- Deben considerarse problemas sociales, sanitarios y de seguridad que acarrea el creciente consumo
- En el ámbito legislativo es obligatorio debatir la despenalización de la mariguana con carácter técnico
La discusión sobre el consumo legal de la mariguana debe desprenderse de posturas políticas y debatirse en el Congreso de la Unión en lo estrictamente técnico.
Este miércoles, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) autorizó la posesión, producción, preparación y uso personal de cannabis. Sin embargo, el fallo se circunscribe únicamente a cuatro personas que interpusieron un amparo para que la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) les concediera el permiso para utilizar esta planta con fines recreativos. En la resolución no se autorizan actos de comercio, suministro o distribución de la sustancia antes mencionada.
La decisión del máximo tribunal establecerá un criterio jurídico para que juzgados y tribunales federales lo repliquen en caso de que lleguen a presentarse más amparos similares en lo sucesivo.
En 2014, el grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD) presentó en ambas cámaras, una iniciativa para reformar el Código Penal Federal y la Ley General de Salud para legalizar, en ciertos términos, el empleo de la mariguana.
Después de ser tabú por muchos años, un análisis serio y responsable podría destrabar el tema en el ámbito legislativo. Para ello es necesario que el uso de esta sustancia, con fines tanto lúdicos como medicinales, se discuta desde diferentes puntos de vista: “como un problema de derechos humanos, como un problema de salud pública en materia de adicciones, pero también como un problema de seguridad que acarrea su prohibición y que genera un fenómeno de delincuencia organizada”, indicó el coordinador de los senadores del Partido Acción Nacional (PAN), Fernando Herrera Ávila.
El grupo parlamentario del PAN en el Senado de la República todavía no ha fijado una postura respecto al particular, sin embargo, está abierto a debatir los pros y contras de la despenalización de esta droga, sin prejuicios de por medio. Es necesario considerar la realidad del aumento de su consumo, su relación con otras adicciones como el alcoholismo y con el aumento de la violencia en el ámbito nacional.
Herrera Ávila hizo un llamado a las diferentes bancadas de la Cámara Alta a discutir objetiva y responsablemente todo lo relacionado al uso y abuso de la mariguana, así como sus propiedades terapéuticas, sin partidizar: “el jefe de gobierno del Distrito Federal tiene muchas cosas que hacer antes que estarse ocupando de estos temas, pero en fin, si el debate se da, que sea en las dos cámaras, con profundidad, inteligencia y seriedad, abordando exclusivamente el terreno técnico y dejando a un lado las posturas de carácter mediático que sólo sirven para la pose de los representantes populares”.




