La historia, definitivamente, lo dirá todo, fue la frase con que Fidel Castro se autodefendió en el juicio en que fue procesado por el asalto al cuartel Moncada; eso se convirtió en “la historia me absolverá”, que es lo que en el fondo espera todo político cuando indica que sus acciones y conductas sólo podrán ser juzgadas en el futuro. Así se comporta el subsecretario Hugo López-Gatell al, de manera irresponsable y con negligencia criminal, anuncia que ya “estamos cerrando el ciclo pandémico”.
La información con que contamos sobre el covid-19 y la experiencia de dos años de pandemia dejan clarísimo que es una irresponsabilidad que una autoridad declare el fin de los contagios, incluso los promoventes de la infodemia y defensores del no uso de los cubrebocas o quienes no creen en la existencia del virus han bajado el volumen de sus manifestaciones ante la evidencia y consecuencias del coronavirus; no así el responsable del manejo de la pandemia en México.
Una vez más, antes que a la evidencia y sin ningún cuidado por lo que la población pueda entender, López-Gatell cancela la información oficial, porque “la proyección que tenemos es que todavía se va a mantener el verde, seguramente por un buen tiempo. Quizá rumbo al invierno haya un repunte de contagios; con tanta protección por la vacuna no será así para las defunciones o la hospitalización. Entonces, también hemos decidido que el semáforo de riesgo ya no se emitirá, el del primero, este que está vigente termina el primero de mayo, ya no lo emitiremos”.
Con una expresión cantinflesca, el subsecretario de Salud también se refirió al uso de la mascarilla para prevenir los contagios: “no vamos a declarar el fin de la obligatoriedad del cubrebocas, porque nunca lo declaramos obligatorio, pero lo que sí podemos decir es: en este momento ya no es imprescindible el uso del cubrebocas”.
Así, motivado por su servilismo al presidente, uno de los empleados favoritos de López Obrador, canceló el Pulso de la Salud y el Semáforo epidemiológico, López-Gatell anunció que ya solamente se informará semanalmente el número de contagios y muertes.
Las reacciones han sido inmediatas, varios gobernadores han salido a señalar que, en sus respectivas entidades, la autoridad estatal será la que decida sobre las medidas sanitarias, incluso aquellos que pertenecen al mismo partido de López-Gatell, como Miguel Barbosa Huerta, señaló que en Puebla no es importante lo que diga el subsecretario, y tiene razón, desde hace mucho, por decisión del presidente, ya es irrelevante lo que diga este negligente.
Ya quedó claro que a López-Gatell sólo le importan los mimos y halagos del presidente, con el paso del tiempo y por su desempeño, la relevancia de sus acciones cabe perfectamente en lo que dijo sobre el cubrebocas, “ya no es imprescindible” atender sus recomendaciones, porque jamás se tomó en serio su tarea.
Desde ya se puede calificar de negligencia criminal el manejo de la pandemia de Hugo López-Gatell, ese será el veredicto del juicio de la historia; ese mismo tiempo al que apuestan los políticos irresponsables castiga con anticipación, desde hace mucho la opinión del subsecretario es irrelevante.
Coda. “This is the way the world ends. Not with a bang but a whimper”, escribió T.S. Eliot, así, con un gemido, se desvanece la importancia de las opiniones de López-Gatell, completamente prescindibles.
@aldan
