- Anuló el derecho al aborto a nivel Constitucional
- Esta resolución afecta a todas y cada una de las personas en Estados Unidos
Respecto a la decisión de la Corte Suprema de anular el derecho al aborto a nivel constitucional, señaló Tarah Demant, directora nacional Interina de programas, incidencia y asuntos gubernamentales de Amnistía Internacional, destacó que los millones de personas que pueden quedarse embarazadas en Estados Unidos se enfrentan a un futuro en el que no podrán tomar decisiones profundamente personales que afectan a su cuerpo, su futuro y el bienestar de sus familias:
“Esta resolución afecta a todas y cada una de las personas en Estados Unidos, con independencia de su capacidad de tener un embarazo. Seguro que conocen a alguien que se ha sometido a un aborto”.
Detalló que aproximadamente una de cada cuatro mujeres en Estados Unidos se someterá a un aborto en el curso de su vida y ahora tendrán que llevar su embarazo a término o someterse a un aborto en condiciones de riesgo.
Apuntó que este es el resultado de varias décadas de una campaña dirigida a controlar los cuerpos de mujeres, niñas y demás personas susceptibles de quedar embarazadas, y prepara el terreno para la adopción de una legislación estatal sin precedentes para penalizar el aborto, así como otros proyectos de ley dirigidos a despojar de sus derechos humanos a la población de Estados Unidos, algunos de los cuales afectarían al control de la natalidad, el género y el matrimonio igualitario, así como a otra legislación contra la discriminación.
“Independientemente de lo que diga la Corte Suprema, el aborto sigue siendo un derecho humano y los Estados de todo el mundo siguen estando obligados a defender ese derecho. A todas las personas que simpatizan con nuestra causa aquí y en todo el mundo y que están viviendo este momento con el mismo espanto y dolor que sentimos nosotras, les decimos: da igual si sienten indignación, miedo, traición o tristeza, no están solas. Pertenecen a una inmensa mayoría de estadounidenses que discrepan de la decisión pronunciada hoy”.
Tarah Demant calculó que entre los 10 millones de personas en todo el mundo forman de este movimiento de base en favor de los derechos humanos, “de ahí nacen nuestro poder y nuestra esperanza: somos la mayoría”, recalcó.




