- El artista urbano anunció que para el próximo año dejará de hacerse llamar Watchavato para continuar con su nombre real
- Está de visita en Aguascalientes para colaborar con la empresa Insane a la que cederá sus cinco diseños más representativos
“Es cansado ser un personaje todos los días… se me ha olvidado quien soy”, expresó al artista urbano Watchavato tras anunciar que en 2017 dejará de hacerse llamar por este nombre para regresar a tomar su nombre real, este seudónimo lo ha llevado a codearse con personajes tan importante en el street art como HaHa o el propio Banksy.
El día de ayer, el artista urbano oriundo de Culiacán, llegó a Aguascalientes para anunciar la colaboración que llevará a cabo con la marca de ropa local juvenil Insane con la cual compartirá cinco de sus diseños más emblemáticos para celebrar 20 años de su proyecto.
Watchavato, asegura, es un proyecto de nostalgia que se ha dado a conocer en el mundo del arte urbano gracias a las reminiscencias a la cultura sinaloense que abundan en su trabajo como el uso de la imagen de Malverde, conocido como el santo de los narcotraficantes.
Tras 20 años de hacerse llamar Watchavato, su creador declaró transitar por un proceso de desapego del proyecto, el próximo año dejará de hacerse llamar así para trabajar con su nombre real, por lo que prepara algunos proyectos como Ejercicios de Confianza, obra que se realizará en la Ciudad de México en 2017, pero que sólo será vendida en Europa, Australia y Sudamérica.
“Mucho de lo que estoy haciendo por estos 20 años tiene que ver con soltar, con un rollo de desapego, con el rollo de que yo ya me estoy deslindando de Watchavato tiene mucho que ver pero lo quiero hacer poco a poco”, comentó.
Al ser cuestionado por su decisión de dejar el seudónimo de Watchavato contestó, “es cansado ser un personaje todos los días, como dice la banda Bastón… yo también me canso todos los días de recibir mails, inbox, likes y comments con ese nombre; se me ha olvidado quien soy”.
“Ya me cansé de ser Watchavato durante 20 años”, reiteró el artista para después explicar que desde el próximo año pasará a hacerse llamar por su nombre real, “la onda es cómo reconstruirme, rescatarme de todo esto que me sucedió”.
Pese a lo anterior, aseguró estar agradecido con el proyecto que ha sostenido durante 20 años pues lo ha hecho viajar, conocer gente, exponer y ganar dinero pero, sobre todo, “fue una satisfacción que el proyecto funcionara”.
Aunque aseguró que como límite, Watchavato durará hasta 2017, apuntó desconocer el día especificó en el que le dirá adiós, “me gusta que las cosas se den de manera natural, no soy un vato que hace un calendario y dice este día va a suceder… las cosas fluyen de esa manera, natural, no me gusta que las cosas estén escritas ni marcadas para nada”.
Una vez que Watchavato concluya, seguirá realizando arte urbano, sin embargo, sus proyectos tendrán cambios; entre estos, comentó, dejará atrás la temática de la narcocultura que está presente en sus obras actuales al igual que mucho de lo que relaciona con Sinaloa.
Lo que no dejará de hacer, aclaró, es tomar en cuenta a Malverde, icono que se ha convertido en estandarte de Watchavato, “he deseado que mi proyecto siempre está bendecido por alguien, yo trabajo con él por una historia más relacionada con mi madre que con el narcotráfico, pero mucha gente siempre se va con el morbo”.
El primer ejercicio que está llevando a cabo para su siguiente proyecto, detalló, es el de hacer las paces con treinta personas con las que ha convivido en toda su vida para lo cual diseña unos documentos llamados Certificados de Paz, “empecé con mi padre, mi madre, mis seis hermanos y después siguen algunas exparejas y amigos, gentes con las que yo, en todos estos años, hemos tenido una bonita y una intensa relación”.
Durante los veinte años que ha realizado Watchavato, admitió que se olvidó de su familia por estar al pendiente del proyecto, “tampoco tiene nada de malo pero nunca es tarde para recuperar estas cosas”.




