En la actualidad, crisis como la pandemia han resaltado la marginación y las desigualdades estructurales que enfrentan distintos grupos sociales. Esta situación, se reproduce e intensifica por prácticas institucionales de planeación y proyección del desarrollo que, desde posiciones de poder, delinean visiones superficiales, poco inclusivas e, incluso, discriminatorias. En este contexto, resulta importante apropiarse de los procesos participativos establecidos por mandato constitucional, para que la determinación de la planeación pueda ser efectiva y realmente comprenda y recoja las problemáticas y necesidades de la sociedad y sus comunidades. En especial, es necesario que las personas y las organizaciones que trabajan en combatir las problemáticas con enfoque crítico y de derechos humanos incidan directamente en aquello que se quiere ignorar, al no convenir a las estructuras de poder.
En este contexto, donde la planeación realizada por actores dominantes no ha resuelto la desigualdad que se acrecienta y confirma desde el poder, decidimos crear Conversa Sur; una organización social que tiene el objetivo de acompañar
El nombre Conversa Sur se refiere, por un lado, a que la participación y la planeación no puede entenderse si no es mediante el diálogo y el contraste de ideas, donde a través del lenguaje se genera conflicto pero también realidades alternativas a lo establecido, y por el otro lado, el Sur representa lo que histórica y globalmente se ha considerado como lo indeseable, el rumbo que se debe evitar, la periferia, la negación de otras identidades, formas de ser o de pensar, pero también, el Sur como un símbolo de lucha y de resistencia.
Por dicho motivo, nuestra primera actividad será buscar espacios de participación en el proceso de elaboración del Plan de Desarrollo Municipal 22-24 del gobierno municipal entrante encabezado por Leonardo Montañez Castro, dado que será el instrumento rector de las políticas públicas que de esta administración se deriven y donde el futuro inmediato se construya desde la acción del gobierno con la sociedad. Con ello, buscaremos dar cuenta del proceso para que la participación sea abordada desde la obligación jurídica y no solo desde un formalismo simulador.
- Políticas públicas, megaproyectos, presupuestos públicos, entre otros, para que dichas
- Procesos donde se definen
- Acciones trascendentales que impactan a las sociedades, tales como planes de gobierno,
- Acciones sean redefinidas con la participación de la sociedad, y así, impulsar
- Transformaciones sociales con una perspectiva de justicia social.
Con fundamento en Ley Municipal para el Estado de Aguascalientes, se determina que la Planeación Municipal deberá atender las demandas prioritarias de la población y contener por lo menos, un diagnóstico sobre las condiciones económicas y sociales del municipio, además de que en su elaboración se deberá proveer lo necesario para promover la participación y consulta popular, proceso que debe verse y sentirse reflejado en el futuro venidero, para el beneficio de la sociedad del municipio y no desde la inmediatez de una administración; nuestras decisiones afectan a las generaciones futuras.
Asimismo, la planeación debe ser deliberativa y democrática, aplicando mecanismos de participación que recojan las aspiraciones y demandas de la sociedad, para un desarrollo equitativo, incluyente, integral, sustentable y sostenible del país, con perspectiva de interculturalidad y de género, según la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
La participación como planeación es una pluralidad de prácticas construidas y llevadas a cabo por la gente en contextos sociales y materiales. Las personas, organizadas o no, participan directa y materialmente en la práctica de la planeación, no solo cuando demandan cambios a su entorno, sino también, cuando directamente intervienen en su comunidad en maneras que retan, confirman o reinterpretan planes oficiales cuando estos reportan, ignoran o activamente esconden violaciones a las reglas y políticas de planeación (Thorpe, 2017).
A través de las administraciones, hemos observado que la participación es vista más como un requisito, que como oportunidad de atender los problemas críticos que impactan, de manera significativa, a las personas que están inmersas en un sistema revictimizante y de opresión por razón, de manera simultánea, de género, sexo, edad, estrato socioeconómico, orientación sexual, identidad de género, racialización, etc. Condiciones que difícilmente son consideradas y atendidas de manera transversal, en los planes y programas locales.
Por todo lo anterior, en Conversa Sur tenemos el propósito de vincular desde una perspectiva crítica, poblaciones en situación de vulnerabilidad, organizaciones y grupos de base que atienden necesidades y derechos fundamentales, a procesos formales e informales de planeación.
La participación es una herramienta fundamental para llevar a cabo intervenciones para un desarrollo más justo, inclusivo y sostenible. Al efectuarse de manera real y efectiva, la participación puede ser un mecanismo para reconocer las voces, las personas, el conocimiento y las prácticas en los procesos que construyen el entorno que habitamos.
