Generalmente, hablar de la figura del diputado, equivale a una persona electa para fungir como representante de un cuerpo u organismo. Constitucionalmente, el diputado es la persona electa mediante sufragio popular para representar a los electores cada tres años en la Cámara de Diputados, que es una de los dos en que se divide el Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos.
De acuerdo con el artículo 55 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CEPEUM), los requisitos para ser diputado son esencialmente los siguientes: a) Ser ciudadano mexicano, por nacimiento, en el ejercicio de sus derechos; b) Tener veintiún años cumplidos el día de la elección; c) Ser originario de la entidad federativa en que se haga la elección o vecino de esta con residencia efectiva de más de seis meses anteriores a la fecha de ella; d) No estar en servicio activo en el Ejército Federal ni tener mando en la policía o gendarmería rural en el Distrito donde se haga la elección, cuando menos noventa días antes de ella; e) No ser titular del algún organismo autónomo, dependencia, organismo descentralizado o titular de alguna de las áreas que conforman el Poder Judicial de la Federación; y f) No ser Ministro de algún culto religioso.
En materia federal, prácticamente la Cámara de Diputados absorbe una gama de atribuciones legislativas, las cuales están concentradas en el artículo 73 de la CPEUM, por ejemplo, la expedición de leyes generales que establezcan los tipos penales y sus sanciones en las materias de secuestro, desaparición forzada de personas, otras formas de privación de la libertad contrarias a la ley, trata de personas, tortura y otros tratos o penas crueles, entre otras.
Desde luego que los diputados y diputadas, además de iniciar leyes, adquieren una serie de derechos que les son otorgados por el Reglamento de la Cámara de Diputados (RCD), obviamente iniciar leyes, decretos y presentar proposiciones ante la Cámara de Diputados, es uno de esos derechos, como también el asistir con voz y voto a las sesiones del Pleno; percibir un dieta –percepción económica- que será igual para todos, y que les permita desempeñar con eficacia y dignidad el cargo; así como solicitar cualquier información a los Poderes de la Unión o cualquier otra instancia federal.
Ahora bien, así como el RCD concede un catálogo extenso de derechos a los diputados y diputadas, fija una serie de obligaciones a cumplirse cabalmente, es decir, sin excusa ni pretexto, en ellas se encuentran, las de asistir puntualmente a las convocatorias a sesiones y reuniones del Pleno, de los órganos directivos y de las comisiones o comités a los que pertenezca; o bien, abstenerse de realizar actos que sean incompatibles con la función que desempeñan y desde luego no podía faltar, el acatamiento al Código de Ética de la Cámara de Diputados.
En el ámbito local, la Constitución Política del Estado de Aguascalientes, refiere brevemente los requisitos para ser Diputado, al igual que las causas por las que no pudieren ser electos para desempeñar este tan anhelado cargo de elección popular, detallándose a su vez, las facultades otorgadas al Congreso -integrado por diputados y diputadas- siendo una de las principales, legislar para el Estado, sobre todas las materias que no sean de la competencia exclusiva de la Federación.
Por lo que hace a los derechos y obligaciones de los diputados y diputadas de Aguascalientes, es la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado de Aguascalientes, la encargada de enlistar tanto sus prerrogativas, como los deberes que serán observados durante el desempeño de sus cargos, los cuales no distan mucho de los concedidos a los diputados y diputadas federales, salvo por el ámbito de competencia que deben de cumplir.
Sin embargo, la realidad que atormenta la labor de los diputados y diputadas, a nivel federal o local, tristemente es otra. Recordemos, que históricamente la figura del diputado se ha caracterizado –y seguirá caracterizándose- por hacer todo, menos por legislar o por lo menos por tratar de legislar bien, un claro ejemplo de lo ya mencionado, ocurrió en el año dos mil trece, cuando el entonces Diputado Federal de extracción perredista, Antonio García se desnudó en el desarrollo del debate de la reforma energética.
Desnudarse, disfrazarse, pelearse, dormirse e insultarse, son algunos de los adjetivos que califican la verdadera labor de los diputados y diputadas, aunque por extraño que parezca, este tipo de acciones nada apegadas a los derechos y obligaciones que deben de cumplir, no se ven contempladas e informadas en sus informes de actividades que dan a conocer a la ciudadanía respecto de sus supuestas labores legislativas, de gestión y representación.
Ahora que si de informar se trata, se puede observar en la página web del Congreso del Estado de Aguascalientes, que la legislatura pasada (LXIV), dejó un rezago de más de cien iniciativas pendientes de aprobar, la última presentada el 9 de septiembre de 2021, relativa a diversas adiciones y reformas a la Ley de Educación del Estado, es entonces cuando nos preguntamos, ¿Qué contendrán los informes de actividades de los diputados y diputadas?
Legislar en el ámbito federal o local, no es legislar delitos ya existentes, por ejemplo el delito de abandono, o tomarse fotos en la oficina o con el personal de limpieza para luego agregarle frases motivadoras y así subirlas a la red social (Facebook, Instagram, Twitter, etc.) o peor aún, repartirse espacios en los distintos órganos del Estado, legislar es: hacer, dictar o implantar leyes, por lo menos así lo dice el diccionario Larousse.
No hay que olvidar que los diputados y diputadas, fueron cuestionados al momento de ocupar el cargo, en los siguientes términos, ¿protesta(n) usted(es) sin reserva alguna, cumplir y hacer cumplir la CPEUM, la particular de su respectivo Estado, las leyes que de ambas emanen y desempeñar leal y patrióticamente los cargos de diputados y diputadas que el pueblo les ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad del Estado? A lo que seguramente contestaron “sí protesto”.
Entonces, diputados y diputadas, si es que realmente asumieron con respeto el cargo que el pueblo les ha conferido, actúen como tal, no se vuelvan “dipuinfluencers”, vale más una buena ley –aunque sea una en todo el periodo legislativo-, que una foto en su oficina informando de una reunión o con el despachador de los tacos de colores, la ciudadanía clama por un ambiente sano (ajustado a derecho), no por el sano ambiente en el que ustedes se desenvuelven.
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