- Conversación con Ángela Leyva Gómez, Adrián Regnier Chávez e Hiram Constantino Huerta Flores
Para la edición 38 del Premio Nacional de Arte Joven, el jurado calificador estuvo integrado por Víctor Guadalajara Rubello, Patricia María Henríquez Bremer, Adriana Calatayud Morán, José Antonio Farrera Soto, y Juan Gilberto Esparza González, quienes determinaron como ganadores del premio de adquisición a Ángela Leyva Gómez, autora de la pieza de la disciplina de pintura Bilis Negra (polítptico); Adrián Regnier Chávez por su video Cardinal Inaccesible; Hiram Constantino Huerta Flores por la obra en la disciplina de dibujo titulada No todo fuego es incendio y Enrique Guadarrama Solís por el grabado Páginas perdidas: Penélope I. A cada uno de los ganadores del premio de adquisición, se les otorgará un estímulo por la cantidad de 100 mil pesos y las obras pasarán a formar parte del acervo del Museo de Arte Contemporáneo No. 8, de Aguascalientes.
El domingo 15 de abril de 2018 se llevó a cabo el 38 Encuentro Nacional de Arte Joven, uno de los certámenes artísticos más destacados en el ámbito nacional que se presenta durante la Feria Nacional de San Marcos y donde fueron reconocidos cuatro artistas :Ángela Leyva Gómez, autora de la pieza Bilis Negra (políptico), en la disciplina de pintura; Adrián Regnier Chávez, por su video Cardinal Inaccesible; Hiram Constantino Huerta Flores por la obra No todo fuego es incendio en técnica de dibujo; y Enrique Guadarrama Solís por el grabado Páginas perdidas: Penélope I.
Tras la recepción de su premio La Jornada Aguascalientes tuvo oportunidad de entrevistar a tres de los cuatro ganadores:
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Ángela Leyva Gómez
Tras enviar trabajos y propuestas de instalaciones desde 2011 finalmente logró salir premiada por una pintura.
En su pintura se pueden ver cuatro retratos desvanecidos como los recuerdos difíciles de estructurar.
“Cada vez me interesa menos que duren los materiales que uso, hasta me gustaría que pronto ya se borraran”
Carlos Olvera Zurita (COZ): Ángela, ¿dónde estudiaste?
ALG: ¿La escuela? La Esmeralda, la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado que está ahí en Churubusco y Tlalpan.
COZ: ¿Tú eres de la Ciudad de México?
ALG: Sí, yo soy de la Ciudad de México. Antes estudié la preparatoria en un centro de educación artística que también es del INBA (Instituto Nacional de Bellas Artes) y de ahí pasé a La Esmeralda que ya es como la parte más como de la profesionalización pero de ahí salió la Extensión de Artes Plásticas pero ya en la Universidad, esa parte estuvo más enfocada tanto a las visuales como a las plásticas porque ya incluye fotografía, video y demás. Entonces digamos que yo tomé la especialidad de pintura en La Esmeralda y ya saliendo empecé a trabajar más como con medios distintos y esto tuvo mucho que ver con lo que hago ahora, como despliegas una idea en distintos medios.
Justo la pintura empezó a tomar un papel menos protagónico en mi trabajo pero más lo que estaba haciendo, los retratos; trabajé como en relación con las historias, a la relación entre los seres humanos; este último proyecto lo trabajé y recibí una beca del Estado de México, una Pecda (Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico); proyecto para el que trabajé un año y que se expuso en el MAM (Museo de Arte Moderno) y bueno, así he seguido.
COZ: Entonces, entiendo que dejaste la pintura de lado y ¿a qué te dedicaste después?
ALG: Digamos que la dejé como medio protagónico, no me dediqué cien por ciento a pintar a oficio y a taller, me interesó más como podía hacer yo relaciones con lo que estaba trabajando, estas cuestiones de las relaciones, los afectos y demás, pero no quería que nada más eso descansara en la pintura, si no también quería ver cómo podía desplegar en otros medios porque me interesaba mucho el espacio, compensando también el espacio pictórico, como este se despliega al espacio, es decir, no sólo lo bidimensional.
COZ: O sea, ¿haces instalaciones?
ALG: Exacto, sí, exacto.
COZ: ¿Y qué más haces, escultura también?
ALG: Pues no, más como instalación pero no lo niego, de pronto sí me animo. Es decir, yo no me dedico, no tengo oficio de escultora pero sí, de pronto hay piezas que tienen que ver con eso. Más bien como que voy viendo que le va a lo que estoy trabajando, como que cada pieza tiene su resolución en sí, como por ejemplo la última que trabajé, tenía que ver con pérdidas amorosas y trabajé con velas similares a las que hacen en los mercados que son para recuperar o para hacer hechizos.
COZ: ¿Esas que vienen en los vasitos?
ALG: Exactamente. Entonces empecé a trabajar con objetos y con esas velas, digamos que yo lo veía o lo veo como escultura o como objetos escultóricos pero no precisamente tienen una fuerza en el medio en sí, si no como que conecta más al proyecto.
COZ: Me llama la atención que precisamente hayas ganado con una pintura.
ALG: Sí, a mí también me llama la atención, pero es algo que nunca lo he dejado.
COZ: ¿Pensaste en algún momento mandar una propuesta de instalación?
ALG: ¿Sabes? Yo tenía tiempo como mandando mis piezas al concurso, desde 2011.
COZ: ¿Cuántas veces lo has hecho?
ALG: De 2011 para acá.
COZ: ¿Todos los años?
ALG: Todos los años mandaba algo, en 2011 tuve unas piezas que tienen que ver con esta serie, ya había mandado instalación, pero ¿sabes? Como que creo que la pintura en realidad nunca la he dejado y como que siempre ha habido una necesidad de volver a ella.
COZ: ¿Todas las veces que mandaste fueron instalaciones?
ALG: Pues tenía que ver con el proyecto que en ese momento estaba trabajando, que tenía que ver como con esto de las becas.
COZ: ¿Ya habías ganado aunque sea una mención?
ALG: No, nunca había ganado mención, pero te digo, los cuadros eran como de una serie similar, pero bueno, es que en sí, nunca he dejado de pintar y como que ya este era el cierre, porque ya no podía meter más, ya tenía el límite de edad, ves que es hasta los treinta años y entonces dije “Bueno, cerremos con pintura, porque al final es a lo que siempre regreso, a la pintura”.
COZ: ¿No te llama la atención?
ALG: ¡Claro! Pues sí, ya voy a pintar siempre.
COZ: No, digo, pero a lo mejor, ¿Sabes? esta onda de la vocación y del…
ALG: Pues sí eh, la verdad en sí, lo que más he hecho es pintar, pero creo que sí, eso creo que me pudo demasiado, estar en el taller, pero la verdad que la pintura es algo que te reclama un tiempo que yo no estaba dispuesta a dar porque necesitaba hacer otras cosas, por mi propios proyectos, por más necesidades de investigar otras cosas.
La pintura como medio es vastísimo y la verdad que me sobrepasó, me cansó, y tuve que irme a otra cosa, pero al final siempre retorno, creo que siempre pienso las instalaciones y mis procesos desde la pintura.
COZ: ¿Qué posición tienes en esta discusión sobre de las instalaciones son arte o no? Digo, porque te englobas en los dos polos, ¿no? En algo cuantificable como la pintura y algo efímero como la instalación.
ALG: Pues es que justo pienso que cualquier cosa ya en sí, que exista, puede ser cuantificable, puede ser pintura o instalación.
COZ: ¿Incluso performance?
ALG: Pues sí, digamos que tiene un momento, como que empieza y termina, puede haber un registro de eso, sabes que, no sé, todavía no termino de entender esa discusión. Yo creo que tal vez, de pronto puede realzar el lado más preciosista de los medios, el que un artista deba tener oficio, que bueno, pienso que sí; pero creo que para decir algo no es necesario nada más tener ese preciosismo, pienso que hay que ser como más, no sé, pienso que deberíamos poder darle la vuelta a lo que vas a decir para llegar a un objetivo, o sea, para que exista, ¿no?, y aunque deje de existir en 5 segundos, que eso tengo una resonancia.
COZ: ¿Qué quieres decir con la obra que ganó? Son varios retratos, ¿no?, cuentan una historia, supongo.
ALG: Sí, son cinco. Híjole, tiene que ver con algo más, no sé, es que en sí no sé qué quiere decir, más bien es como una sensación que tengo, a veces me pasa que quiero recordar algo y no puedo estructurar bien ciertos recuerdos, no sé, quería reflejar esa sensación, justo la pintura tiene que ver con una sensación del espacio.
COZ: Por eso están borrosas las caras.
ALG: Sí, totalmente, sí, lo que me interesaría, más que decir algo, en sí es algo es mostrar una sensación; justamente me estorba demasiado de la pintura el tratar de decir algo. Lo que me interesa de lo pictórico es mostrar esas sensaciones y con estos rostros que se están desvaneciendo es como dejarlos ir.
COZ: ¿Y es parte de tu estilo o en realidad ese es totalmente el mensaje que querías dar?
ALG: Sí, tiene mucho que ver con mi estilo, eso borroso, eso difuso, como que es asible y no, como que en cualquier momento se va a perder y hasta algunos materiales que uso en otras pinturas yo pienso que tarde o temprano van a dejar de existir porque justo, como que conociendo ese oficio, cada vez me interesa menos que duren los materiales que uso, hasta me gustaría que pronto ya se borraran.
COZ: Increíble… ¿Es importante ganar este premio para ti?, porque se hablaba en pasadas ediciones de que perdió su relevancia a nivel.
ALG: No, yo pienso que sí tiene bastante relevancia, muchos colegas míos también intentan ganar. Pienso que sí, creo que es un premio que sí es importante, para mí es como un cierre y como una apertura, justo esto que comentabas de la pintura, voltear a verla, justo lo contrario a lo que decía yo, que se esfuma.
COZ: Ángela, pues muchas felicidades.
ALG: Muchas gracias.
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Adrián Regnier Chávez
Con su premio se convirtió en el primer ganador de un Premio de Arte Joven por un proyecto de animación.
Su obra muestra los resultados de someter el Himno Nacional a las interfaces de análisis de voz de Google.
“Desde que empecé a producir video ha sido un reto porque en gran medida seguimos relacionados con los principios comerciales de la venta de obra”
Carlos Olvera Zurita (COZ): Hola, Adrián, en primer lugar me gustaría que te presentaras.
Adrián Regnier Chávez (ARC): Soy Adrián Regnier Chávez, artista visual de formación en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado Esmeralda de Bellas Artes en la Ciudad de México.
COZ: La otra ganadora también es de ahí.
ARC: Sí, Ángela Leyva también es de ahí, ella es un par de generaciones más arriba pero sí, la conocí hace algunos años.
Estudié en la Esmeralda pero hacia la mitad de la carrera me especialicé en vídeo y rápidamente en animación experimental, parte de lo que podemos ver en el Encuentro Nacional de Arte Joven son dos piezas: Cardinal Inaccesible y D, gané con Cardinal Inaccesible que es más animación experimental y D es eminentemente más animación.
Desde hace seis años es que me he especializado y formado en modelo de vida con base en producir animación pero fuera de los cánones establecidos no solamente en México, sino en el mundo de lo que es la animación.
Mi animación se diferencia en no contar historias con el modelo tradicional sino de una perspectiva no convencional, no fijándose en personajes sino en conceptos e historias que son vigentes en nuestro mundo actual pero adaptándolas a una estética que siempre esté empujando los límites del medio.
COZ: En el caso de Cardinal, qué estás contando.
ARC: Esta pieza es un ejercicio de someter la letra el Himno Nacional de los Estados Unidos Mexicanos a los algoritmos de interpretación de lenguaje de Google que tenemos todos en nuestro celular. La idea es que, bueno, todos hemos tenido estas desventura de solicitarle ayuda a Siri o a Google y fallan, es decir, tú le pides algo y te da diez versiones de esa petición pero no lo adecuado, te malinterpreta.
En esta carrera que estamos conociendo de las inteligencias artificiales y las interfaces humanas es curioso que en su interpretación de nuestra lengua y nuestros deseos puede expandir incluso sobre los mismos porque no son solamente herramientas que interpretan, son también herramientas que para nuestra comodidad están hechas para complementar nuestros intereses e inquietudes.
Por un lado es eso y por otro lado mi interés provino por las palabras que están tan insertas en el imaginario colectivo de un país, de un individuo como soy yo y de generaciones. Como ese imaginario abstracto choca o interactúa con este otro, el de las tecnologías y los nuevos medios.
Para mí, mi obra en general trabaja con lenguajes de múltiples tipos: los visuales y los conceptuales también; por supuesto que el lenguaje hablado y escrito son muy importantes.
Poner esas tecnologías emergentes en función o en articulación polémica con algo tan inamovible como es una identidad nacional que tenemos desde hace más de 100 años, que repetimos las mismas palabras desde entonces; analizar qué tipo de evolución tiene la relación entre estas mismas palabras que a su vez son relaciones entre conceptos; de eso se trata la pieza.
COZ: Siento que me estás espoileando toda la obra pero, qué resultado dio el experimento (por fallas en la instalación la obra sólo prendió durante la entrega del premio, pero volvió a funcionar en los días consecuentes).
ARC: Por supuesto que un proceso de edición que hice con Diana, mi esposa, porque parte de esta exploración da mucho ruido blanco, mucho azar que sin duda es valioso, pero creo que entre este ruido blanco se esconden pequeños correlatos: desde rimas recurrentes hasta motivos polémicos, surrealismo puro, incluso lugares comunes; entonces creo que es interesante que en esta dispersión de la forma del algoritmo hay algo presente como en el resto de mi obra: pequeñas semillas de contenido que hacen fundamental la experiencia del espectador para engarzarnos pero no en el espíritu de que cada quien construya la experiencia, pues sí hay ejes vectores importantes que guían la producción y la contextualización de la obra.
Sin duda, es una pieza política, por supuesto, pero también creo que es importante que mi obra en general busca dislocar cosas a las que estamos muy acostumbrados como en este caso con el himno o la tecnología; una vez que se desmenuzan esas partes, es el lugar donde el protagonista se resignifica.
COZ: Someter a una resignificación a algo tan solemne como el Himno Nacional es de por sí controvertido, independientemente de los resultados.
ARC: Sí, de hecho la misma realización de la pieza requiere una investigación a priori y a posteriori sobre qué reglas inamovibles o consecuencias se pueden tratar. Es parte de nuestra responsabilidad como artistas el investigar y saber que líneas cruzar y cuáles no, de qué manera asertiva lo podemos hacer porque no creo que una obra como esta se beneficie de ser anárquica o contestataria ni tampoco de definirse con eso, creo más bien que las obras de arte efectivas son las que son las más sinceras y esta obra.
Aunque no es parte de lo que yo más comúnmente hago, de lo que más abrevo, esta obra sí es consistente con el concepto de nación a pesar de que para mí es muy difícil la definición de una nación, de los límites internacionales, la definición de las problemáticas únicamente con lo que las fronteras permiten, incluso las políticas; en ese sentido he aprendido a contextualizar esta obra como política pero también es un poco lo que egoístamente hago: abrir al mundo las puertas para que vean un poco las cosas como yo las veo, no necesariamente ataviadas a estos conceptos.
Son funcionales sus principios y relaciones funcionales, pero creo que tenemos demasiada historia, demasiado tradición que ha generado problemas y ha dado también muchos valores, ha dado historia rica pero creo que también parte de la historia es la que se transforma en el momento y la que se puede comenzar a contar, no necesariamente como un nuevo México, sino como, justamente eso, con las partes que se nos entregan una vez que se desmenuzan, qué historias queremos empezar a contar.
COZ: Me parece y estoy casi seguro que es la primera vez que la animación gana un Premio Nacional de Arte Joven Aguascalientes, ¿Cómo notas los espacios para la vía en la que te desarrollas?
ARC: Pues desde que empecé a producir video ha sido un reto porque en gran medida seguimos relacionados con los principios comerciales de la venta de obra. Cuando hablas de arte digital, de video que puede estar en más de un mismo lugar, es difícil que los coleccionistas o a las instituciones les interese o les convenza adquirir obra.
Sin embargo, hay muchas oportunidades. En mi experiencia por supuesto que va acompañada del trabajo, la ocupación y la dedicación de mis seres queridos, pero definitivamente México muestra rezagos no solamente formales, sino ideológicos, económicos que trastocan generaciones en ese sentido.
Hay instituciones que están haciendo esfuerzos importantes pero afortunadamente y desafortunadamente es un tema que arraiga muchas cosas: la relación no solamente con las tecnologías sino con el conocimiento y con las ideas.
En ese respecto es un reto descerebrar que las instituciones empiecen a abrirse, que le den la bienvenida, porque no se trata ni de video ni de tecnología, son los conceptos y en el conocimiento del uso de las tecnologías y los lenguajes es en el que se genera no solamente arte más completo, sino experiencias como conjunto, como seres humanos, nos dan muchas más herramientas de las cuales partir.
COZ: ¿Cómo notas la posición de tus compañeros al respecto? Los de los medios tradicionales.
ARC: Pues veo que siguen expresándose en lenguajes que, aunque parecieran que llevan muchos años de consolidarse, siguen buscando como expandirlos porque no por usar tecnología quiere decir que abandonas los medios anteriores, creo que eso debe de ser el espíritu de mejora continua. Entonces por supuesto que desde el vídeo celebro que la pintura, el dibujo, el grabado, sigan haciendo su trinchera y pues enhorabuena.
COZ: ¿Cuántos años tienes?
ARC: 28.
COZ: Perfecto, muchas felicidades.
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Hiram Constantino Huerta Flores
Desde lejos sus dibujos ganadores parecen una serie de fotografías de erupciones volcánicas pero de cerca muestran rostros
Según Huerta Flores este triunfo resignifica la disciplina del dibujo
“Ganar ese tipo de premios es muy importante porque te dan la oportunidad de experimentar otras cosas que no podrías sin el apoyo económico, sin estar preocupado por pagar la renta”
Carlos Olvera Zurita (COZ): Hiram, pues antes que nada me gustaría que te presentaras.
Hiram Constantino Huerta Flores (HCHF): Mi nombre es Hiram Constantino, soy de Guadalajara, Jalisco, aunque actualmente vivo en Zapopan. Estudié la Licenciatura en Arte Visuales con la especialidad en Dibujo y Estampa y tengo 30 años, es decir, esta era mi última oportunidad de participar en el concurso y de hecho esta fue la segunda vez que participé.
A diferencia de otros concursantes más jóvenes para mí fue complicado encontrar mi rama, que es el dibujo ahora. Últimamente lo que más trabajo es el dibujo en diferentes soportes y uno se sorprende al saber que queda seleccionado, pero sobre todo de ganar, pero me dio muchísimo más gusto porque creo que es una obra que habla sobre lo que estoy haciendo no sólo en cuanto a la técnica del dibujo sino a los temas que manejo como la sociedad, la política, la violencia, los paisajes poéticos.
COZ: Vi mucho dibujo en esta edición del premio, ¿Tú como dibujante qué puedes decir al respecto?
HCHF: Creo que se está resignificando el dibujo en parte porque lo digital nos envuelve día a día. A pesar de ello el dibujo sigue siendo la manera más simple de comunicarnos, como cuando hacemos notas y agarramos un lápiz, dibujamos, incluso con las tabletas electrónicas la gente sigue dibujando: los doodles, sketch o mapas mentales. Yo creo que es la forma más cercana que tenemos para comunicarnos porque al fin y al cabo es la interpretación del mundo que tenemos cada quien
COZ: Es el primer paso para las artes plásticas.
HCHF: Incluso para escribir, cuando uno empieza a escribir empieza dibujando; yo doy clases de dibujo en una universidad y casi siempre me encuentro con estudiantes que no saben dibujar, que no pueden dibujar y para mí la práctica es lo que te da la técnica.
COZ: Oye, me gustaría hablar de las nueve piezas que ganaron, ¿Qué narran?
HCHF: El título es No todo fuego es incendio, no todo fuego es revolución y con este trabajo quiero hablar de la violencia que está impregnada dentro de nuestra naturaleza. Los dibujos son erupciones volcánicas, estas nubes enormes, estos incendios provocados; la pieza pretende representar lo que siempre queda a medias, como puedes generar algo y crees que todo ese movimiento va a cambiar todo pero, al final, solamente queda en eso: una llama, un incendio o un fuego que sin embargo no pasa de eso. Nos preocupa en ese momento, pero pasa y uno se queda como a la mitad ¿Qué es lo que sigue? ¿Qué es lo que puede pasar? No hay un cambio.
COZ: Estoy viendo en el celular y ya le entiendo más al tema de las erupciones volcánicas, porque cuando yo lo vi en vivo lo vi muy cerca y veía rostros ¿Es intencional que se vean estas caras?
HCHF: Sí, bueno, no era tan intencional que se vieran rostros pero sí era muy importante para mí que fueran lo suficientemente abstractos para que tuvieran una interpretación particular pero al verlos de lejos pues sí se ve más como una forma. Me han preguntado mucho si es una fotografía y no, es dibujo.
COZ: De cierta distancia de verdad parece una fotografía.
HCHF: Sí pero a mí me gusta mucho lo abstracto y de cerca sí se ve que es un dibujo, se ven las líneas, se ve el trazo, porque la fotografía ya está ahí. No quería que se enfocara en la técnica, de hecho por eso el título tiene cierta carga poética, quería trabajar en eso, está hablando más allá del paisaje que se ve, de algo destructivo que no pasa todos los días.
COZ: Oye, generalmente el dibujo no se vende tan caro como una pintura o como un óleo por ejemplo ¿Hay mercado para los dibujantes emergentes?
HCHF: Hay mercado para todo, pues el mundo se está abriendo mucho más gracias a la globalización.
Estuve trabajando un tiempo en street art en Guadalajara y yo decía bueno ¿Cómo venden sus murales? Luego ya te das cuenta que sí, venden prints, venden dibujos, bocetos. Ahora con las redes sociales es más fácil para todos.
En ese sentido ganar ese tipo de premios es muy importante porque te dan la oportunidad de experimentar otras cosas que no podrías sin el apoyo económico, sin estar preocupado por pagar la renta, el apoyo o el transporte. Con estos estímulos podemos trabajar un cierto tiempo enfocándonos en lo que queremos decir y no tanto en que podemos vender o no.
COZ: Precisamente el año pasado se generó el pensamiento de que había bajado la calidad del concurso, ¿tú cómo lo percibes?
HCHF: Últimamente yo he tenido ese pensamiento porque igual que mis colegas en Guadalajara, y de hecho, como lo hablé con los otros ganadores, creo que bajó la que la calidad pero porque nosotros dejamos de confiar un poco en este tipo de concursos porque queramos o no, cuando seleccionan a otro tipo de artistas, nos vemos y cuestionamos nuestro trabajo, que le falta, ¿Es el tema? ¿Es la técnica?
COZ: ¿Que crees que se juzgue más en este premio, la técnica o la temática?
HCHF: Tiene mucho que ver la temática, porque en cuanto a técnica hay muchísimos artistas muy buenos y sería complicado sólo basarse en eso. Me gustaría pensar que la temática también tiene que ver, es decir, figurar tiene que ver al fin y al cabo con la solución que le das a la temática pero siempre queda esa duda; siempre me va a quedar esa duda.
COZ: Ya cuando te toque ser juez vas a saber.
HCHF: Espero que no, qué difícil decidir, si de por sí es difícil saber qué pieza mandar.
COZ: ¿Tú tenías otras candidatas?
HCHF: Sí, mandé tres piezas y las otras eran también políticas pero menos abstractas, de todos modos creo que la temática era similar.
COZ: Pero ninguna más la que mandaste fue seleccionada ¿verdad?
HCHF: Sí, exactamente, sólo esa quedó.
COZ: ¿Crees que se hayan dado cuenta y que por eso no la seleccionaron?
HCHF: No, creo que simplemente esta tenía más contundencia, de hecho esta es la pieza en la que yo confiaba porque ya tenía tiempo trabajándola y es más o menos lo que ando haciendo y, en ese sentido, quedó la que tenía que quedar.




