Este domingo 18 en poco más de 100 ciudades del país se realizaron con éxito las marchas por la democracia, así como en ciudades de al menos 6 países del extranjero con presencia significativa de mexicanos residentes ahí. Desde Palacio Nacional, atentos como lo son, señalarán el lunes 19 en la mañanera que las personas que asistieron a las movilizaciones convocadas en cada una de las ciudades, en realidad eran expresiones virtuales de los “bots” empeñados en denostar no sólo al régimen de la Cuarta Transformación, sino específicamente al presidente Andrés Manuel López Obrador, cada uno de los miles y miles de manifestantes era un inocultable neoliberal y conservador enemigo de la fallida “epopeya transformadora” del político tabasqueño, que ha visto truncado el éxito de sus afanes por estos enemigos del “pueblo bueno”.
Pero al cierre del sexenio que traería al país la panacea de los males endémicos de los mexicanos, los resultados positivos han sido pírricos. Veamos. El problema central que iba a atacar el régimen del “Juntos haremos historia”, la corrupción, lejos de haber sido expulsado de las prácticas cotidianas del gobierno, se acentuaron de forma por demás grosera. Ya el tema no se desarrollaba en los procesos de sólo servidores públicos corruptos, sino que se extendió de manera casi descarada entre parientes y amigos de la familia presidencial, basta con echar un ojo a los múltiples reportajes publicados en la plataforma informativa de Latinus, principalmente por el periodista que se volvió la némesis del ciudadano presidente de la República, Loret de Mola, durante el tiempo que lleva su administración. En esos reportajes y en otras fuentes informativas independientes, podemos conocer las acciones de los tres hijos mayores de López Obrador, José Ramón, Andy (Andrés Manuel) y Bobby (Gonzalo Alonso), los cuales, y de acuerdo a esas notas informativas, han beneficiado con contratos multimillonarios a sus amistades y socios, o bien los han promovido para ocupar altos puestos en el gobierno federal o los gobiernos estatales emanados del partido oficial Morena.
Habría que agregar a este esquema de corrupción el papel que han jugado los hermanos del propio presidente, Pío y Martín Jesús López Obrador, ambos exhibidos recibiendo sobres de dinero en efectivo desde el 2020 y 2021, denunciados ante la FGR y a la fecha, sin resultados de las denuncias. En este mismo tenor, la prima del presidente Felipa Obrador Olán, en 2020 recibía contratos de Pemex por 365 mdp y otro adicional del ISSSTE, o la asignación de recursos del programa “Sembrando vida” para “apoyar” el cultivo de cacao en Tabasco, pero que el beneficiario era Hugo Chávez Ayala, amigo personal y excompañero del propio presidente López Obrador. (https://contralacorrupcion.mx/tablero-de-la-impunidad/familiares-de-amlo/).
Sólo tendríamos que complementar con el señalamiento que en la presente administración “transformadora”, la contratación para la adquisición de bienes o servicios se han realizado en un 80% a través de la vía de la asignación directa, omitiendo los procesos de licitación que está contemplado en la ley, aunque aplica aquel principio lopezobradorista de “no me vengan con el cuento de que la ley es la ley”.
Las adjudicaciones directas son procedimientos previstos en la ley pero solamente como excepción debido a los riesgos de corrupción que implican. A pesar de ello, de acuerdo con los datos publicados en CompraNet (2021) se mantuvo como el método más usado para realizar contrataciones. Por esa vía, la Administración Pública Federal (APF) entregó un total de 157 mil 796 contratos durante este año. De ellos, el 80.3% se adjudicó directamente. En contraposición, las licitaciones públicas representaron 10.3% y las invitaciones restringidas el 6.1% de los procedimientos. Por último, hubo un 3.2% de contrataciones que se realizaron con otros mecanismos. (Mexicanos contra la corrupción y la impunidad, 3 febrero del 2022). Así que el combate a la corrupción en México quedó en los hechos como mera promesa de campaña.
El segundo gran pendiente de la 4t es el referido al combate a la inseguridad pública en el país, quizá tanto como el flagelo de la corrupción, la inseguridad en México, lejos de ser controlada, parece que avanza desbocada a lo ancho y largo del país. Más de 178 mil muertes violentas, grandes regiones de México prácticamente bajo el control de los grupos criminales, ya entidades casi completas sometidas a las reglas de una autoridad diferente a la legal, la “seguridad”, los “impuestos”, son proporcionados por grupos delincuenciales de manera plena. Guerrero, Morelos, partes importantes de Michoacán, Estado de México, Guanajuato, entre otros estados, viven bajo un doble régimen de control. El pueblo bueno está prácticamente secuestrado en su propia tierra.
A esto necesitamos agregar que este año electoral, la incidencia delictiva va en aumento, y los mexicanos no tenemos certeza hasta dónde va a llegar la inseguridad y la violencia. Hoy, ya tenemos al menos un par de decenas de víctimas mortales de entre los actores políticos o candidatos relacionados con el proceso electoral en marcha, entre ellos, muchos del propio partido oficial. Nadie se escapa. Los obispos de Guerrero han debido intervenir ante la indiferencia de las autoridades del gobierno para intentar pactar con el crimen organizado y mediar por su feligresía. Nada lograron.
Finalmente, la justificación de la “encarnación” de los bots de este 18 de febrero, va en función de la apatía del amurallado Palacio Nacional ante los grandes problemas nacionales propios de un Estado fallido, el deficiente sistema de salud, el decadente esquema de educación pública, el agravamiento de la insuficiencia del agua en la capital y otras locaciones, el ataque al medio ambiente vía el capricho del Tren Maya en el sureste mexicano, el enorme endeudamiento de las finanzas públicas del país y el apretado futuro; la exigencia del poderoso socio del norte respecto al incumplimiento del T-MEC con relación al acero y aluminio o la aparición de aranceles; la descalificación de Pemex y sus finanzas basura.
No es gratuito pues, la marcha de los bots del domingo 18 de febrero, el país y su democracia están en juego.
mario.bravo58@hotmail.com
