“Ángeles vestidos de azul”
Juan H trabaja en el área de limpieza e higiene del Hospital General de Zona N° 1, el Centro Covid-19 en el IMSS en Aguascalientes, donde se realizan valoraciones médicas a pacientes sospechosos y se recibe a pacientes en estado crítico, está diseñado para la atención exclusiva de pacientes con patologías respiratorias Covid.
Juan H cuenta a LJA.MX cómo son sus horas de servicio, el sacrificio que implica, el estar lejos de sus hijos, la camaradería que se ha desarrollado entre el personal de este hospital, cómo es ver la muerte de frente, la pérdida de su mejor amigo, el rechazo de quienes saben que está en la primera línea de combate al coronavirus, cómo ha cambiado su vida.
Sus hijos saben en qué trabaja, lo imaginan como un héroe, le dicen que está peleando contra el coronavirus y está ganando, pero Juan H no se considera un héroe, él cree que los trabajadores de la salud son personas haciendo su trabajo de la mejor manera. dando el extra; sin embargo, tras recibir una carta de una paciente, acepta que para quienes enfrentan el coronavirus, el personal pueden ser ángeles vestidos de azul.
Estoy en el área de limpieza e higiene del Hospital General de Zona N° 1. Nuestro horario es de 8:30 de la noche a 8:10 de la mañana. Por cuestiones físicas, de función, tenemos que usar el traje máximo 6 horas. Si nos toca área Covid nos entregan nuestro paquete de protección, nos dirigimos al área de las regaderas, ahí nos entregan nuestro uniforme quirúrgico, que es el que nos ponemos abajo del traje de seguridad, nos cambiamos, nos presentamos en el área, ahí hay un monitor, que es quien te va diciendo cómo vestirte: el primer par de guantes, la bata, las botas, las cofias, los goggles, los cubrebocas o máscara antigases, que algunos hemos adquirido con nuestros propios recursos, para estar más cómodos, y nos presentemos en el área.
Si hay una defunción, hacemos un exhaustivo, ¿qué es un exhaustivo?, primero esparcimos cloro y jabón, se limpia la cama, después de hacer otra limpieza pareja, enjuagar, esparcido y tallado, se retira todo lo que hayan dejado, basura, si tuvo alguna sonda, se retira todo, después de que se hayan llevado el cadáver. Hacemos limpieza general, nuestra rutina, como se le llama, es retirar basura, acomodos, áreas comunes, el área de central de enfermeras, pasillos, y si hay alguna situación con algún paciente, que haya tirado el cómodo o hayan escupido, nosotros vamos y lo limpiamos.
Ver a uno de mis compañeros de batalla intubado y luchando por su vida ha sido lo más difícil. Era un buen amigo mío, yo creo que eso ha sido lo más difícil, verlo luchando, verlo conectado a un aparato, cuando días antes lo había visto cotorreando, haciendo una broma; cuando lo ingresaron platiqué con él, de hecho vacilé con él, estaba sentado en una bata, que lo acababan de ingresar porque le estaba faltando la respiración, estaba batallando, platiqué con él unas cuantas cosas, le hice una broma, me pidió cierto favor, se lo hice, regresé, y ya se veía mal, fue cuando lo internaron, ya después me enteré que le había dado un paro cardíaco, que estaba intubado, luego se recuperó pero se volvió a poner mal, hay una frase grotesca que dijimos, pero cuando él y yo empezamos esto, le dije: qué onda, ¿tienes miedo de esto?, y los dos dijimos al mismo tiempo: el Covid nos la pela, así lo dijimos los dos; pero cuando lo vi, yo creo que eso fue lo que más me pudo.
Mucha gente piensa que esto es un invento, ojalá lo fuera, ayer me tocó ver al primer paciente muerto así de frente, porque los veía ya cuando pasaban en bolsa, y ayer tuve la desgracia, llegar a verlo, el semblante, la boca con sangre, la nariz con sangre, se generan hemorragias y a esta persona la vi muerta y dije, carajo, no te voy a decir quisiera, pero no estaría mal que vieran que esto existe, murió sólo la persona, lo único que veía eran máscaras, goggles y gente pasando, era lo que veía, escuchaba voces tal vez amables, pero no vio una última vez a su familia, un hijo, su familia ya no lo va a volver a ver con vida, las bolsas son grises y hay una parte plástica donde van a ver su cara y es lo último que van a volver a ver, y es algo muy triste, es muy triste todo eso; yo creo que la gente no está siendo empática, no se están cuidando ellos, nosotros como personas jóvenes que tenemos todo, podemos librarla, y ya no tanto porque han muerto personas de 24 años, de 40 años, adultos jóvenes, pero ya cuando ves que van llegando personas mayores, sí hay quienes la han librado, pero cuando ves que llegan en sillas de ruedas, que ya no pueden ni hablar, no creo que hayan salido y se contagiaron, yo creo que les llevaron la enfermedad a casa, y es donde te digo, yo no digo que no salgas, claro, tenemos que salir, muchas personas si no salen no comen, otras tienen que salir a que les dé un poco de aire, salir a la cordura, porque estar encerrado te vuelve loco.
Tengo que ir al sicólogo para mantenerme cuerdo ante todo lo que se ve, te tienes que readaptar al cambio de vida, en tu casa, con tu familia, todas tus relaciones, tienes que readaptarte; estamos como en una guerra, vemos morir gente, vemos morir a nuestros compañeros, sería tan fácil todo si siguieran las indicaciones: usa un cubrebocas, lávate las manos y mantén una distancia, con eso, créeme que así no hubiéramos hecho una cuarentena, esto se hubiera quedado sin avanzar tanto.

Los turnos de la noche son de 12 horas, terminando nos podemos ir a descansar, los momentos eternos son cuando ya sabes que te vas a quitar el traje, porque estás esperando al compañero de enfrente para después pasar tú, para no hacer una contaminación cruzada, el momento en que te quitas los goggles, la careta es sentir aire de nuevo, la brisita más ligera que te pueda llegar es sentir que estás vivo de nuevo, volver a sentir el aire, porque cuando estás dentro no te da el aire, cuando sientes el primer trago de agua porque vienes deshidratado, sientes cómo te corre el agua, es algo muy gracioso y único, sentir cómo cosas tan sencillas se vuelven tan valiosas en este momento, le vuelves a dar valor a lo más simple y sencillo, cuando sales del área, hace poco pude darle un abrazo a mis hijos y es lo mejor que me ha pasado en muchísimo tiempo.
Las ocho horas que te vienen al salir, lo primero, dormir; al salir, te bañas, te refrescas, platicas un rato con tus compañeros, cómo está la situación, qué les espera, les das ánimo, cuando terminas tienes que dar un reporte, cuando salimos nosotros entra el siguiente grupo, vas les das ánimo y así, ya después nos vamos a cenar y después nos podemos ir a descansar un rato; llego a casa y lo primero que hago es darme un baño, acaricio a mi gato que es una de mis adoraciones y a descansar, despertando ya me pongo a atender los negocios.

Yo empecé el año súper bien, tenía unos meses trabajando en un gimnasio y tenía un negocio aparte, iba todo muy bien, físicamente me sentía muy bien, acababa de tener un proceso de divorcio algo largo, estaba viendo a mis hijos, estaba reacomodando mi vida y, de golpe, nos cortan todo, el trabajo en el gimnasio, el trabajo se va para abajo, dejo de ver a mis hijos por esta situación del riesgo, yo creo que el golpe más duro es ese, el dejar de ver a mis niños, lo más complicado, me aisló de mi familia por lo mismo de no contagiarlos, es ahí donde te empiezas a aislar, a ser un tanto huraño, empiezas a ver con malos ojos que la gente salga, que empiece a hacer cosas, dices “yo lo estoy haciendo”, ¿ustedes por qué no?, pero pues, está en cada persona, es un cambio total de vida, mi vida era estar relacionándome con personas en el gimnasio, en el negocio, en el hospital, y de repente estás solo, te quedas solo, por el temor de contagiar o de llevar alguna situación, algún tema, además, quieras que no, alguna gente ha tenido cierta ignorancia y han sido compañeros agredidos, quieras que no te da el temorcito de que no sepas cómo reaccionar o qué vaya a pasar, por eso evitas cualquier relación con la gente que no sepas cómo puedan salir las cosas.
[ev_quote cite=”” align=”left” fontcolor=”#ffeb3b” bgcolor=”#d60057″]”… a las autoridades no les importamos, deberían estar viendo por nosotros, pero somos números”[/ev_quote] Con los compañeros de hospital ha sido diferente, ha habido mucha camaradería entre todos, ya no hay distinción entre médicos, enfermeras y limpieza y directivos, ya estamos trabajando en un mismo frente, codo a codo, como en todo hay rapiña, quienes están buscando la manera de fastidiar, que están buscando una ventaja o algo a su favor, quieren que se les cargue más el trabajo más a unos que a otros, pero hay otros que están dispuestos a trabajar y yo entro, yo me ofrezco. Yo, no es por presumir, pero soy de los voluntarios para entrar al área Covid, dije: yo no tengo nada más que perder, no estoy conviviendo con mi familia, pues qué más da; hay compañeros que sí tienen a su familia y no está chido que ellos que pueden estar con ellos, quitarles esa oportunidad; hay quienes desde un principio nos hicimos voluntarios, pero sí, hay camaradería, por eso me puse a buscar donativos, entre todos nos vamos echando la mano.
Sobre las autoridades, bueno, ese es un tema muy escabroso, porque a las autoridades no les importamos, deberían estar viendo por nosotros, pero somos números, falleció un compañero y su hija, falleció una compañera, hay muchos compañeros infectados, estamos peleando porque nos den de nuevo el equipo correcto y casi casi que nos dicen que no, hay filtros que parecen filtros de café.
Es una perra vendida la líder sindical, no tengo otra palabra, es una perra vendida, entre menos gastos le generes a una empresa y más se ahorre, es mejor para ellos, entonces si tu sindicato no está viendo por sus trabajadores, a la empresa menos le vas a importar. Un trabajador que ya se contaminó de Covid ya no necesita equipo de protección porque supuestamente ya es inmune a la enfermedad, entonces, ¿qué le conviene más a la empresa?, mandarlos a su casa 21 días y que regresen, si murió el compañero, bueno, pues tenemos un fondo utilizable para eso y contratamos a otra persona que lo pueda sustituir.
Hay algo que me ha explicado mucho mi sicólogo, me dice que me prepare, que es como regresar de la guerra, yo creo que tiene razón, por todo lo que se vive, todo lo que se ve allá adentro, no se lo deseo a nadie, estar en mis zapatos ni en los de mis compañeros, los que estamos ahí estamos por gusto, por el trabajo; unos se incapacitaron, se inventaron cosas para pedir licencia; yo creo que saliendo de aquí debemos ser mejores personas, si no sales mejor, creo que nunca vas a poder ser mejor persona, tienes que desarrollar empatía, desarrollar gusto por vivir; después de esto tengo que desarrollar gusto por vivir la vida, porque no sabes cuándo te va a volver a pasar algo así, valorar la salud, valorar a la gente que tienes a un lado, porque no sabes cuándo se te va a ir, saliendo de esto tengo que salir como una mejor persona y pues a vivir la vida de la mejor manera.
Si sabes usar el miedo a tu favor lo aprovechas y vas para adelante, aquí el miedo no es tanto por enfermarme yo, yo me siento bien para aguantar la enfermedad, el miedo es a contagiar alguien, un familiar, ese sí sería el miedo, pero miedo a entrar, no, yo soy de los primeros desde que empezó esto; aprendimos solos, de hecho, yo pido entrar, en vez de quedarme afuera, yo prefiero entrar, porque ya es algo que conoces, aparte terminas, te bañas y te vas a descansar, entonces es más cómodo. Tengo precaución, eso sí, tengo mucha precaución, pero el miedo ya pasó.
Al principio era la incertidumbre de no saber cómo ibas a trabajar, pero ahorita miedo de entrar ya no tengo, puedo decirte que tengo precaución y cuidados, pero miedo como tal ya no lo tengo.
Afuera es diferente, mi mejor amigo, mi hermano, me cerró las puertas de su casa, literal. Es mi socio de uno de mis negocios y tengo que ir a recoger producto porque ellos son los que lo fabrican, le dije: oye voy a pasar, te voy a dejar el proporcional de esta semana y recojo. Me dijo: sí, pero te dejo la camioneta, no pases aquí porque… es que luego se enoja mi esposa y, por favor, no vengas, a ese grado, ¿no? De hecho, hoy me sermoneó porque subí una foto a Instagram y me regañó, qué cómo es posible que yo que estoy en contacto con los pacientes de Covid sea tan inconsciente como para ir a un gimnasio. Le digo: por si no lo sabes, soy de las personas más cuidadas, además de que yo soy el encargado de la seguridad e higiene de ese lugar, no por trabajar en un hospital me van a cerrar las puertas en todos lados.
Empiezo a ver las cosas de manera distinta en cuanto tengo más contacto con la gente, porque al principio no teníamos nada de contacto, pero conforme van pasando los días, no te confías, pero te acercas un poco, porque a final de cuentas son personas como tú y empiezas a generar cierta empatía, ya no sólo lo ves como que es tu chamba, ves el trabajo diferente, no tienen a más gente que nosotros; un paciente, no sé si era hombre o mujer, nos entregó una carta a una enfermera y nos dice que somos ángeles vestidos de azul, me impactó cómo nos dice, porque nos dice a todos en general, dice son ángeles vestidos de azul, créeme que fue un boom en la cabeza, yo estaba perdiendo la fe en todo esto, pensaba que no valía la pena porque la gente seguía normal, haciendo reuniones, se siguen enfermando más, se está saturando el hospital, ahorita yo creo que hay alrededor de 100 pacientes en la torre y en su máximo, ya se va a abrir la otra torre; piensas, ¿vale la pena?, porque ya se han muerto muchos compañeros, un amigo mío está muy grave,
Tuve la oportunidad de platicar con una señora, el domingo, yo traía una máscara de calavera para entrar, porque tenemos que usar caretas, yo me compré una de calavera, se me hizo una puntada medio macabra, estaba platicando con una señora y me pregunta: ¿y su máscara de calavera, joven? Me reconoció porque nos ponen una etiquetita con nuestro nombre y le digo: la dejé en casa señora porque ya me regañaron, que era muy agresiva para ustedes; no me esperé su respuesta, si hubiera visto mi cara hubiera soltado la risa, me dice, pues es para que nos vayamos acostumbrando. Yo solté la carcajada, señora, ¿usted con un humor negro de ese tamaño?, pero esa señora tiene una actitud muy buena, hay otros que están con miedo, tienen mucho, mucho miedo, porque piensan que no van a salir, hay actitudes variadas.
Ahora ya me he dado la oportunidad de ver a mis hijos, ellos saben dónde trabajo. Mi hijo me dice: no puedes verme porque estás en el coronavirus, ¿verdad, papi? Yo les empiezo a explicar y les mando fotos de cuando estoy vestido y todo esto, ellos se emocionan, ve a su papá con una máscara, yo creo que se imagina como un héroe, como un avenger, me ve de esa manera, qué padre máscara, yo quiero tener una, me siento como lo que me gusta hacer, que mis hijos estén orgullosos de mí.
Mi papá está peleando con el coronavirus y está ganando, me dicen. De hecho, tengo un brazo todo tatuado y varios de los tatuajes son dibujitos de mis hijos, de que me han estado alentando, cada que nos vemos me dicen: te tenemos un regalo nuevo, me dan regalos, me dan dibujos, la manera en que me alientan, ya el último no fue muy alentador porque era una tumba con mi nombre que me hizo mi hija, no fue muy alentador. Tienen esos detalles que me dan mucha fuerza, yo creo que mis hijos entienden por lo que está pasando su papá y lo único que sí les digo siempre es: Papá va a volver siempre.
La empatía, la sonrisa se siente, aunque no te la vean, se siente al saludar, un buenas noches, cómo está, madre, cómo, está jefe, en qué podemos ayudarle; yo creo que es un aliento para ellos, no solamente que los estemos cuidando porque sea nuestro trabajo, sienten empatía.
No somos héroes, te voy a decir una frase que escuché de una compañera: no somos héroes, somos personas haciendo su trabajo de la mejor manera. Yo no me considero un héroe, me considero una persona que está haciendo su chamba y que, ahora sí, estoy dando el extra que nos hacía falta.
El que nos hayan dicho Ángeles vestidos de azul, eso me fue algo muy muy grato, yo no creo en ángeles o demonios, no creo en algo así, yo creo más en seres de luz y seres oscuros y yo creo que para esta señora, es que no sé si fue hombre o mujer, te mentiría, somos seres de luz, porque solamente vi la carta cuando nos la presentó nuestra compañera pero que seas luz y que seas como un ángel para una persona, que te vean de esa manera, quiere decir que estás haciendo bien las cosas, yo me quedo con esa frase de Ángeles vestidos de azul,
Te dices: ¿vale la pena?, la gente no está haciendo lo necesario para cuidarse, veo esta carta y entonces digo: sí vale la pena.
Esta es la carta que una paciente escribió a los ángeles vestidos de azul, como Juan H
Dios
Hoy
Me tiene en un lugar muy especial
Rodeada de ángeles
Vestidos de azul
Todos bajo mis cuidados
Ayudando a vencer la adversidad
Con amor y gran dedicación
Siguen desplumando a esta “águila”
Logrando soportar el dolor
Para que el día de mañana
Pueda retomar mi vuelo
Y sobrevolar por los mares
Y elevarme lo más posible
Sin límites, sin temores
Así en las alturas
Planear mi nueva vida
Como una ave renovada
“dejaré de extender mis alas”
Cuando al fin deje de volar
A todo el personal de la clínica uno
Gracias por su dedicación
(especial 3er. Piso)
Águila Guzmán















