La Salud en el mundo habrá de cambiar después de la pandemia. No es posible que después de la estrujante sacudida planetaria sigamos haciendo las cosas como veníamos realizando anteriormente. El Covid-19 nos mandó a encerrarnos en casa y entonces tuvimos que echar mano de un recurso que ya teníamos pero que no estábamos utilizando a plenitud, la cibernética. Los niños comenzaron a tomar clases en línea, los profesores tuvieron que aprender a elaborar las plataformas, power point, reuniones zoom y la gran diversidad de recursos que nos ofrece la tecnología. Y lo mismo hicieron los empresarios, los artistas, los supermercados y los bancos. Y nos dimos cuenta de que muchas tareas pueden realizarse de mejor manera, más rápido, más eficiente y con mucho menor gasto.
La salud no podía quedar al margen. Muchos médicos aprendimos a dar consulta por facetime, Skype o zoom y sobre todo nuestros pacientes. Resultó que los enfermos lo aprendieron mucho más ágilmente de lo que suponíamos. Ahora nos dimos cuenta de que prácticamente todas las personas tienen un teléfono celular a la mano. Claro que no faltará quien diga que esa no es la manera de hacer Medicina. Y tendrá razón ya que la exploración física, la palpación, la auscultación y otros recursos no se pueden sustituir. Y desde luego los estudios de gabinete y las cirugías seguirán haciéndose con los recursos anteriores. Donde quedó demostrada la gran versatilidad que ofrecen estos recursos fue en la Salud Mental. Los psicólogos particulares no tuvieron ninguna dificultad en seguir atendiendo a sus pacientes a la sana distancia. En la terapia lo que se requiere es escuchar y ver el rostro del paciente y ello se puede hacer muy bien con los medios electrónicos. Además, los pacientes sienten una gran comodidad en pagar con su tarjeta bancaria, usando la banca en línea. O sea, todo fácil.
Y es lo mismo en la Salud Mental Pública, o al menos debería serlo. Aquí en Aguascalientes se inauguró en 2004 el servicio de “Te Queremos Vivo” de consulta por teléfono de emergencia para atención psicológica las 24 horas y sigue funcionando hasta la actualidad. En 2018 se inició un nuevo programa en apoyo del anterior, con la integración de todas las redes sociales, también para dar servicio las 24 horas con el nombre de “Vive” aunque después de un cambio administrativo le pusieron el ingenioso nombre de “Ponte Vivo” o sea. Y con ello quedó demostrado que es posible que nuestro Estado tenga una cobertura universal de salud mental todo el año, a todas horas y con gran calidad en la atención a un costo muy reducido, haciéndolo digital en el 80% del servicio. Imagínese Usted un servicio gratuito de asistencia psicológica de elevado nivel justo en el momento que lo requiera. Y para las autoridades sanitarias, con una inversión mucho menor de la actual, ofrecer este servicio a toda la población con un mínimo de centro personalizados. Es posible porque la pandemia nos lo demostró. Ahora habrá que verlo.




