a temporada de huracanes 2025 se perfila como una de las más activas para México en los últimos años, con un total de hasta 37 ciclones con nombre previstos en las cuencas del Atlántico y el Pacífico. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) alertaron sobre una actividad ciclónica que podría superar ligeramente el promedio histórico, aunque aclaran que el número total no determina cuántos sistemas impactarán directamente al territorio nacional.
El primer fenómeno con nombre será Alvin, un ciclón que se formará en el Pacífico y que, aunque aún sin trayectoria confirmada, podría afectar regiones como la península de Baja California, Sonora, Sinaloa, Jalisco, Colima, Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Se espera que sus efectos se manifiesten al inicio de la temporada, que comienza oficialmente el 15 de mayo en el Pacífico y el 1 de junio en el Atlántico.
El pronóstico detalla que en el Pacífico Nororiental se podrían formar entre 16 y 20 sistemas: de ocho a nueve tormentas tropicales, entre cuatro y cinco huracanes de categoría 1 o 2, y de cuatro a seis huracanes mayores, es decir, de categoría 3 a 5. En el Atlántico, se prevén entre 13 y 17 sistemas, con hasta nueve tormentas tropicales, cuatro huracanes moderados y otros cuatro intensos.
Las condiciones climáticas globales también juegan un papel relevante. Para 2025, se anticipa una fase neutra del fenómeno El Niño-Oscilación del Sur (ENSO), tras una transición desde condiciones frías (La Niña). Esta neutralidad puede influir en la intensidad y el comportamiento de los ciclones, lo que complica aún más cualquier intento de predicción certera sobre el impacto directo en territorio mexicano.
En comparación, durante 2024 se formaron 30 sistemas con nombre, de los cuales solo cuatro tocaron tierra en México. Sin embargo, el impacto fue letal: el huracán John, en el Pacífico, causó 29 muertes en Guerrero, Oaxaca y Michoacán, mientras que la tormenta Alberto, en el Atlántico, dejó seis fallecidos en Nuevo León. Esos antecedentes reafirman que incluso un solo evento puede provocar daños severos.
A la par de las proyecciones ciclónicas, el SMN ha advertido sobre otras condiciones meteorológicas preocupantes. La interacción de frentes fríos, canales de baja presión y corrientes en chorro está generando vientos con rachas de hasta 70 km/h, tormentas eléctricas, posibles torbellinos y lluvias fuertes en regiones del norte, centro y sureste del país. Estos fenómenos podrían derivar en inundaciones, deslaves y caída de árboles, además de elevar el riesgo de incendios forestales por la intensificación de vientos en más de 20 estados.
La recomendación oficial es clara: mantenerse informados por canales oficiales y prepararse desde ahora con insumos básicos, documentos resguardados, y planes de evacuación. En un país donde la memoria del desastre suele ser corta, las cifras deben servir como advertencia, no como consuelo.
