- Debe el estado asumir el problema de violencia en pareja atendiendo a la Ley General de Víctimas
- Se requiere mayor presencia de sicólogos en planteles educativos públicos
No se toma en cuenta a los sicólogos en los proyectos gubernamentales, aun cuando especialistas en el área de salud mental deberían estar integrados a los sistemas educativos y de salud a fin de atender los problemas de la población y evitar conflictos como la violencia intrafamiliar, o incluso para atender a víctimas de este tipo de delitos, consideró el presidente del Colegio de Psicólogos de Aguascalientes, Aurelio Coronado Mares.
Señaló que en particular, en el tema de la violencia de pareja, se debe asumir por el estado atendiendo a la Ley General de Víctimas, para prestar la debida atención a quienes sufren este tipo de agresiones; “es muy importante cuando estamos hablando de coacciones de salud mental, debe ser una perspectiva transversal para que todas las instituciones tengan algo de salud mental y no se lo dejemos a los particulares”, resaltó.
El sicólogo urgió a la creación de un Instituto de Salud Mental, planteado como un organismo público independiente de Salud Psicosocial; explicó que si bien se cuenta con una dirección en Salud Mental, depende de una secretaría, lo cual limita su recurso para operar; hay en el estado Unidades de Salud Mental, pero todas carecen de presupuesto suficiente para potenciar las acciones que se pueden emprender y atender desde éstas.
Coronado Mares recalcó que la salud mental tiene que ver también con otros derechos, no sólo con la salud como tal; subrayó que debe ser un esquema multidisciplinario, en el cual se le apueste con educación a la prevención social de la violencia, involucrando urbanización y construcción de ciudadanía.
Destacó la importancia de que los espacios públicos se adecuen para que las personas se puedan encontrar en armonía y paz, abonando a la salud mental; “es transversal, y es un punto que hemos dialogado con las autoridades, insistiendo en que pongan mayor atención a esta área de la salud”,
Indicó que actualmente se ha procurado mayor presencia de sicólogos en el sistema público, que acuden a los planteles educativos, pero no es tan frecuente que los niños y jóvenes reciban una constante atención; es insuficiente, ya que se carece en las instituciones públicas de especialistas en el área que estén de planta para orientar a los estudiantes, participan en la solución de problemas de aprendizaje, pero no les ofrecen una verdadera atención en cuestiones relacionadas con la sicoterapia. “La vida privada se debe respetar a menos que haya violencia, entonces se vuelve público; el Estado debe monitorear y estar ahí, adentro, de donde las familias lo necesitan, no deben venir a nosotros”.
