- Cuando se mejoran las condiciones de vida de un lugar, las clases altas ocupan los antiguos hábitats de las clases bajas que son desplazadas
- El fenómeno no es del todo negativo, afirma Óscar Gutiérrez Navarro, catedrático de la UAA
Según Óscar Gutiérrez Navarro, jefe del Departamento de Teoría y Métodos del Centro de Diseño y la Construcción de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), el centro de la ciudad está en proceso de gentrificación; por lo que se desplazan antiguos vecinos para dar paso a habitantes con mayores ingresos económicos.
En términos generales la gentrificación es un fenómeno poblacional que responde al mejoramiento de la infraestructura urbana, pues cuando alguna zona de una ciudad mejora sus condiciones genera que los precios de la vivienda aumenten, lo que ocasiona que las personas con menos posibilidades económicas tengan que buscar vivienda en otras zonas menos favorecidas mientras que sus antiguos hogares son ocupados por habitantes de clases sociales más altas.
Aunque este fenómeno es comúnmente referido en ciudades como Nueva York con su barrio de Brooklyn o incluso la Ciudad de México y la zona de la Roma-Condesa, según Oscar Gutiérrez Navarro, en Aguascalientes también ocurre.
Aunque en Aguascalientes el término no es empleado con mucha frecuencia, lo cierto, según Gutiérrez Navarro, es que se vive de manera parcial y específica en espacios bien localizados como el centro de la ciudad, donde varias calles han sufrido importantes mejoras en su infraestructura, lo cual ha encarecido las rentas y cambiado el giro de los locales comerciales como en el caso de Francisco I. Madero, Zaragoza y Carranza.
Incluso recordó el catedrático, uno de los precedentes que tiene Aguascalientes como un proceso de gentrificación forzado, fue cuando el gobernador Miguel Ángel Barberena Vega emprendió una campaña para mover a las personas de las vecindades de las colonias céntricas de la ciudad hacia lugares periféricos como los Gringos, “Fue un proceso injusto porque quitaron a esta gente de su hábitat, de su área”.
El proceso de gentrificación, aclaró, no es tan malo, pues puede realizarse de una manera en la que se mantenga un equilibrio y que las clases altas y medias puedan convivir como vecinas pues de cualquier manera, es necesario mejorar las condiciones de todas las zonas de la ciudad.
El urbanista insistió en que es necesario aprovechar el proceso para rehabilitar y mejorar las zonas de la ciudad, para dar vida a espacios que ya se tienen y cambiar el concepto de gentrificación por el de re densificación.




