Estamos siendo testigos de una crisis mundial financiera, con los problemas económicos que están pasando en Grecia, Puerto Rico, Afganistán y Haití, países que están en mora de pagos, y no sólo en mora, sino con deudas externas impagables.
Al ver lo anterior, todos los países están tomando medidas pertinentes para no caer en ese problema y entrar en una quiebra de pronósticos impredecibles.
Pero, ¿México lo está haciendo? Veamos. La deuda externa del país llegó, al 15 de marzo de este año, a seis mil 774 billones de pesos: la deuda es en dólares y los dólares están subiendo de manera exponencial y también los intereses que se pagan en la misma moneda. Por otro lado los estados y municipios siguen endeudándose sin límites, y ya sólo pueden pagar la nómina la mayor parte de ellos. El déficit de las finanzas públicas, de enero a mayo de este año, se reporta en 180 mil 700 millones de pesos. Esto es mayor al del año pasado, en 128%, pues fueron en 2014 79 mil 200 millones de pesos. Comparada la deuda pública interna con diciembre de 2014, ésta subió 66 mil 400 millones de pesos y la externa subió en tres mil 300 millones de dólares, esto no nos dice que el gobierno se esté tomando en serio la crisis y no toma las medidas pertinentes para salvarla. En cambio, grandes empresas fincadas en nuestro país al ver lo que sucede han reducido su deuda externa en cuatro mil cien millones de dólares, previendo el alza en las tasas en los Estados Unidos como lo anunció la FED.
Si bien es cierto que la Secretaría de Hacienda ha ofrecido de manera tenue que se instaurará un sistema de deducibilidad de las inversiones de manera rápida, y una reducción de la tasa de retención al ahorro, y que ahora sí habrá políticas públicas para generar empleo y desarrollo. Creo que sólo son promesas. Sin embargo las deducibilidades que la nueva Reforma Fiscal aplicó de 100% a 53% en seguros de gastos médicos -sabiendo que la seguridad social está saturada y con grandes carencias-, en los vales de despensa y de gasolina, en cajas y fondos de ahorro, gratificaciones anuales a empleados y obreros, horas extras, primas vacacionales y las utilidades que se les entregan a los trabajadores, pues éstas ya pagaron los impuestos y las vuelven a gravar; y en el caso de las personas físicas seguirá el sistema de una deducibilidad en gastos personales de cuatro salarios mínimos anuales, o bien el 10% de sus ingresos anuales; o sea que sus planes son sólo recaudar y no promover, como dicen, el empleo y el desarrollo.
En contra se anuncia que serán gravadas las comidas en autoservicios y tiendas de conveniencia, que es donde comen las personas que no pueden pagar una comida en un restaurante. Ahora les van a cobrar ya el 16% de IVA, y creo que de acuerdo con la reacción de la población están preparando el IVA generalizado en alimentos y medicinas, y si no al tiempo. Creo que sólo ven el área de recaudación y no la redistribución y el control de los fondos públicos, y vemos que el caso de la piratería sigue intocable, a pesar de que se habla que está en niveles de 43 mil millones de pesos y que se dejan de recaudar seis mil millones de pesos.
En el área de impuestos no petroleros han subido un 28.2 % gracias a las medidas enunciadas anteriormente. Pero por otro lado los ingresos petroleros de enero a mayo, comparados con 2014, que fueron bajos, han sido menores en 40.6%, y la producción de crudo cayó en 8.1%. O sea que hay una ineptitud marcada y siguen firmes en sus puestos los que han destrozado a la empresa. Algo muy preocupante es que en mayo se reportó una caída en las exportaciones no petroleras de 8.8%. Esto nos habla de la debilidad del mercado internacional y algo muy grave para el país, pues es el sector más dinámico que tenemos y el que ha generado más empleos después del de servicios.
La Secretaría de Hacienda está enviando al Congreso un presupuesto en el que se revisan 889 programas, y de ellos 734 tendrán una reducción de un 26% en sus ministraciones. O sea que el gasto corriente no se ve que vaya a ser afectado. Por otro lado los consumidores siguen siendo afectados por malos servicios o cobros indebidos, la muestra es que la Condusef, a través de su titular, anunció que aplicó mil 95 multas a los bancos 368, a Sofomes 611, a aseguradoras 71, todo por un monto de $31.8 millones de pesos, pero en nada que se les restituya a los usuarios algo del daño que sufrieron.
Entonces ¿Quo vadis, México? (¿A dónde vas, México?). Con estas formas de llevar la política financiera económica y social, es de pronóstico reservado el futuro, pero usted, estimado lector, tiene la mejor opinión.




