- Armando Ávila destacó la importancia de la puntualidad, disciplina y eficiencia aprendidas en su trabajo con compañías alemanas y japonesas
- Subrayó la relevancia de inculcar valores como la responsabilidad desde la infancia, haciendo una comparación entre México y Japón
- Resaltó que el éxito es producto de hábitos cotidianos, sencillos y consistentes, no una meta inalcanzable
Durante su trayectoria en la industria automotriz, Armando Ávila Moreno, ex vicepresidente de Manufactura de Nissan Aguascalientes ha sido pieza clave en la consolidación de la planta COMPAS, donde Mercedes-Benz y la línea Infiniti han trabajado en conjunto. Su liderazgo le permitió ocupar la presidencia de la compañía durante cuatro años, un cargo que, según cuenta, surgió a partir de un consenso entre las firmas alemanas y japonesas.
“Los primeros que me propusieron fueron los alemanes. Dijeron: ‘Queremos que Armando sea el presidente’. Luego voltearon con los japoneses y ellos respondieron: ‘Bueno, pues también nosotros’”, relató Ávila. Sin embargo, su nombramiento no fue inmediato, pues ambas compañías debían obtener la aprobación de sus casas matrices en Alemania y Japón. Finalmente, la decisión se concretó, y con ello asumió la responsabilidad de liderar un proyecto binacional con exigencias muy particulares.
Para Ávila, trabajar con alemanes y japoneses implicó una disciplina estricta y una mentalidad enfocada en la puntualidad y la eficiencia: “Imagínense llegar un minuto tarde con un alemán o con un japonés… ¡Eso no existe!”, comentó con humor. En este sentido, destacó la importancia de transmitir estos valores a las nuevas generaciones, asegurando que la clave del éxito radica en la constancia y la responsabilidad.
El empresario hizo una comparación entre la educación en México y Japón, de la que resaltó cómo los valores inculcados desde la infancia pueden marcar la diferencia en el desarrollo profesional y personal: “En Japón, los niños desde pequeños asumen responsabilidades: limpian sus salones, preparan el lunch de sus compañeros. Aquí en México, en cambio, algunos padres piensan que sus hijos ‘no nacieron para eso’”, señaló.
Ávila compartió experiencias personales que refuerzan su visión sobre la cultura japonesa. Recordó que, en sus múltiples viajes al país asiático, ha sido testigo de una disciplina que se refleja en todos los ámbitos de la vida cotidiana, desde la educación hasta el respeto por el orden y la puntualidad: “Los últimos tres viajes que hice a Japón fueron de vacaciones. He ido 63 veces y sé cómo son”, mencionó con orgullo.
Finalmente, el exdirectivo de COMPAS subrayó que el éxito no es un misterio ni una meta inalcanzable, sino el resultado de hábitos sencillos y consistentes: “La madre del éxito está en cosas tan básicas como hacer lo que nos corresponde, como enseñar a los niños a ser responsables desde pequeños. No son cosas difíciles, pero es cuestión de cómo las abordamos”, concluyó.




