- Las Patronas visitaron la UAA para hablar de la necesaria sensibilidad ante el migrante
- Como luchadoras sociales recordaron sus 20 años de alimentar a los migrantes de paso
- Hace falta mayor sensibilidad ante la situación de los migrantes, expuso Norma Romero, coordinadora general de Las Patronas
Como uno más de los eventos correspondientes a la celebración del XX Aniversario de la carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), Las Patronas, un grupo de voluntarias que alimentan a los migrantes en su paso por Veracruz, montados en el tren conocido como La Bestia, habló ante estudiantes, académicos, integrantes de la sociedad civil organizada y población en general, acerca de la necesidad de sensibilizar a las personas en torno al fenómeno migrante y la situación que viven todos aquellos que transitan de sur a norte por el país.
Luego de recordar sus 20 años de labor social a través de la proyección de un documental en el que se refleja, Norma Romero Vázquez y Lorena Aguilar Hernández hicieron referencia a su trabajo dentro del comedor comunitario que se ubica en la comunidad de La Patrona, en el municipio de Amatlán de los Reyes, en el estado de Veracruz, poniendo especial atención en la indiferencia que enfrentan los migrantes frente al gobierno y la sociedad misma.
Romero Vázquez hizo referencia a la necesidad de sensibilizar a la sociedad en general en torno a la vida que enfrentan los migrantes y su paso por México rumbo a Estados Unidos, principalmente provenientes de Centroamérica y estados del sur del país como Chiapas, Tabasco y Oaxaca. De esta manera justificó la labor de Las Patronas, no sólo para alimentar a los migrantes que van montados en La Bestia, sino también para concientizar a los jóvenes universitarios, que durante los últimos años se han incorporado como voluntarios del colectivo.
La preocupación, subrayó, no sólo es para con los migrantes centroamericanos, sino con los nacionales mismos, y recordó que los primeros viajan por falta de oportunidades y la situación de violencia que se vive en sus países, mientras que los mexicanos se enfrentan a la falta de oportunidades. Ambos, agregó, se han convertido en una mercancía, que constantemente enfrentan la violación de sus derechos humanos, y que en la mayoría de los casos, en la última década, han tenido que abandonar la travesía en tren, para aventurarse a recorrer el país caminando debido a que para poder viajar en éste, se ha instalado una modalidad de guía que, comentó, les cobra siete mil dólares, mismos que no pueden ser solventados, a ello se suman los estrictos controles migratorios, así como el fenómeno de la corrupción de los agentes migratorios mexicanos, y las corporaciones policiales.
La coordinadora de Las Patronas aseguró que el migrante ha sido muy lastimado, al argumentar que el Estado y la población han dejado de verlo como un ser humano que lucha por oportunidades para sobrevivir y salir adelante, como cualquier otra persona. En cambio, indicó, reciben constantes amenazas tanto del gobierno como del crimen organizado, que la mayoría de las ocasiones los vulnera y arrebata todo patrimonio con el que cuentan durante su viaje, obligándolos a recurrir a rutas más peligrosas para llegar al vecino país del norte.
En lo que concierne a los 20 años de apoyo a los migrantes, aceptó que se han enfrentado a experiencias difíciles, que han podido sortear con el paso del tiempo, luego de haber iniciado sin creer que el proyecto se convertiría en lo que ahora es. Reconoció la existencia obstáculos y los intentos por deslegitimar su función, al recibir críticas que calificaban a Las Patronas como un grupo que fomentaba o incentivaba la migración, sin embargo, reiteró que quienes son los principales responsables del fenómeno migratorio, son los propios gobiernos, por no garantizar las oportunidades de trabajo suficientes.
Descartó que el grupo de voluntarias que apoya a los migrantes haya recibido amenazas por parte del mismo gobierno o grupos delincuenciales, y explicó que durante la experiencia que han logrado obtener a lo largo de las dos décadas de trabajo, han logrado conocer a los migrantes, creciendo como grupo y ampliando su posibilidad de atender a un mayor número de éstos, así como formándose y recibiendo capacitaciones en materia de derechos humanos, con el objetivo de defender los derechos de los migrantes.
El grupo, que actualmente se compone de 60 personas, es muy diferente de cuando el proyecto inició, y aunque dijo agradecer el importante apoyo de documentalistas que han acudido a La Patrona a plasmar en cortometrajes su experiencia y la vida de los migrantes, así como el hecho de que actualmente exista una red de colaboración entre centros y albergues de migrantes, destacó que todavía falta mucho por hacer para sensibilizar a la población, no sólo responsabilizando a los gobiernos, sino asumiendo una actitud solidaria frente a los migrantes, en lugar de discriminarlos y juzgarlos por sus aspiraciones y apariencia.
Durante el evento, Mario Andrade Cervantes, rector de la UAA, entregó un reconocimiento a las representantes de la organización que defiende los derechos de los migrantes, además hizo mención a su loable labor durante los 20 años de trayectoria, y advirtió sobre la importancia de que se dirijan a los jóvenes para concientizarlos.
