Después de aprobarse en el Senado el dictamen que avala el uso lúdico de la marihuana, este pasó a la Cámara de Diputados. Esta asamblea legislativa también aprobó en lo general el consumo recreativo de la cannabis, abriendo una paso a la despenalización de esta planta.
Esta sustancia tiene efectos psicoactivos en quien la consuma, por lo que se ha percibido como un perjuicio para la salud y moral de las personas. A continuación presentamos algunos argumentos que respaldan la legalización de la marihuana y también derriban prejuicios que hay alrededor de la misma.
Menor violencia
Las drogas ilegales, como la marihuana, han estado íntimamente relacionadas al narcotráfico y la violencia que se desprende de este. Después de todo, el cultivo, proceso y distribución de esta hierba ha estado completamente en manos de organizaciones delictivas. Por lo tanto, los ingresos que se obtienen de esta actividad llegan íntegros al crimen organizado.
La estrategia prohibicionista y combate al narcotráfico han generado mucha violencia, así como los enfrentamientos por el control del comercio de cannabis entre grupos delictivos. Legalizar la marihuana ayudaría a combatir al narco desde otro frente, pues se le quitaría el monopolio de esta sustancia, disminuyendo sus ingresos e influencia entre las personas que buscan consumir este producto.
Cabe señalar que la persecución de grupos criminales asociados al tráfico de drogas ha derivado en serias violaciones de derechos humanos por parte de las corporaciones de seguridad, incluso tratándose de personas inocentes. Podemos contabilizar actos como abuso de poder, falsificación de evidencia, ejecuciones extrajudiciales, tortura y demás entre los efectos de la estrategia gubernamental para combatir el narcotráfico.
Si se incentiva la participación de asociaciones no delictivas en el mercado de cannabis, sobre todo desde una perspectiva restaurativa, es posible debilitar los ingresos de grupos delictivos. De esta forma, se vislumbra que disminuirá la fuerza del crimen organizado, lo que potencialmente reduciría la violencia ocasionada por su actividad, así como los abusos perpetrados por los cuerpos de seguridad.
Impulso económico
Todo el proceso que conlleva el uso de la marihuana puede generar cadenas de valor que son económicamente aprovechables. La legalización en el cultivo le daría un impulso importante al campo, así como a las personas y asociaciones que podrían generar ingresos a partir de la transformación y distribución del producto. Esto crearía varios empleos, abriendo las puertas a un nuevo mercado que le daría un importante impulso económico al país.
Es necesario tener en cuenta que la regulación de la cannabis y marihuana debe beneficiar a aquellos productores pequeños y medianos. Es decir, buscar que el beneficio económico del comercio de esta planta llegue a las poblaciones campesinas, las cuales han sido profundamente afectadas por el narcotráfico ilegal y el combate a los grupos delictivos.
Si se permite que grandes empresas acaparen toda la producción — desde la siembra, cosecha, transformación, distribución y venta — se crearán profundas brechas, lo que ampliaría la desigualdad económica en el país. El mercado de cannabis representa un gran potencial, datos de Estados Unidos dejan ver el tamaño del beneficio que habría para la población mexicana.
Aunque solo es legal en algunos estados del país vecino, en 2021 se contabilizaron más de 428 mil empleos directos relacionados a esta industria, de acuerdo con datos del portal especializado Leafly y Whitney Economics. La industria farmacéutica ha comenzado a desarrollar productos a base de esta planta, comenzando con una actividad económica que tiene un gran potencial.
Mayor recaudación fiscal
Como consecuencia de lo descrito en el párrafo anterior, dejar de lado el veto al uso recreativo de esta planta ayudaría también a que se recauden más impuestos. Tener un mercado regulado y controlado beneficiaría al fisco, pues así las actividades y propuestas gubernamentales ganarían una fuente más de ingresos.
Estas ganancias tributarias podrían ser utilizadas con diversos fines, como programas sociales, obra pública, seguridad y demás. Para ello es necesario que se establezcan reglas claras acerca de las obligaciones fiscales de cada participante en este mercado, así como asegurarse que todas las organizaciones involucradas cumplan con la ley.
Beneficios médicos
A pesar que este punto ya ha sido tratado y aprobado legalmente, no podemos dejar de lado que la marihuana es una sustancia que puede ayudar mucho en la investigación y tratamientos médicos. El consumo de esta hierba ha mostrado eficacia para tratar dolores y otras malestares. Abrir aún más el mercado de cannabis en México puede ayudar a que más gente tenga acceso a ella para tratar sus enfermedades, beneficiando a la salud de las y los mexicanos.
Uno de los usos más comunes de los cannabinoides en el sector médico es como analgésico. En diferentes presentaciones, estos pueden aminorar el dolor en pacientes con diversos padecimientos, incluso aquellos que son crónicos y degenerativos. Además, estas sustancias ayudan a relajar y conciliar el sueño, teniendo aplicaciones para la atención de trastornos psicológicos.
Se han utilizado cannabinoides en el tratamiento de pacientes con cáncer, esclerosis y VIH. Cabe señalar que los efectos negativos de la quimioterapia pueden ser controlados a base de estos productos, pues se reducen las náuseas y la inapetencia.
Cada vez se hacen más investigaciones donde se comprueban los beneficios médicos de la cannabis. Legalizar y normalizar su uso ayudará a que más personas puedan acceder a atención médica eficaz, mejorando su calidad de vida.
Fin de los prejuicios
La marihuana es una droga, sin embargo, esto no quiere decir que su consumo sea completamente dañino. Si bien genera efectos en el cuerpo de quien la consume, esto no quiere decir que deba ser prohibida. El caso del tabaco, el alcohol e incluso otras sustancias como la cafeína nos muestran que un consumo informado, responsable y libre no debe ser objeto de estigma social.
Entender que la cannabis es un producto que cuando se utiliza de manera consciente y prudente no disminuye la calidad moral de las personas es de suma importancia para no discriminar ni coartar derechos. Finalmente, si el alcohol y el tabaco no están prohibidos a pesar de generar efectos de salud aún más adversos que la marihuana ¿por qué no debería permitirse esta también?
Estos solo son algunos de los argumentos a favor de la despenalización y regulación de la marihuana en México para cualquier tipo de uso. Existen varias organizaciones como el Instituto RIA y Regulación por la Paz que han luchado por la legalización de este producto. Estas pueden ofrecer perspectivas más amplias acerca de este tema y las implicaciones de su legalización.
