- Durante el año pasado, se presentaron 248 denuncias de maltrato en Jesús María
- Maltrato intrafamiliar al varón, casi equiparable con el que sufren mujeres, aseguran autoridades
Por cada diez personas que sufren violencia doméstica en Jesús María, cuatro son varones, destacó la directora del Instituto Municipal de la Mujer, Martina Garza Martínez. La prevalencia de hombres maltratados por sus cónyuges es mayor en parejas jóvenes.
Durante 2015 la dependencia recibió un total de 248 denuncias de violencia intrafamiliar, agregó la funcionaria municipal. En 99 de los casos atendidos se detectó que la parte agraviada fue del sexo masculino: “por cada diez mujeres que sufren violencia en sus hogares en este municipio, hay cuatro hombres padeciéndola”.
Destacó que al igual que su contraparte femenina los hombres son violentados de manera verbal, física y sicológica: “en ocasiones vienen mujeres aquí a presentar denuncia o a pedir nuestro apoyo, pero nos damos cuenta de que no nada más son ellas las maltratadas, sino también los hombres; ellas llegan, se autovictimizan pero no es verdad. Nosotros tenemos un protocolo de atención, el cual nos permite darnos cuenta bien cómo es la problemática”.
Comentó que recientemente se recibió el reporte de un joven agresor en voz de su esposa, sin embargo al ser ambos citados por la dependencia se identificó que el acusado era quien realmente sufría violencia intrafamiliar. Se desplegó el protocolo de atención para tal efecto, además de que se escuchó el testimonio de ambas partes.
Garza Martínez aseguró que el año pasado se logró prevenir la disolución de hasta un 30 por ciento de los matrimonios atendidos por el Instituto de la Mujer, pues a reserva de que la violencia sea grave, se invita a los cónyuges a la conciliación.
El apoyo se presta por igual a mujeres y hombres, sobre todo en el ámbito sicológico. Las víctimas masculinas suelen ser más reacios a recibir ayuda institucional, incluso es difícil que se acerquen por ellos mismos a solicitar apoyo a la autoridad municipal. Aún así se cuenta con grupos especializados en la atención a agraviados sin importar el género al que pertenezcan: “quienes han acudido con nosotros sí han ido a la atención que ofrecemos, pero es difícil, sí se logra conciliar la relación en muchos casos, los hemos apoyado y concientizando para que lo reconsideren más que nada por sus hijos, por su familia (…), no le apostamos a la destrucción de hogares ni a los divorcios”.
