“El error consistió en pensar que la Tierra es de nosotros
cuando la verdad de las cosas es que
nosotros somos de la Tierra”
Nicanor Parra
Han transcurrido 45 años de la Declaración de Estocolmo, donde se debatió por primera vez la problemática del medio ambiente destacando la importancia del mismo para el ser humano y los demás seres vivos, logró integrar un conjunto de 106 recomendaciones y 24 principios, de esta forma es considerada un parteaguas iuris-ambiental internacional, ya que con ella se inicia la formación del Derecho Ambiental.
Desde 1973, cada 5 de Junio, por mandato de La Asamblea General de Naciones Unidas en su resolución del 15 de diciembre de 1972, se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente. También en ese entonces La Asamblea General de la ONU aprobó la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
En la Declaración de Estocolmo, destacan dos principios: Principio de Responsabilidades, que obliga a los Estados a asumir su responsabilidad internacional cuando con sus actos dañen la ecología de otro Estado; y Principio de Cooperación Internacional, que debe guiar a los Estados en todas las actividades relacionadas con el medio ambiente, teniendo en cuenta los intereses correspondientes de los demás Estados.
La fecha reciente es propicia para reflexionar acerca de cómo se encuentra nuestro medio ambiente, en este artículo haremos un breve repaso de cuáles son los principales logros y avances en la materia, cuáles son las principales limitantes y contradicciones, cuáles son los retos y desafíos a los que se enfrenta nuestra nación y la humanidad entera y cómo es que cada individuo puede convertirse en agente de cambio para lograr un desarrollo sostenible.
El régimen jurídico internacional medio ambiental evolucionó, desde el Protocolo de Kioto en 1997, primer instrumento jurídicamente vinculante por el que los estados desarrollados se obligaron a cumplir metas de reducción cuantificadas de emisiones de gases de efecto invernadero, hasta llegar al Acuerdo de París en 2016. Cabe hacer mención, el desconcierto y el reproche internacional que ha causado el retiro del país con la segunda mayor generación de gases de efecto invernadero, los Estados Unidos de Norteamérica.
En el caso de México, se han logrado formalizar trece tratados bilaterales y cuarenta y ocho multilaterales en materia ambiental. De esta forma, es que se ha podido instrumentar diversas leyes en la materia, incluso nuestro país destaca en el mundo por contar con una Ley General de Cambio Climático.
En el sector académico, es notable lo realizado por la UNAM, por la Universidad Autónoma de Guerrero y por la Universidad Autónoma de Aguascalientes con programas universitarios de medio ambiente. Sin embargo, es necesario impulsar mayor generación y desarrollo del conocimiento en este ámbito.
En el sector privado, aún falta mucho por hacer, del total de energía que se genera en nuestro país solo el catorce por ciento proviene de fuentes renovables, pero sí es plausible como muchas empresas han entendido que el aprovechamiento de las energías limpias tiene como consecuencia reducir la pérdida de utilidades y generar un beneficio al medio ambiente.
En el sector gubernamental, establecemos que aún se requiere la implementación de directrices estratégicas que nos hagan transitar hacia un desarrollo sostenible. En realidad, a nivel federal no ha sido una prioridad impulsar la recuperación y valorización de los residuos que a diario se generan en nuestro país. En este ámbito los esfuerzos más bien han sido locales como lo es el caso del Municipio de Aguascalientes quien tiene como prioridad alcanzar una nueva gestión integral de los residuos pasando por la disminución en la generación hasta valorizar el mayor porcentaje posible de residuos.
En México el problema de la disponibilidad del agua, persiste en cuanto a su distribución desigual y el indebido saneamiento del recurso vital, la pobre innovación en el sistema hídrico y su precario mantenimiento, la sobreexplotación y contaminación de los recursos hídricos.
En nuestro país el transporte público también sigue siendo una asignatura pendiente, el sector transporte es considerado en importancia la cuarta fuente que más genera gases de efecto invernadero, sin embargo, hay pasos importantes como el proyecto de modernización que está emprendiendo el actual Gobierno del Estado de Aguascalientes.
Amigo lector, los retos son enormes porque el cuidado del ambiente no reconoce fronteras, lo que hagamos en un punto de la Tierra repercutirá en beneficio o perjuicio de la comunidad global, cada ciudadano puede y debe convertirse en agente de cambio, modificando en general nuestros hábitos de consumo, recordemos que los recursos naturales no son infinitos y que es un deber ético asegurar su conservación para que futuras generaciones puedan tener condiciones dignas de vida.




