- Inaceptable que el gobierno de Peña Nieto no dé muestras de que esté trabajando para recapturar al narcotraficante
- Necesaria, reestructuración del sistema penitenciario para que estén en la cárcel quienes lo merecen
Fernando Herrera Ávila afirmó que a un mes de la fuga del Chapo Guzmán del penal de máxima seguridad del Altiplano, el Gobierno Federal sigue pasmado y aún no se repone de la vergüenza que significó la evasión de este delincuente: “Es increíble e inaceptable que a un mes de la evasión de Guzmán Loera, la administración del presidente Enrique Peña Nieto no dé muestras de que está haciendo algo para su recaptura”, remarcó el coordinador de los senadores del Partido Acción Nacional, y acotó que parece preocupante este silencio cómplice del gobierno: “Tal vez cree que con el paso del tiempo este asunto quedará en el olvido, en la impunidad, como muchos otros”.
Sostuvo que la postura de Acción Nacional es exigirle al Gobierno Federal que actúe con rigor, con mayor contundencia y asuma un compromiso público contra la impunidad y la corrupción para su pronta recaptura: “La ley debe aplicarse sin discrecionalidad y la justicia debe ser un bien supremo. Los gobiernos del PRI tienden a ignorar el imperio de la justicia para todos y actúan con interés y eficacia selectivos. Esta fuga del Chapo muestra que el sistema penitenciario mexicano atraviesa por una severa crisis, por lo cual urge un rediseño”, apuntó Herrera Ávila.
El senador panista expuso que el 43 por ciento de los reos están por delitos menores a tres años, con lo cual se utiliza el sistema penitenciario sólo para recluir a quienes se deben aislar de la sociedad, como es el caso de los narcotraficantes, que son especialmente violentos.
Herrera Ávila consideró que se tiene que reestructurar el sistema penitenciario para que estén en la cárcel quienes se lo merecen, y no estén quienes pueden tener una mejor condición de vida en libertad.
Reveló además que el Senado de la República espera dictaminar en septiembre próximo reformas a Ley de Ejecución Penal y, en consecuencia, habrá de formular planteamientos muy serios y claros con respecto a un sistema penitenciario ya rebasado: “Debemos aprender de la amarga experiencia que dejó la fuga del Chapo para tratar de mejorar los sistemas de control en aquellas instalaciones con reos de alta peligrosidad para la seguridad pública del país, como es el caso de los penales del Altiplano y Puente Grande”.




