Baja California acaba de vivir un hecho histórico el pasado jueves 16 de julio al rechazar el matrimonio igualitario, con esto se demostró una desvinculación en el tema de los derechos humanos de las personas de la diversidad sexual.
Distintos diputados de diferentes partidos políticos expresaron sus opiniones respecto a este tema, mismo que ha generado gran polémica entre varios grupos de la sociedad bajacaliforniana; más en específico entre los grupos religiosos o también llamados pro-vida, quienes se estuvieron manifestando en días previos para que esta ley fuera votada en contra, algunos hasta amenazaron a más de un legislador para que no diera su voto a favor.
Después de una suspensión el miércoles 15 de julio, día en que oficialmente se llevaría a cabo la sesión ordinaria virtual, esta fue cancelada después de dos recesos por parte de al menos tres diputados que pidieron más tiempo para revisar la iniciativa; fue hasta el día siguiente que se realizó la votación. Quince legisladores fueron los que votaron a favor, tres votaron en contra y siete se abstuvieron de dar sus votos, algunos sin mencionar motivo alguno y otros argumentando que la iniciativa debía revisarse más a fondo.
Tras observar las transmisiones de las sesiones del congreso, uno de los discursos que más rescato, por lo absurdo que fue, es el del diputado Efrén Moreno del partido Transformemos, quien utilizó la etimología de la palabra “matrimonio”, que viene de la palabra “matriz”. Con esto argumentó que el matrimonio tiene como objetivo procrear y las parejas homosexuales no pueden hacer esto. El diputado aseveró: “el Estado reconoce y protege la institución del matrimonio como un derecho a la sociedad, conectada a garantizar y salvaguardar la perpetuación de la especie”.
Lo anterior carece de lógica ya que hay parejas heterosexuales que no necesariamente contraen matrimonio para concebir, y en esto estuvo de acuerdo el diputado de Morena, Juan Manuel Molina. El diputado explicó que existen parejas heterosexuales que no buscan perpetuar la especie, ya que hay quienes deciden no tener hijos o en algunos casos, uno de los cónyuges no tiene la capacidad para procrear. Con esta respuesta el argumento de Moreno se vino abajo.
Algo en lo que concuerdo con lo dicho por Molina, es que este tema se trata de los derechos humanos de una minoría que desde hace más de 30 años ha sido ignorada. Cabe destacar que la Suprema Corte de Justica de la Nación (SCJN), ya reconoció desde hace 10 años el derecho al matrimonio igualitario, sin embargo, esto sólo es posible en algunos estados del país. Este parecía el momento para que Baja California se sumara al avance, pero no fue así.
Es importante señalar que en el año 2000 se presentaron cargos por el delito de tráfico de personas en contra de Efrén Moreno y actualmente es investigado por autoridades estadounidenses como cabecilla de un grupo dedicado al tráfico de personas y narcóticos.
De acuerdo con un expediente del país vecino, Efrén Moreno, junto a su hermano Victoriano Moreno, se han dedicado al tráfico de personas desde hace más de una década y han cruzado a cientos de personas a través de la frontera, obteniendo enormes ganancias, mismas que les han permitido llevar una vida de lujos. Los hermanos también están involucrados en el trasiego de metanfetamina en auto por la Garita de San Ysidro, por lo que actualmente ninguno de los individuos cruza a Estados Unidos.
Resulta verdaderamente sorprendente y tétrico como este “pollero”, ha pasado de ser diputado de la XXIII legislatura del Congreso del Estado de Baja California.
La iniciativa del matrimonio igualitario fue impulsada por la diputada de Morena, Miriam Cano Núñez, quien lamentó la decisión de los siete legisladores que se abstuvieron, pues uno de sus argumentos fue que ahora más que nunca era el momento para que esta ley se aprobara debido a que la pandemia por el Covid-19 nos ha afectado a todos sin importar nuestra orientación sexual. En el caso de las parejas del mismo sexo, se sabe que algunos están pasando dificultades para decidir el futuro del patrimonio que han construido juntos.
Este fue uno de los argumentos más sólidos de la diputada para la aprobación de esta ley. Es uno que comparto totalmente, pues he sido testigo de como parejas homosexuales en donde uno de los dos enferma y desafortunadamente en los hospitales no les quieren dar información ya que no existe papel alguno que demuestre la unión entre ellos.
Otro de los discursos inquietantes que se presentaron fue el de Gerardo López Montes, diputado del PRD, quien mencionó que venía de un matrimonio de más 50 años y que era creyente de una religión, sin embargo, a pesar de no estar de acuerdo con esta ideología, respetaba los derechos e iba a votar a favor porque su partido político así se lo indicaba, pero antes de dar su voto, pidió disculpas a su pastor.
La legisladora Monserrat Caballero en una sesión anterior comentó que estaba recibiendo múltiples amenazas de grupos religioso para que votara en contra de esta ley, sin embargo, fue clara al referir que ella no caería en ese juego, pues la iglesia no debe involucrarse en las decisiones del estado, además que uno de los principios del partido Morena es el de procurar los derechos de las minorías. Cabe destacar que el día de la votación la diputada se molestó y llamó tibios a los legisladores que se abstuvieron de dar su voto, indicó que no les pagan para quedarse callados.
Considero que este suceso se quedará marcado en la memoria del estado como una muestra de la negación de los derechos de las personas de la diversidad sexual, pues no se respetó su integridad ni su derecho a amarse de la manera que ellos deseen al arrebatárseles la posibilidad de casarse.
Tal pareciera que esto fue una muestra de que a algunos diputados se les olvidó que desde hace mucho el Estado y la iglesia ya no van de la mano. El rechazo a esta ley es una prueba del conservadurismo que aún permea a una gran parte de la población de Baja California.
