pasajeros de la balsa elaborada con los restos de “La Medusa” se vieron abandonados a su suerte, sin agua ni comida en altamar, algunos se suicidaron arrojándose al mar, otros murieron de inanición y fueron literalmente alimento de los que permanecieron vivos, ya que cometieron actos de canibalismo para sobrevivir.
De acuerdo a Jonathan Miles (1), la balsa llevó a sus ocupantes “hacia las fronteras de la experiencia humana. Desquiciados, sedientos y hambrientos, asesinaron a los amotinados, comieron de sus compañeros muertos y mataron a los más débiles”.
Tras trece días a la deriva, la balsa fue rescatada por la nave “Argus”, sin embargo, se ha documentado que fue por mera casualidad, ya que nadie llevó a cabo ningún intento de salvamento.
Sobre el incidente se han escrito varios libros y se han filmado algunas películas. El pintor y litógrafo Théodore Géricault elaboró alrededor de 1819 una pintura al óleo en un lienzo de casi treinta y cinco metros cuadrados que hasta la fecha se exhibe en el museo del Louvre, en París; lo llamó Le Radeau de la Méduse (La balsa de la Medusa). La pintura representa una dura crítica hacia la monarquía francesa que representada por sus oficiales decidió abandonar a su suerte a los sobrevivientes del naufragio.
El sistema educativo nacional pasa por momentos críticos. Con motivo de la reciente conmemoración del día del maestro se ha difundido un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO), en donde se ponen de manifiesto excesos que debieran corregirse de inmediato: escuelas fantasma, costosísimas o nóminas insultantes a algunos docentes.
La revista Wired publicó un reportaje en octubre de 2013 en donde destaca los logros académicos de la niña Paloma Noyola Bueno, quien logró el primer lugar de matemáticas en 2012 en la prueba ENLACE, caso que debe destacarse por provenir de una zona marginada de la ciudad de Matamoros, Tamaulipas.
El maestro de Paloma, Sergio Juárez Correa, ha implementado un método de enseñanza basado en los estudios de Sugata Mitra, profesor de Tecnologías de la Educación en la Escuela de Educación, Comunicación y Ciencias del Idioma de la Universidad de Newcastle en Gran Bretaña, quien ha desarrollado un proceso autodidacta de aprendizaje que fomenta en los alumnos el interés por el estudio y la investigación.
Como catedrático universitario preocupado por la crisis que refleja el sistema educativo nacional, me parece que en las escuelas públicas y privadas, desde preescolar hasta el nivel profesional, deberíamos poner en marcha el proyecto que Sergio Juárez llevó a cabo a través de Paloma, ya que ellos reflejan, desde su propia balsa, que con esfuerzo y dedicación, a pesar de las condiciones desfavorables, se puede transformar el entorno de la educación en nuestro país.
Tenemos dos opciones, negarlo, cerrarnos y continuar como hasta hoy, o aceptar que las cosas no van bien, y proponer los cambios que se requieran para mejorar. De la decisión que tomemos en este momento, dependerá el futuro del País que heredaremos a nuestros hijos.
- Miles, Jonathan. The Wreck of the Medusa: The Most Famous Sea Disaster of the Nineteenth Century. Atlantic Monthly Press, 2007. ISBN 978-0-87113-959-0
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