- La falta de la vivienda asequible ha orillado a las familias en buscar los asentamientos irregulares
- Al mismo tiempo impera la desocupación de la vivienda; tan solo en Aguascalientes hay entre 8 mil y 12 mil casas abandonadas
Enrique Soto Alba, coordinador del Séptimo Congreso Nacional de Suelo Urbano, que se estará realizando en Aguascalientes los días 4 y 5 de abril, informó que en el país entre el 60 y el 65 por ciento de la superficie urbana tiene un origen irregular; en Aguascalientes, según datos de la Secretaría de Gestión Urbanística y Ordenamiento Territorial (Seguot) hay 237 asentamientos irregulares de los que 71 están ubicados en la capital.
Enrique Soto informó que la política de vivienda de los últimos años se ha preocupado más por colocar créditos que por las propias viviendas, lo que ha generado casos muy preocupantes como los de Ciudad Juárez y Tijuana que han expandido y promovido zonas muy poco seguras.
La falta de un suelo asequible para los sectores más pobres del país, pese al trabajo realizado por las dependencias federales, ha orillado a muchas de estas familias a radicar en asentamientos irregulares, como lo señaló Soto Alba.
A decir del coordinador, varios investigadores coinciden que entre un 60 y 65 por ciento de la superficie urbana del país tuvo un origen irregular, por lo que el hecho de que el Estado mexicano haya puesto en las manos del sector privado la resolución de esas necesidades no es la solución: “El gobierno tiene que recuperar la rectoría en materia de planificación urbana de las ciudades”.
El hacer ciudades un poco más compactas, continuó Enrique Soto, permite que estas sean más sostenibles con el medio ambiente, por un lado, pero también las hace más competitivas, pues mandar las viviendas lejos de las zonas de empleo sólo beneficia a los fraccionadores y hace perder competitividad a las ciudades: “Esa es una política que se ha venido presentando en todas las ciudades mexicanas, queremos que el estado retome la rectoría del territorio”.
Los perjuicios de los asentamientos irregulares tienen un amplio espectro, indicó el coordinador del Congreso, pues por ejemplo las tasas de mortalidad infantil se duplican en estos terrenos como también ocurre con la delincuencia: “Combatir la delincuencia no tiene solamente que ver con policías, tiene que ver con generar ciudades que ofrezcan a los ciudadanos mejores oportunidades para desarrollarse”.
El actual Gobierno Federal ha planteado algunos ejes de trabajo, siendo uno de ellos la reconstrucción que se acota a las zonas centrales y del sureste que fueron afectadas por el sismo del 19 de septiembre de 2017 y el mejoramiento barrial a 14 ciudades del país, las cuales a decir de Enrique Soto resultan insuficientes para todo el territorio nacional: “No es que estamos en contra de esa política, está muy bien, pero ¿qué pasa con el resto del país?, ¿qué pasa con el resto de las ciudades que también tienen carencias importantes?”.
En el caso de Aguascalientes, el titular de la Seguot, Armando Roque Cruz, informó que existe una planeación propiciada desde los municipios, sin embargo, hay registrados 237 asentamientos irregulares en todo el estado, de los cuales 71 están ubicados en la capital -siendo el municipio que posee más-, seguido de Rincón de Romos y en tercer lugar Jesús María: “Estamos estableciendo una estrategia para que estos asentamientos irregulares podamos hacerlos regulares y tratar de disminuir el número de asentamientos a la vez que procurar que ya no se sigan dando”.
Jaime Gallo Camacho, director del Instituto Municipal de Planeación (Implan), explicó que estos asentamientos irregulares se establecieron desde hace 20 y 30 años y corresponden a zonas que fueron rurales o ejidales de pequeños propietarios que se fueron urbanizando sin asesoría, acompañamiento, ni criterios de urbanización, que establecen los programas de desarrollo y la legislación actual aplicable.
Por esto, puntualizó el titular del Implan, aproximadamente 22 de estos asentamientos irregulares corresponden a fraccionamientos que no se alcanzaron a municipalizar, es decir, que las empresas que empezaron su desarrollo desaparecieron sin que se completaran las condiciones de habitabilidad a las cuales estaban obligados.
Según Gallo Camacho, el crecimiento territorial expansivo tiene que ver con lo atractivo que es para los desarrolladores el poder ofrecer vivienda en condiciones muy ventajosa para quien construye, adquiriendo predios en la periferia con suelo relativamente accesible, pero el hecho de que estén tan alejados de la zona de equipamiento, los obliga a que se vayan deshabitando de forma gradual.
El año pasado, agregó el funcionario municipal, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo (Coneval) realizó un diagnóstico en el que se detectó que existen cerca de cinco millones de viviendas deshabitadas en el país, ubicadas la mayoría de ellas en el norte de México. Tan solo en Aguascalientes se estima que el número de viviendas deshabitadas fluctúa entre las ocho mil y las doce mil.




