Algunas encuestas han reportado que las legisladoras y legisladores federales están considerados entre los funcionarios más corruptos del país. Constantemente encontramos bromas en las que se critica el acto de levantar las manos de manera irreflexiva para aprobar leyes; fotos en las que se les aprecia “descansando” en sus curules, o bien, con teléfonos en mano, mientras intercambian mensajes durante las discusiones en tribuna.
Estos hechos no deben conducirnos a soslayar el relevante papel que cumplen los poderes legislativos. Nuestro sistema político funciona sobre el supuesto de que todo lo que hacen los ciudadanos, representantes populares y funcionarios públicos se sustenta o restringe con normas, creadas además en un sistema en el que prevalece el principio de que la Ley se aplica de manera igualitaria a todas y todos, aunque todas las mañanas escuchemos discursos que precisamente justifican lo contrario.
La única forma en la que las legisladoras y los legisladores podemos evitar los estereotipos y recuperar la confianza ciudadana es a través de nuestro trabajo: señalar y, en la medida de nuestras facultades, reparar los servicios que no funcionan; identificar las normas que son ineficaces, pensando además en la forma de desincentivar comportamientos dañinos y, por supuesto, anticipar los retos que enfrentaremos en el futuro.
Considero una buena práctica el hacer un alto para reflexionar y socializar la perspectiva que asumimos como legisladoras y legisladores. Por ello, quiero compartir las preocupaciones que he procurado atender en la agenda legislativa de los últimos meses. En primer lugar, en respuesta a una preocupación por la frecuencia con la que suceden accidentes automovilísticos, presenté una iniciativa de Reformas a la Ley de Movilidad y al Código Penal del Estado de Aguascalientes, pues estamos ante un problema público desde hace décadas. Solamente desde el 2010, en Aguascalientes se han acumulado más de 6 mil accidentes relacionados con la conducción de vehículos y consumo de alcohol. La buena noticia es que esta reforma, junto con otras propuestas de mis compañeras diputadas y diputados, se ha estado analizando en comisiones. Confío en que le daremos buenas cuentas a la ciudadanía.
De igual modo, presentamos una iniciativa con la finalidad de regular el cabildeo en el Congreso. Con base en las buenas prácticas que existen a nivel internacional, propusimos realizar cambios a la Ley Orgánica del Congreso para crear procesos que permitan que los particulares informen lo relativo a los procesos legislativos, pero de una forma regulada y transparente. Con la misma preocupación, presenté una iniciativa que busca reformar el Código Penal para el Estado de Aguascalientes, con el fin de sancionar a quien proporcione productos de tabaco a personas menores de 18 años de edad, pues lamentablemente el consumo de tabaco es un problema que afecta a nuestros jóvenes.
Participamos además en debates sobre decisiones del Gobierno Federal. Me refiero en concreto a la obligatoriedad y gratuidad en educación superior. Es un tema que, en espíritu, todas y todos deseamos que suceda, pero que en la práctica se sustenta en un marco legal que lo hace inviable. La prueba palpable es que en los últimos años, contrario a lo que se esperaba, tenemos menos estudiantes de educación superior, además de una disminución generalizada en el presupuesto federal asignado a las universidades. Otro aspecto similar en el que hemos insistido es en evitar la eliminación del Programa de Escuelas de Tiempo Completo (PETC), ya que afectaría a muchas familias aguascalentenses. En resumen, he intentado promover cambios legales que ayuden a hacer más seguro y democrático nuestro estado, con una postura crítica respecto de las decisiones que afectarían a las poblaciones vulnerables de Aguascalientes.
Es importante que la ciudadanía esté informada y que participe constantemente de las decisiones públicas. Por ello, te invito a que compartas tus dudas, inquietudes e ideas a mi correo electrónico [email protected], o bien, a mis redes sociales: Maestro Perezchica, en Facebook e Instagram, y @RaulPerezchica, en Twitter. Nos leeremos la próxima semana.
