- El gobierno debe de apostar por la inversión en tecnología para plantas tratadoras más eficientes
- Se debe invertir también en colectores pluviales, que, aunque son proyectos millonarios podrían ser una respuesta efectiva ante la problemática de hoy en día
Juan Antonio Lozano Álvarez, profesor investigador del departamento de Ingeniería Bioquímica del Centro de Ciencias Básicas de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), explica que en su proyecto están trabajando con compuestos biodegradables, incluso comestibles, para limpiar el agua residual que proviene principalmente de la industria textil. El objetivo de su investigación es que esa agua al momento de descargarse en los ríos u otros cuerpos de agua, no esté contaminada y no tenga un impacto negativo en el ambiente, así como también poder utilizarla para el riego en el sector agrícola del estado.
Detalla que el problema de las textileras es que “cuando una textilera no trata bien su agua, sale el agua con color rojo, o con color negro, o con color azul, depende de la figura que estés tiñendo” y cuando ésta llega a un cuerpo de agua, lo tiñe de ese color. Eso ocasiona que los ríos o presas afectados no generen la cantidad de oxígeno que deberían por fotosíntesis, pues la luz del sol no logra penetrar esa capa de color, por ende, no se producen los fitoplancton que, a su vez son alimento para microorganismos más grandes. Es decir, se afecta la cadena alimenticia del cuerpo de agua contaminado.
El académico indica que el azúcar xantana es uno de los productos comestibles que está más presente en la cotidianidad y que con ella se ha logrado limpiar aguas residuales para su reúso en riego u otras posibilidades, o para que no contaminen los cauces adonde van dirigidas. Lo ideal es que “no genere ningún impacto ambiental de ningún tipo”.
El profesor exhorta a las industrias textiles a que se abran a estas opciones proambientales, pues de nada sirve que se esté trabajando en investigaciones a favor de la sociedad, si la misma no la aplica para su beneficio. Actualmente no se ha tenido contacto con ninguna empresa de esa índole, no obstante, están en busca de quién pueda aplicar esta tecnología, aunque aún nadie ha atendido su propuesta.
También comenta que no se tiene detectado qué industrias textiles de Aguascalientes están contaminando, aunque se sabe que lo hacen por los cauces aledaños de manera clandestina; no existe la transparencia suficiente como para poder tomar acción en ellas, por eso se hace también la invitación al gobierno para regular la sustentabilidad del medio ambiente y su desarrollo con esa clase de empresas.
Juan Antonio Lozano Álvarez subraya que el problema actual es “que tenemos poca agua, o sea, hay poca disponibilidad y mucha agua contaminada”, es decir, en cuestión de calidad y disponibilidad, el estado tiene un retraso. También señala que las plantas de tratamiento de agua en la entidad no tienen la eficiencia deseable para que al limpiar el recurso salga completamente limpio.
Desde su perspectiva, el profesor investigador opina que las reglas de operación en cuanto al riego de agua en México son muy laxas, dice que prácticamente cualquier tipo de agua se puede usar para riego, sin pensar en las afectaciones directas que puede tener en la salud de quienes consumen los productos agrícolas. Un ejemplo sería el riego de la coliflor, que se cultiva a raíz del suelo y que se queda con agentes contaminantes que no se purifican cuando el agua fue tratada: “Aquí en México y en la región el agua está mal tratada, necesitamos más plantas de tratamiento, eso es un hecho”, además de que se necesita mejorar las que ya se tienen.
Por lo anterior, afirma que el agua que se tiene, además de que se está acabando, está siendo contaminada. El gobierno debe de apostar por la inversión en tecnología para plantas tratadoras más eficientes, así como en colectores pluviales, que, aunque son proyectos millonarios podrían ser una respuesta efectiva ante la problemática de hoy en día. Sin embargo, es mucho dinero el que se tiene que invertir y por eso no se ha hecho, aunque comenta el académico, el gobierno sí está consciente de ello.
Señala que la educación ambiental es sin duda una opción a la que se le tiene que meter presión, pues a fin de cuentas las acciones preventivas en conjunto con las acciones que se pueden realizar ahora podrían presentar un futuro con más certeza para el agua en Aguascalientes.
