Amigos aficionados al arte en el que se funden las baquetas, los ixtles y los metales, la vida en sí es un milagro; milagro es el azul del cielo, lo invisible del viento, la animalidad de los seres todos que pueblan el planeta. La lluvia es otro milagro. Este fenómeno arcano se ha dejado ver y sentir a modo de granel durante el verano que estamos transcurriendo, gozando y recibiendo sus beneficios. Para algunos asuntos propios del humano la lluvia resulta, en ciertos momentos y circunstancias, un inconveniente. Eso fue lo que pasó justamente en la capital de la tierra de las aguas tibias. AchA (Asociación de Charros de Aguascalientes) hubo de aplazar los festejos apalabrados por su LXXV Aniversario. El viernes 1 de este mes al que tratamos de aguantar los reparos, por la tarde-noche, sobre la carpeta urbana se posó una densa nube y luego se manifestó con su cuerpo de agua de manera incontenible. A los pocos minutos el Rancho del Charro, su anillo y su manga, quedaron cubiertos totalmente por el vital líquido. Esto obligó a que AchA, por medio de su actual presidente Víctor Martín Zertuche, decidiera aplazar los festejos que se tenían estructurados para viernes, sábado y domingo, es decir, 1, 2 y 3 de este octubre.
Los aficionados, por lo tanto, han de aguantar sus ansias y desfogarlas hasta el venidero fin de semana, 8, 9 y 10. Se entiende que con el mismo programa de dos charreadas diarias, una a las once horas y la otra a las tres de la tarde.
Las abundantes precipitaciones pluviales del pasado fin de semana, por otro lado, también aplazaron el resto de festejos charros que se tenían firmados. Por ejemplo, la segunda fase del Circuito Tradición en el lienzo charro y plaza de toros Xonacatique de Jesús María y un encuentro amistoso en el lienzo de Los Tulipanes sobre cuya arena actuarían los “viejos quijotes” que representarán a Aguascalientes en el próximo Campeonato Nacional del Charro Mayor.
