Recientemente se han presentado ante la Secretaría de Desarrollo Urbano del Municipio de Aguascalientes tres propuestas diferentes para el desarrollo inmobiliario en el centro de la ciudad, simultáneamente la Secretaría de Obras Públicas del Municipio de Aguascalientes ha anunciado que se comenzará la rehabilitación de varias calles en el centro de la ciudad. Si bien es beneficioso que el espacio público sea modificado para la comodidad de la ciudadanía, no me parece casualidad que ambos eventos estén ocurriendo en este periodo.
Permítanme explicarme un poco más, la presencia de inmobiliarias interesadas en el centro de la ciudad, en combinación con un embellecimiento de la misma zona puede (y presiento que así será) dar como resultado un proceso de gentrificación.
¿En qué consiste este fenómeno? Pues básicamente se trata de la llegada de personas de clases altas para residir en zonas que antes no les resultaban atractivas, esto como consecuencia del embellecimiento de calles, parques, comercios y del bajo costo de las rentas y ventas de casas en estas colonias, trayendo como consecuencia la especulación inmobiliaria, que se encarezcan las rentas, que surjan nuevos comercios enfocados a las necesidades de los nuevos residentes y desaparezcan aquellos que no logran adaptarse al cambio, poco a poco la gente que toda la vida ha residido ahí empiezan a desplazarse a la periferia de la ciudad, pues les es imposible costear las nuevas rentas o empiezan a ser presionadas por las inmobiliarias para vender sus casas.
Lo anterior obliga a la gente a abandonar sus casas, alejándolos también de las opciones de transporte gratuitas disponibles para acceder a comercios, dependencias y trámites, como son el caminar y andar en bicicleta; pero también se acaba el tejido social que existe en estos barrios donde la gente “se conoce de toda la vida”, el sentido de pertenencia, la ayuda mutua, la identidad desaparecen.
Este fenómeno no es una novedad en Aguascalientes, ha ocurrido en la calle Madero, la calle Zaragoza, Carranza, el barrio de El Encino, cada vez vemos más bares, restaurantes, tiendas de artículos de moda y menos habitantes, casi ninguna tienda de abarrotes, menos comercio ambulante ¿a qué se dedicarán ahora las familias que tenían esos negocios?
Estoy segura que la próxima presa de este capitalismo arrollador será el barrio de Guadalupe, ya es posible ver algunas nuevas construcciones de lujo por la zona, algunos vecinos ya empiezan a ser presionados por agentes inmobiliarios, ojalá sea pura paranoia la mía y esté exagerando.
Con esta explicación no quiero decir que las calles del centro de Aguascalientes no deban ser renovadas, todas las personas necesitamos espacios públicos dignos, espaciosos y limpios, que sean amigables con toda clase de movilidad, desde el peatón, ciclistas y persona que necesitan de algún dispositivo para desplazarse, como las sillas de ruedas y andaderas; ciudades que den seguridad a quienes transitan sus calles con suficiente iluminación pública.
Necesitamos una ciudad incluyente de todas y todos, que dignifique cada una de sus calles y sus colonias, con un desarrollo urbano ordenado que no beneficie únicamente a quien pueda costear los precios absurdos de las viviendas, una ciudad que deje de desplazar a sus habitantes y promueva el fortalecimiento del tejido social, dejemos de crear guetos de acuerdo a las clases sociales, mejor hagamos de cada rincón de esta ciudad un lugar deseable para habitar.
@KarinaPizarnik




