Como conspiración se define un conjunto de actos llevados a cabo por distintos individuos para vencer las fuerzas del líder, las conspiraciones se orquestan en los casos en que a las élites del poder no convienen, por sus intereses particulares, los cambios que el nuevo movimiento encabezado por éste líder representa en hechos concretos; para ilustrarlo de mejor manera podemos traer a cuenta tan solo dos eventos ocurridos en la historia reciente: la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca antecedida por una campaña de descalificación de una supuesta falta de experiencia y la intolerancia contra Mauricio Macri en Argentina hasta llegar a las agresiones físicas. Ninguna tuvo éxito, pero evidenció a los operadores de ello.
En el Partido Acción Nacional existe una conspiración armada y echada a andar en contra de nuestro presidente nacional porque los resultados obtenidos durante su gestión representan una consolidación real del arribo de una nueva generación de líderes que proyectan renovación y capacidad, hoy el PAN tiene el mayor número de gobernadores y alcaldes como nunca en su historia, y cómo absurda consecuencia quienes lo denostan -la gran mayoría plurinominales o beneficiarios de las plurinominales-, saben que ahora las candidaturas ya no serán entregadas a capricho afectivo o sometido de nadie. Hoy en el PAN se requiere liderazgo auténtico en lo local avalado con votos ciudadanos fruto de la confianza popular.
Los argumentos centrales de los conspiradores “pluris” señalan que requieren (ellos) de una definición de Anaya respecto de si aspira a ser candidato en el 2018; es tan absurdo que prácticamente quieren que se firme una renuncia anticipada, los oportunistas quieren un contrato de exclusividad de su proyecto como si el liderazgo de unos se pudiera someter al aval autoritario de otros, como diría mi abuela: “Hitler se les quedó chiquito”. El segundo lamento o argumento presume un agravio por la utilización de los spots a los que por ley, subrayo por ley, tiene derecho el presidente del partido a difundir la comunicación institucional. La puesta en práctica de los spots ni es nueva, ni es única, desde hace años se utilizan por dirigentes nacionales y estatales de todo el país: soy protagonista y testigo de ello, un modelo de éxito de el PAN que replica Ricardo Anaya.
El PAN ni está en crisis ni en una ruptura, lo que está ocurriendo de manera natural es un reacomodo de liderazgos y sus fuerzas aliadas como ocurre en toda institución que se renueva y adapta a los nuevos retos que produce la realidad, bajo la visión de quien escribe, hoy Acción Nacional es un auténtico río portentoso que genera esperanza al país con un caudal que habrá de arrastrar y poner en un mejor lugar todo aquello que le permita encauzar en la dirección correcta las mejores acciones que lleguen a satisfacer al México sediento de democracia de bien común por la “Patria Ordenada y Generosa” en la que pensaron nuestros fundadores. A todos aquellos a los que incomode que Ricardo Anaya haga regresar al PAN a la presidencia de México -detrás de la raya- que está trabajando.
