En la aldea el debate público de la semana reciente se lo llevó el corte o limitación del agua a los morosos. Gobernantes y legisladores defendieron sus puntos de vista y la aplicación de la recientemente reformada Ley de Agua para el Estado de Aguascalientes. La concesionaria del servicio en el municipio de la capital enfrenta la decisión tomada por mayoría en el Congreso del Estado.
A ninguno les escucho justipreciar el valor del Oro Transparente, su fundamental participación en el desarrollo socio económico, en los ecosistemas saludables y en la supervivencia humana. Tampoco sale del ronco pecho de los beligerantes la exhortación de cuidar el uso del agua, de echarse un clavado en la alberca de la cultura del agua, para evitar el desperdicio del vital líquido.
Reviso un documento publicado por la Semarnat y la Conagua, con motivo del Día Mundial del Agua 2015, que debieran preocupar a todos los vivos del planeta (empezando por los gobernantes), al desestimar la primordial participación del agua en el desarrollo sostenible, porque una gota de H2O es flexible, es de gran alcance, es salud, es naturaleza, es urbanización, es industria, es energía, es alimento, es igualdad de género, es, finalmente, el origen de la vida.
Comparto algunos datos muy interesantes:
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una cantidad aproximada a 20 litros al día por habitante para cubrir las necesidades básicas de higiene y alimentos.
748 millones de personas no tienen acceso a una fuente mejorada de agua potable y 2.5 mil millones no utilizan servicios de saneamiento mejorados.
Hoy día una de cada dos personas en el planeta viven en una ciudad. Municipios del mundo están creciendo a un ritmo excepcional, por ejemplo: en el tiempo que le llevó leer esta frase, cuatro personas se trasladaron a las ciudades. De la misma forma, 93 por ciento de la urbanización se produce en los países pobres o en vías de desarrollo, como México, y casi el 40 por ciento de la expansión urbana del mundo está creciendo en suburbios, lo que es preocupante, porque la migración demanda un mayor abastecimiento de agua potable.
Cada producto fabricado requiere agua. Algunas industrias utilizan más agua que otras, por ejemplo, 10 litros de agua se utilizan para hacer una hoja de papel y 91 litros se usan para hacer 500 gramos de plástico.
Se espera que la demanda global de agua para la fabricación de artículos se incremente en un 400% entre 2000 y 2050.
Más del 80 por ciento de la generación de energía corresponde a electricidad térmica. La energía hidráulica representa en todo el mundo el 16 por ciento de la producción mundial de electricidad.
Un litro de agua se necesita para el riego de un alimento alto en calorías. En algunos países en vías de desarrollo, como México, se utiliza hasta el 90 por ciento de agua extraída para la irrigación. En el ámbito mundial, la agricultura es el mayor usuario de agua, que representan el 70 por ciento del total de extracción.
El crecimiento económico y la riqueza individual están cambiando las dietas de las personas, predominantemente a base de almidón, carne y productos lácteos, todos ellos necesitan más agua. La producción de un kilo de arroz, por ejemplo, requiere alrededor de 3 500 litros de agua, mientras que un kilo de carne de res requiere unos 15 mil litros. Este cambio en la dieta representa un impacto en el consumo de agua en los últimos 30 años.
Cada estadounidense utiliza 7 500 litros de agua por día para la mayoría de sus alimentos.
Las mujeres gastan a diario 200 millones de horas para transportar el agua. En las naciones en vías de desarrollo, como México, la responsabilidad de recoger el agua todos los días cae desproporcionadamente sobre las mujeres y las niñas. En promedio, las mujeres en estas regiones emplean 25 por ciento de su día a recoger agua para sus familias.
Y cerca de 1,200 millones de personas, casi una quinta parte de la población mundial, vive en áreas de escasez física de agua, además de que otros 500 millones se aproximan a esta situación.
Los usuarios del agua estamos obligados, desde el hogar, a contribuir al desarrollo sostenible, racionalizando su gasto. Por favor, cierre la llave.
Porque alguien tiene que escribirlo: El Fiscal General del Estado, Óscar Fidel González Mendívil, tuvo su primer revés político, a manos de minoría enquistada en el Congreso del Estado. 11 de los 27 votos, fueron suficientes para rechazar la triada que propuso para ocupar el cargo de Fiscal Especial en Delitos Electorales.
Ojalá el sinaloense recuerde que una cosa es el niño perdido y la pesca deportiva, y otra muy distinta es la pelea de gallos y el intrincado recorrido por el cerro del Muerto.
Darse una vuelta por la serie The Good Wife, de Netflix, le hará mucho provecho al funcionario autónomo, para no volverse a equivocar con panistas y abstencionistas, diputados todos.
