Se suponía que BuzzFeed era el medio nativo digital que iba lograr lo que nadie más. Tenían el buenpedismo y la innovación necesaria al adaptar el formato de advertoriales y cobrar un plus al implementar una agencia creativa en casa para dar el efecto BuzzFeed a los anunciantes. En cierta manera eran todo lo contrario a los sitios enormes (periódicos o portales veteranos) con sus anuncios display ligados a los estándares de la publicidad digital. Por ejemplo, en el sitio de LJA puedes ver un banner enorme después de nuestro cabezal y otros tres que se generan (según tu historial de navegación) entre los párrafos.
BuzzFeed tenía listas atractivas que al final revelaban que eran un anuncio (pero buenpedo) de Domino’s Pizza o alguna serie de Comedy Central. El efecto era tan genial que incluso tenían el efecto contrario a cualquier publicidad típica: uno terminaba compartiendo la lista de tan divertida que era. Claro, este tipo de venta directa para grandes marcas no iba sostener a una de las compañías de medios más prometedoras de la última década, y lo que el público en general no toma en cuenta es que BuzzFeed es una firma financiada por firmas de venture capital y algunos socios holgados (como el fundador Jonah Peretti y su asesor Ken Lerer, ambos billonarios por la venta del Huffing Post que también fundaron).
- Los tiempos alcanzaron a BuzzFeed dentro de una carrera fascinante. Primero, no es poca cosa su hazaña en la que se reinventaron al dejar de tener como prioridad al sitio web, para experimentar con llevar su identidad a plataformas. Así dominaron Facebook, con éxitos virales que cientos de agencias y medios han tratado de imitar (¿te acuerdas del melón que explota en un live?, ¿y el formato de Tasty?). Y así generaron un negocio exitoso en YouTube, dejando una vez más el ejemplo de cómo un medio puede saltar al vídeo sin depender de las personalidades a cuadro (que son desechables para el medio).
La otra gran historia es cómo formaron una operación robusta de noticias que ha puesto a temblar a Donald Trump y que su peor enemigo es la misma marca BuzzFeed. El comentario que uno solía escuchar -como estudioso de los medios- al recomendar BF News era que “mejor se dedicaran a las listas y memes”, siendo que hace al menos 3 años el proyecto era más que eso.
¿Entonces, cuál es la gran decepción? La compañía del contenido viral no ha cumplido las expectativas de ganancias, sus inversores piden mayor eficiencia y han empezado los despidos colectivos a nivel mundial junto al cierre de oficinas completas como en España. Hace unos meses sus intentos de ser un estudio de televisión y cine se han moderado, vendieron un show a Netflix (Follow This) pero con sus talentos más grandes abandonando la compañía debido al maltrato para los creativos, además de que los gastos sobrepasa lo que puede ganar un canal en YouTube.
- Muestran anuncios convencionales en display, como los de LJA, El Financiero o Sopitas. Si BuzzFeed no pudo cambiar la manera en que un medio se vuelve grande, con su ingenio y el poder de una marca para la Generación Z , ¿entonces quién puede?
Extrañamente, leía en un texto de Max Read en la New York Mag, puede ser que el medio más financieramente conservador tenga la respuesta: el New York Times. Su negocio de suscripciones digitales ha crecido, su audiencia premia el gran contenido que generan y a pesar de intentos algo lamentables para parecer cool, en el Times han resistido y perdurado con la fórmula más antaña: gran periodismo, buen copy, fotos de impacto y opiniones contundentes. Pero, como dice el artículo, al final esta ruta nos puede llevar a otro dilema: no todos tenemos Prime Video porque sólo pagamos Netflix. Entonces, en el futuro si existe un medio que nos dé lo que nos gusta, no vamos a gastar en otro y mucho menos en opciones menos holgadas o sin tanta historia por su desventaja natural.
Bocadillo: Vice tampoco pudo. Aunque su historia no es tan carismática como la de BuzzFeed.
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