En los últimos meses nos han bombardeado con campañas nacionales, primordialmente en redes sociales sobre la denominada “ideología de género”, refiriéndose en sentido negativo a todo lo asociado con el feminismo y la búsqueda de la igualdad sustantiva, calificando al género como cosa de mujeres o cosas de homosexuales.
A diferencia de lo que aseguran los grupos antiderechos, el término ideología de género no surge del feminismo, pues es un concepto que surgió en 1995 como estrategia discursiva del Vaticano durante la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing ante el avance y el fortalecimiento de la perspectiva de género y el reconocimiento internacional de movimientos por la igualdad de género. El discurso cobró fuerza en México a partir de la iniciativa presidencial de 2016 para reconocer el matrimonio entre parejas del mismo sexo en la Constitución, es en este mismo año que surge el Frente Nacional por la Familia.
De hecho, la ideología de género es una invención de la derecha, realmente no existe más allá de lo que manifiestan sus creadores, pero se ha convertido en una herramienta de comunicación y persuasión muy eficaz con una interpretación distorsionada sobre el género, por lo que les resulta sencillo enganchar a las personas que desconocen trabajos teóricos serios sobre este tema, sumándole el manejo de una agenda concreta que incluye el rechazo del matrimonio entre personas del mismo sexo, la adopción homoparental, los derechos de las personas trans, la educación sexual en las escuelas y el aborto; todo bajo el estandarte de los derechos de las niñas y niños, y de la protección de la familia natural. En sí lo que se busca es reinstaurar, ahí donde se ha debilitado, un orden de género que ha servido para negarle principalmente a las mujeres varios de sus derechos.
Este movimiento ha sido cuidadoso en sus mensajes, no propone reformar leyes para restringir los derechos laborales o políticos de las mujeres, ni buscan negarle a los hombres, por ejemplo, el derecho de cuidar a sus hijos, lo que buscan es reinstaurar la lógica que históricamente justificaba este tipo de restricciones, su base es que los hombres y las mujeres son diferentes: física, sexual y psicológicamente.
La falsa “ideología de género”, ya que no existe en la ciencia o en la academia, sólo en el lenguaje y en la política, es una estrategia de manipulación escudada en un discurso por la defensa de niñas, niños y la familia “natural”, pero lo que verdaderamente hay atrás es una táctica de desinformaciones que persigue intereses políticos y electorales con campañas de odio y discriminación.
El Episcopado Mexicano, un segmento del Partido Acción Nacional y el hoy llamado Partido Encuentro Solidario (que encabezan ministros de culto), simpatizan con este movimiento, violando el Estado laico, lo que buscan es imponerse con constantes amenazas, advirtiendo que no habrá espacio para candidatos a los que ellos llaman “antifamilia”.
Con esta manipulación ideológica y de opiniones, se coloca en situación de riesgo el desarrollo de niñas, niños, adolescentes, mujeres y hombres, en un país en el que los niveles de violencia, la intolerancia, el odio y la discriminación van en aumento.
Twitter: @normazamorar9
