- Se propone un censo y reglamentación de anexos y centros de asistencia psicológica para identificar y sancionar prácticas de conversión
- El proyecto será presentado a la Secretaría de Salud y otras instituciones para evaluar formas de atención y regulación
- Las terapias de conversión, en su mayoría, están relacionadas con creencias religiosas y presión familiar dentro de ciertos núcleos sociales
Los anexos y centros de asistencia psicológica podrían estar recurriendo a terapias de conversión dirigidas a personas de la comunidad LGBT. Ante esto, se plantea la necesidad de realizar un censo y reglamentación de estos espacios con el objetivo de denunciar y erradicar dichas prácticas, señaló el diputado Rodrigo Mireles.
Explicó que el proyecto será presentado ante la Secretaría de Salud y otras instituciones, con el propósito de recabar opiniones sobre la mejor manera de atender este problema, el cual, dijo, se ha vuelto cada vez más frecuente.
El legislador enfatizó que el primer paso es identificar y regularizar los anexos existentes: “Es fundamental ubicar estos espacios, establecer reglas claras y asegurarnos de que sus responsables conozcan la normativa. Solo así podremos aplicar sanciones en caso de detectar irregularidades”, afirmó.
Detalló que, si se confirman casos de terapias de conversión, una de las medidas a considerar sería la clausura de los establecimientos involucrados. Sin embargo, también se podrían ofrecer capacitaciones y apoyo institucional para mejorar la atención a las personas.
Mireles señaló que, dentro de la comunidad LGBT, muchas decisiones están influenciadas por normas sociales y la presión familiar: “Las familias suelen ser quienes impulsan a sus integrantes a someterse a este tipo de prácticas. Aunque hemos avanzado en el apoyo a la comunidad LGBT, en algunos núcleos familiares el tema aún se maneja de manera errónea”, comentó.
Explicó que, en muchas ocasiones, los propios familiares consideran que una persona con una orientación sexual diferente requiere ayuda, lo que los lleva a buscar este tipo de tratamientos. Por ello, subrayó la importancia de ubicar los centros donde podrían estarse llevando a cabo estas prácticas y orientar a quienes las promueven.
Para lograrlo, indicó que será necesario el apoyo de diversas dependencias gubernamentales, incluida Seguridad Pública.
El diputado reiteró que es prioritario regularizar los anexos y centros de atención a adicciones, dotándolos de un marco normativo que permita sancionarlos si incurren en terapias de conversión u otras irregularidades.
“El tema es complejo, pero tenemos que empezar a trabajar en ello”, enfatizó.
Finalmente, señaló que, en la mayoría de los casos, estas prácticas no se aplican mediante terapia psicológica, sino a través de creencias religiosas: “Se esperaría que no lleguen a casos de violencia física o abuso, aunque lo que me han comentado es que el problema suele estar más enfocado en el ámbito religioso”, concluyó.




