- El traslado vía terrestre ha disminuido por la inseguridad de las carreteras y la frontera
- Lamentable falta de atención no contar con un registro del número de migrantes que regresan a la entidad
El municipio de Calvillo comienza a recibir a cientos de connacionales provenientes de Estados Unidos que aprovechan las vacaciones para visitar a sus familiares al acercarse las fiestas navideñas, sin embargo, la inseguridad en las carreteras ha ido en aumento al grado de disminuir las visitas por temor a ser extorsionados.
Como presidente de la Comisión Legislativa de Asuntos Migratorios y representante del municipio de Calvillo, Marco Arturo Delgado Martín del Campo reiteró la lamentable falta de atención en esta materia pues hasta la fecha el estado no cuenta con un conteo ni aproximado de cuántos migrantes llegan ni cuántos se van, “sólo sabemos que con las fiestas decembrinas y la Feria de la Guayaba aumentan pero no hay un control”.
Debido a las reformas en el marco legal estadounidense y el nuevo sistema de seguridad en la frontera, los migrantes que están de manera ilegal no regresan a México por la dificultad que les representa cruzar el país, por lo que son mucho menos los visitantes de esta temporada.
“La inseguridad en el cruce de la frontera es cada vez mayor, ya difícilmente pueden venir a visitar a sus familiares”, la recomendación que se les ofrece a todos los connacionales es que si viajan por carretera lo hagan en caravana y durante el día pues al caer el atardecer los índices de asalto aumentan.
Sobre la participación de Aguascalientes en la caravana de retorno, donde participan entidades Tamaulipas, Querétaro y Zacatecas, aún está en trámite, sin embargo, se aseguró que para el 16 de diciembre se tendrá al menos el apoyo de Querétaro para que apoyen a los aguascalentenses con diferentes equipos de seguridad (federal, estatal y ejército), esto como un proyecto de la Comisión.
Además de los asaltos, los migrantes que regresan a Aguascalientes de visita son afectados por extorsiones tanto del crimen organizado como de las propias instituciones policiacas, “a mí me ha tocado acompañar a algunos familiares y ver como sales de Nuevo Laredo y son extorsionados por la Aduana, luego por militares que también les piden para el refresco y a 10 metros está un grupo que se hacen llamar de los Zetas y les exigen un pago para dejarlos pasar; no puede ser posible que haya todo este tránsito de extorsiones”, todo frente a las autoridades y por las propias corporaciones de seguridad.
Adicionalmente, en cada retén federal y militar en las carreteras vuelven a ser extorsionados para permitirles el paso, algunos militares no exigen el pago pero observan que otros grupos lo hacen y no los detienen ni controlan la situación, lo cual desde la perspectiva del legislador hace pensar que se llevan comisión convirtiendo todo en un círculo vicioso que tiene que ser detenido de manera urgente.




