- Fundación Franz Weber trabaja en la promoción de las recomendaciones a México para su aplicación
- Según el Comité de los Niños de la ONU, el 96.69% de los municipios permiten la actuación y acceso de menores a eventos taurinos
Como parte del Foro Infancia sin Violencia, la Fundación Franz Weber México trabaja junto a organizaciones civiles de todos los estados, tanto protectoras de animales como en materia de derechos humanos y atención a la infancia, para informar a las autoridades sobre las recomendaciones emitidas por la 69 sesión del Comité de los Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), entre las que se destaca a la tauromaquia como uno de los peores trabajos infantiles por la violencia generada en el espectáculo.
Gustavo Lozano Guerrero, representante de dicha asociación, recordó que la ONU ha analizado a los ocho países taurinos que existen en el mundo (Francia, España, Portugal, Colombia, Perú, Ecuador, México y Venezuela, sobre el fenómeno de la tauromaquia con relación a los menores de edad; en 2014 se entregó un informe titulado El Niño y la Tauromaquia con el que se logró llamar la atención de los expertos en cuanto a la vulnerabilidad de los derechos de los niños y adolescentes cuando participan en espectáculos de esta naturaleza como toreros o como espectadores.
A propósito de los exámenes periódicos universales que realizan a todos los miembros del Comité de los Derechos del Niño, éste emitió, el 8 de agosto del 2015, recomendaciones al Estado mexicano con alrededor de 200 observaciones, como la pederastia, migración, conflictos armados, pobreza y todos los fenómenos que en México vulneran los derechos e integridad de la infancia.
El interés de esta fundación es conjuntar esfuerzos con otras organizaciones locales para dar a conocer estas recomendaciones y sensibilizar a la autoridad sobre que la tauromaquia en esa versión infantil es -según la ONU- una de las peores formas de trabajo infantil ubicados en el catálogo internacional.
La recomendación establece que el Estado mexicano debe de tomar medidas legislativas y administrativas para prohibir la participación de menores de edad en los espectáculos taurinos y similares; lo que trabaja la Fundación Franz Weber es promover este informe ante las autoridades mexicanas, para que en el ámbito de sus competencias tome las medidas necesarias.
La recomendación en sí misma es parte del bagaje jurídico, es de obligatorio cumplimiento para el Estado mexicano, por lo que en lo que corresponde a Aguascalientes se busca sensibilizar a las autoridades, primero informándolas, “sabemos de las desafortunadas declaraciones del alcalde capitalino, quien dijo que a pesar de las recomendaciones el municipio seguiría con las escuelas taurinas, inclusive impulsaría más la actividad”. Por ahora se ha diseñado un plan de abordaje específico pues al ser Aguascalientes un estado con especial arraigo de la tauromaquia, necesita una estrategia distinta al resto del país.
Se buscará no sólo reunión con el alcalde, sino también con el Cabildo completo y con el gobernador en turno, “sabemos que hay dinero público y privado invertido en la tauromaquia y que en consecuencia será difícil abordarlos por los intereses económicos, pero no se trata de gusto sino de cumplir con la normatividad”, se puso énfasis en solicitarle al Ayuntamiento capitalino (inicialmente) que se haga cargo de la recomendación del Comité, mientras que la Fundación cuenta con herramientas jurídicas listas para accionar para hacer valer la ley.
En el caso de Coahuila, se recordó que la prohibición total de la tauromaquia se argumentó en que no querían que en el estado se realizara una práctica que se considera por las Naciones Unidas violatoria de los derechos de la infancia, “el avance es satisfactorio, es difícil pero no imposible”. Ahora bien, el activista aclaró que no se pide que se prohíban las corridas de toros, sino que se protejan a los niños de la violencia que ocurre en la tauromaquia, “nadie pide al gobierno que saque su serial de la Feria, sino que a sus evento son dejen entrar con menores de edad”, ni como toreros ni como espectadores.
Esto se justifica como una corresponsabilidad que tiene todo el país y sus gobernantes pero también de la sociedad, pues en un país tan violentado como México, no es razonable que se permitan espacios donde los niños normalicen la violencia y pierdan la empatía ante el sufrimiento ajeno.
Según datos del informe del Comité de los Niños de la ONU, el 96.69% de los municipios mexicanos permiten la actuación y acceso de menores a eventos taurinos; se identifican 45 escuelas taurinas asentadas en todo el país, los niños que entrenan en estos espacios reciben lecciones teóricas y prácticas de cómo hacer daño físico, comprometiendo, al enfrentar al animal, su integridad física y síquica.
La delegación mexicana que asistió al examen periódico universal de la ONU, se comprometió a cumplir todas y cada una de las recomendaciones observadas, esto en voz de la jefa en turno, Laura Vargas Carrillo, directora general del sistema DIF nacional; al no tener avances, distintas organizaciones civiles de áreas de protección animal, derechos humanos, protección a niños y adolescentes, entre otras, comenzaron con el movimiento nacional de información y promoción.
La coordinadora de Profesionales por la Prevención de Abusos (COPPA) expuso argumentos científicos sobre la participación de los menores de edad en espectáculos taurinos, entre los que se destacan los riesgos de exponer al menos a la violencia de la tauromaquia, la perspectiva sicológica de la violencia en las corridas de toros y al educación violenta que se les da a los niños, la repercusión en el comportamiento social de los espectáculos violentos y la peligrosidad de estos espectáculos desde un análisis siquiátrico.
