- Hasta el momento se tienen 36 puntos activos con Unidades de Exploración Artística
- IMAC capacita a maestros talleristas sobre técnicas de intervención en caso de crisis o brote de violencia
A un mes de reactivar los trabajos del programa de Unidades de Exploración Artística del Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura (IMAC), se encuentran trabajando 36 puntos de la ciudad con la expectativa de elevar el número de niños participantes, puesto que la dirección general reconoció ser su asignatura pendiente: que realmente se penetre por igual en todas las colonias visitadas.
Hasta la fecha no se han encontrado nuevos casos de violencia intrafamiliar, física, sicológica o sexual en menores, más allá de los mencionados al inicio del programa en el 2014, sin embargo, el titular del IMAC, Alejandro Vázquez Zúñiga, reconoce que hay un clima permanente de violencia en muchos de los puntos donde implementan las unidades, “hay lugares donde han apedreado a los talleristas, casos donde otros niños amedrentan a los niños que van a los talleres”, inclusive cambios de sede a espacios públicos en lugar de los módulos llamados Luciérnagas, por ser espacios invadidos por la drogadicción y la delincuencia.
Aunque el clima de violencia en ciertas colonias es bien conocido por las autoridades, el tema no siempre puede arreglarse con policías y armas, sino con prevención, atención y tratamientos característicos, como la educación y la cultura, “hay varios sectores de la sociedad donde se impera un clima de violencia que no necesariamente se traduce en agresiones físicas”, sino en aquella conocida como “violencia contenida” que se nota en los niños talleristas al momento de escribir textos, hacer representaciones pictóricas o teatrales. Sobre todo en colonias de la zona oriente de la ciudad donde persiste la falta de integración familiar y social.
De ahí que el IMAC, junto con el Ayuntamiento capital, se comprometiera a mantener a los talleristas lo más preparados y capacitados posibles con cursos de actualización, donde se les explique técnicas de intervención en caso de crisis o brote de violencia, y cómo canalizarlos a un tratamiento propio.
Dentro de las recomendaciones dadas a los maestros talleristas se encuentra, el contacto directo con padres de familia de manera eventual para conocer, analizar y atender las problemáticas que se ven reflejadas en los niños, “los talleres se han convertido en una especie de escuela extendida, donde los padres confían en nosotros para mandar a sus hijos por las tardes a alguna actividad artística”, aunque al final lo artístico es sólo un pretexto para trabajar en los catalizadores socioculturales, que es lo que realmente le importa al Instituto.
A manera de evaluación tanto al trabajo del IMAC como de los talleristas, se realizaron encuestas de diagnóstico la primera semana de actividades, donde se les analizó a los niños qué cambios conductuales y sicológicos (en todos sus ambientes) habían tenido en casi un año de trabajo con las Unidades de Exploración Artística. Los resultados serán presentados aproximadamente al finalizar el mes de febrero.
En lo general, Vázquez Zúñiga destaca ser un funcionario orgulloso de su equipo de trabajo, tanto por la disposición como entrega de resultados que han mostrado desde el inicio de la administración, sin embargo, aclara no estar satisfecho con los resultados del primer año de trabajo, “todavía podemos mejorar mucho más, no hemos logrado todas nuestras metas”. Tal fue el caso de los talleres el año pasado, pues aunque se anunciaba la apertura de 80 puntos, sólo alcanzaron 73, y en algunos son grupos muy pequeños que no han logrado crecer.
De ahí que este año se comenzara con mayor trabajo de promoción y captación de seguidores, sobre todo en fraccionamientos y colonias donde los índices de violencia y delincuencia son altos, como la López Portillo, donde los talleres no han logrado penetrar como se imaginaba; caso contrario a Valle de los Cactus donde los grupos se han cerrado de forma inmediata por la gran cantidad de solicitantes.




